Special

Prólogo

"Mira, hay cocinero de escuela."

"Ni muerta" Camila negó una vez más.

"Peluquera" Dinah dijo riendo.

"Muy divertida" Camila reviro los ojos.

"¿Ser vendedora?" La rubia levantó una ceja.

"Es tentador, pero quiero algo que de más dinero"

"¡Vas a ser prostituta, entonces!"

Camila apretó la mandíbula y lanzó una mirada fría a su amiga.

"Whoa, pero es una buena propuesta." Dinah se encogió de hombros, aguantando la risa.

"Vete a la mierda."

"Caramba, deja de ser gruñona" Dinah bufó, empujando a la latina por los hombros.

"¡Quiero un trabajo, maldita sea!" la más baja exclamo, pasando las manos por su cabello.

"¡No eres lo suficientemente mayor para tener un trabajo fijo, maldita sea!" Dinah afino la voz, con el fin de imitar a Camila.

"Lo sé..." Camila cubrió su rostro con las manos, soltando un grito sordo, "¡Pero necesito el puto teléfono"

"Chan, vamos a dar una vuelta para que enfríes la cabeza. Hará que pienses mejor."

Dinah acarició los hombros de la latina. Camila suspiró y comenzó a masajear sus sienes.

"Está bien" Camila se levantó y echó su cabello a un lado, poniéndose la chaqueta que colgaba en el perchero junto a la entrada. "¿A dónde vamos?

"Vamos con doña Clara... necesitas uno de esos capuchinos"

"Sí, realmente lo necesito" Camila suspiró, en seguida siendo sofocada por los pechos de Dinah, debido al abrazó exageradamente apretado. "¡Sal, carajo!

***

"Buenas tardes, doña Clara," Camila saludó a la señora al entrar al establecimiento.

"Buenas tardes, queridas" la mujer respondió un tanto entristecida.

"¿Qué paso?" Dinah preguntó, apoyándose en el mostrador. Camila hizo lo mismo y tomó una rosquilla dentro de la jarra junto a la caja registradora, colocándolo en su boca en seguida.

"Oh, no es nada." Clara dijo, soltando un suspiro.

"Clara Jauregui nunca está triste." Camila dijo, tamborileando los dedos sobre el mostrador de vidrio.

"Puede decirnos, tía." Dinah le dio algunas palmaditas en el hombro a la más mayor.

"No es nada importante... es sólo que no consigo encontrar una niñera para mi hija. Despedí a la última y ahora no puedo encontrar a alguien confiable."

Camila dio un codazo en las costillas de Dinah, la rubia frunció el ceño y devolvió el gesto, con un poco más de fuerza, haciendo jadear a la latina y tambalearse unos pasos a un lado.

"¿Ya desistió en buscar?"

"Oh, aún no... ¿Conocen a alguna persona de confianza que pueda quedarse con mi hija por la tarde hasta que llegue del trabajo?"

"Ah, sí conozco" Dinah balanceo las cejas, dando un golpecito en el brazo de Camila.

"¡Oh, genial!" doña Clara golpeo sus palmas, sonriendo. "¿Tú quieres, Camila?"

"Mierda" Camila susurró, cubriéndose la cara con una mano.

"¡Oh, sí que quiere!" Dinah exclamo, "Ella realmente está necesitando dinero, doña Clara"