Louis podría volverse un hippie adorador de la naturaleza cada vez que el clima estaba a su favor y no solo bendecia al mundo con una fría noche de lluvia, a él lo bendecia con Harry, su omega se le tiraba como una polilla a la llama apenas el primer rayo iluminaba la habitación.
"Tengo frío, Lou" susurraba sobre su oído con esa voz melosa, se acurrucaba en su cuello y Louis simplemente se entregaba a su hermoso esposo en cuerpo y alma para que haga lo que quiera, como quiera y cuanto quiera.
Harry subiría una pierna a su cadera y Louis solo tendría que sostener su cintura y girarse para sostenerlo con firmeza contra el colchón, cubriéndolo con su cuerpo para que no pase frío.
Esa era la situación actual, sus manos ya se habían perdido en el cuerpo del otro y el pijama de Harry había volado de sus manos hasta los pies de la cama, estaba enteramente y solo para su disposición.
La idea de adorar a la naturaleza parecía insípida cuando podía adorar el templo de Harry, explorar cada recoveco en su cuerpo y enamorarse una y otra vez de cada uno de sus poros. Hasta le resultaba hipócrita haberse casado por iglesia cuando al único Dios que le debía devoción era a su esposo.
Se regozaba en cada uno de sus sonidos, en cada uno de los gemidos suaves escondidos contra la almohada mientras Louis bajaba por la corniza lentamente hasta el monte de la salvación eterna, listo para probar el agua bendita y liberarse o mejor dicho cometer algunos pecados.
Alzó la mirada un segundo antes de comenzar a descender, admirando la imagen de desesperación de su Dios personal, sus expresiones angeladas y sus suspiros tiernos era todo lo que Louis quería ver hasta el día de su muerte, estando envuelto en el aroma floral en la miel de su monte.
Siempre tan dulce, siempre esperándolo en su descenso. Fue idílico cuando el gemido de Harry se sincronizo con un increíble rayo que retumbó las ventanas e iluminó la habitación.
Un pensamiento cruzó su mente y supo que debía ser rápido, no vaya a ser que un para de niños con sueño ligero...
Harry debió pensar lo mismo, porque se incorporó por un segundo en sus codos, viendo con preocupación la puerta. Louis no le dió descanso para que permaneciera en esa posición, lo quería tranquilo y recostado por el tiempo que pudieran.
Fue mínimo claramente, entre las bendiciones que su Dios le daba a diario se encontraban dos niños de 2 y 5 años que fueron lo suficientemente ruidosos al corretear por el pasillo para que sus padres pudieran separarse y vestirse antes de llegar a la puerta y prácticamente, tumbarla.
A pesar de todo, verlos aparecer a ambos pequeños adormilados y enroscados en sus camisetas, si porque dormían con remeras de Louis que les quedaban enormes, fue demasiado adorable como para que siquiera se le cruce la idea de enojarse.
Eran sus cachorritos, estaban asustados y no tardaron en trepar a la cama para acurrucarse en medio de ellos.
– Mami, Papi, tormenta fea – balbuceó Rosie, apretujada contra el pecho de su madre en busca de confort.
– A Rosie le dió miedo y como yo soy grande y no me asusta nada de nada le ayude a cruzar el pasillo – explico Milo, quien claramente no buscaba hacerse más chiquito en el cuello de Louis con cada refusilo.
Miró a Harry y podría haber soltado una carcajada por su estado de trance de no ser por la mirada asesina que le dió sobre los rizos descontrolados de Rosie.
– Está bien amor, fuiste muy valiente, muchas gracias por traerla – besó la cabecita enrulada de Milo, sin poder ver sus ojitos azules.
– Yo, yo y tatito – comenzó a decir Rosie.
– Tatito y yo – corrigió suavemente Harry, dejándola seguir.
La niña apenas parpadeó antes de seguir.
– Dormimos con mami y papi – termino, afirmando su lugar en el medio.
No tuvieron ni que mirarse, ambos habían aceptado su destino desde que oyeron los pasos en el corredor.
– ¿Quieres eso, cielo? – pregunto a Milo, pero el niño ya estaba medio dormido en brazos de Louis, así que simplemente beso su frente y lo acomodó junto a su hermana que seguía bien despierta y lista para dialogar.
Con suerte al sentir a su hermano dormido, lo seguiría. Pasarle por encima para llegar a Louis fue más tentador.
– Papi despeinado y barba – se rió en voz baja mientras jugaba con los pelos de su barba de dos semanas.
A Harry le gustaba como picaba, así que estaba dispuesto a convertirse en Tom Hanks en el náufrago si eso le agradaba a su esposo.
– Si, Ro, papá está barbudo – asintió, frunciendo la nariz cuando le pareció divertido apretarla – Anda nena, dale un beso de buenas noches a mamá y a dormir.
– ¿Y a papá y tatito? – pregunto.
– A papá también, al tatito hay que dejarlo dormir, nuestro pequeño heroe trabajo mucho hoy – susurró, ayudando a que pasé de nuevo sobre el pobre Milo para recibir los besos de mamá.
Harry la apretujo en sus brazos y la lleno de besos.
– Dulces sueños mi florcita, te amo mucho mucho mucho – susurró uniendo su frente con la niña.
Louis no podía no querer parar el mundo cuando estaban así, apretando sus caritas en las mejillas de mamá, eran sus tres tesoros más preciados, lo que más amaba en el mundo y lo más valioso que tenía.
– Te amo mami mucho mucho mucho – repitió besando la mejilla de Harry muchas veces antes de volver a Louis para besarlo también.
Minutos más tarde, pudieron acomodar a su florcita junto a su hermano, lo abrazo y sostuvo su mano y allí se quedó, dormida como la santa que era.
Podrían pasar horas y seguir admirando sus creaciones, estudiando cada milímetro de los milagritos que su mayor bendición le daba.
– Los amo tanto que hasta les perdono que me esté prendiendo fuego – susurró Harry cuando finalmente se acomodaron y aceptaron que solo dormirían esa noche.
Soltó una pequeña carcajada que tuvo que callar cuando Rose se quejó, Louis paso el brazo por encima de sus retoños y Harry el suyo, entrelazandolos con fuerza.
– Tengo una ofrenda para ti, mi amor, y estará esperando el momento en que los dejemos en sus actividades – susurró, sonriendo ante la risita que soltó Harry.
– La recibiré con gusto – respondió – Te amo Lou, dulces sueños.
Si de algo estaba orgulloso aparte de sus hijos, era de haber sido lo suficientemente inteligente como para recuperar a Harry y hacerlo su esposo.
– Yo a ti, Hazz, duerme bien mi amor – acaricio sus dedos y cerró los ojos.
Llovió toda la madrugada y siguió por la mañana, por lo que Louis pudo alabar a su Dios mientras llovía hasta con la luz del día.
<3
it's been a long time coming
holis, no se si alguien sigue está fanfic pero escribirla fue una terapia que necesito ahora que extraño a mis papás y no estoy en mi mejor momento anímicamente hablando, así que capaz vuelva a subir extras endulzados cuando me sienta mal jeeste es cortito pero lo escribi en mi ventana de ovulación que todo lo que quería era que un hombre me haga su mujer y me ame con su alma o que mi papá me vuelva a dar un besito de buenas noches como cuando vivía en mi casa
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beach boys [ social media l.s ]
Fanficharry sabía solo dos cosas del papá de su bebé, que se llamaba louis y que era el alfa más caliente que un omega soltero de 21 años podría haberse cruzado en una noche de verano o dónde el omega de 24 años y su cachorro comienzan de cero en un nuevo...