Otra vez volaba en la nube de eucalipto y café, fuerte y agradable, Harry se dejó hundir en ella y desaparecer.
Pero ya estaba semi despierto, su cabeza dolía demasiado como para que sea un sueño, pero la nube seguía allí, debajo de su nariz, calentita y acogedora. Inhaló, llenandose los pulmones de esta.
Y cuando estaba por volver a dormirse, los recuerdos volvieron y Harry quiso llorar. Si no había espantado a Louis antes, definitivamente lo espantaría ahora.
No era de los que bebían y se olvidaban de todo la noche anterior, recordaba muchas cosas que hicieron su estómago florecer.
Había dormido con Louis, se habían besado hasta el cansancio y le habían hecho el amor exquisitamente, pero había estado estúpidamente ebrio y como lo recordaba, prácticamente había forzado a Louis.
¿Qué había pensado? ¿Debía despertarlo y pedirle perdón?
Estaba en sus brazos, sin embargo, Louis lo tenía abrazado y Harry había dormido en su pecho y era tan cómodo, era cálido y seguro, y lo empapaba de su aroma. Piel con piel, Harry estaba desnudo y por lo que sentía, Louis también.
Los recuerdos iban y venían en su mente, su omega todo orgulloso y coqueto, sintiéndose amado y lleno de euforia.
Louis había sido gentil y tierno con él, lo había cuidado y Harry se le había arrojado, pero no lo había separado, eso era lo que quería saber.
Y Harry le había dicho que lo amaba, necesitaba confirmar que Louis correspondiendo no había sido solo un trozo de sus sueños.
Se enderezó, la mano de Louis cayendo a su cadera, floja y suave, envío un escalofrío a la espalda de Harry. El movimiento terminó por despertarlo, o al menos un poco.
El brazo que lo sostenía se afirmó a su alrededor, siendo posesivo y casi obligandolo a volver a recostarse.
- Louis... - murmuró, adoptando la antigua posición.
El alfa rápidamente lo metió en sus brazos, su cabeza quedó en su cuello una vez más.
Tenía que vestirse, veía el reloj de reojo en la mesa de noche y marcaban pasadas las 6:30 a.m, tenía un cachorro que probablemente despertaría en media hora.
Se sentía una madre terrible, no había visto a su bebé desde la noche anterior.
- Shh, duerme cariño - lo sintió murmurar contra su cabello, su mano acariciando su espalda sin escrúpulo.
Las caricias se sentían muy muy bien y relajantes, pero Harry aunque quería, no podía ceder y dormirse, tenía muchas cosas en mente y un cachorro que atender.
Además del dolor punzante de cabeza, maldito y bendito Timothee y sus tragos de colores. Y hablando de él... recordaba un par de sucesos algo polémicos, pero podía pensar en aquello luego.
- Lou - murmuró una vez más, su mano acariciando el pecho del alfa sin poder evitarlo.
Tal y como lo recordaba de aquella primera noche, musculoso y caliente, un par de vellos en el pecho con los que Harry había estado jugando sin darse cuenta.
Lo sintió quejarse infantilmente y tapó una risita contra el pecho ajeno, era adorable.
- ¿Qué sucede, Hazz? Es temprano - susurró, apretando su abrazo.
- Pero quiero hablar contigo - suspiro, su nariz frotándose contra la fuente de olor del alfa.
El café y el eucalipto eran atrapantes, Harry estaba obsesionado.
- Mmm, ¿Qué sucede? ¿Te duele la cabeza o algo? - pregunto medio adormilado y medio despierto.
- Un poco pero eso no importa, ¿lo de anoche estuvo bien? - pregunto, sintiéndose algo apenado por preguntar eso.
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beach boys [ social media l.s ]
Hayran Kurguharry sabía solo dos cosas del papá de su bebé, que se llamaba louis y que era el alfa más caliente que un omega soltero de 21 años podría haberse cruzado en una noche de verano o dónde el omega de 24 años y su cachorro comienzan de cero en un nuevo...