Calmante

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Lauren abrió los ojos, tirando de una gran cantidad de aire para sus pulmones. Se tocó sus labios con la punta de sus dedos. Sus ojos recorrieron por la habitación, su corazón se apretó cuando se dio cuenta de que Camila no estaba allí.

"N-no," La voz de la chica era temblorosa y asustada, "Ca-Camz...." Camila no estaba allí. Había sido sólo un sueño.

"Camz." Lauren gritaba el nombre de Camila como un mantra, las lágrimas escurrían libremente por sus mejillas.

Retrasada, una voz resonó en su mente.
Lauren llevó sus pequeñas manos hasta sus oídos, cerrando los ojos con fuerza. Se tambaleó fuera de la cama y cayó de espaldas contra la puerta del cuarto, su cuerpo chocando con la madera dio lugar a un golpe muy fuerte.

"Camz" Lauren miraba a los lados desesperadamente, la habitación parecía más oscura y pequeña. Un sollozo escapo de la garganta de la chica, ella gritó una vez más, hiriendo sus brazos con las uñas.

"¿Lauren, cariño?" La voz de la madre de la ojiverde se escuchaba, pero amortiguada por los gritos de Lauren. La mujer trató de abrir la puerta, pero la fuerza que ejercía la espalda de Lauren contra la puerta le impedía realizar dicho acto.

Lauren se quedó mirando sus brazos, parando de gritar por un momento. Su respiración se hizo más pesada cuando vio los riachuelos de sangre escurrir por su piel blanca. Lauren sumergió los dedos en sus cabellos, golpeando la cabeza contra la puerta.

"¡¡¡Para!!!" Lauren imploró, retorciéndose contra nada. Su cuerpo temblaba compulsivamente, sus ojos enfocados en un punto aleatorio del cuarto y luego se desviaban. Una especia de gruñido escapó de los labios de la chica, sus puños comenzaron a golpear su propio cuerpo en diferentes lugares.

Clara estaba desesperada; sabía muy bien que su hija se estaba haciendo daño en esa habitación. No había nada que ella pudiera hacer. Lauren, nunca, nunca había tenido un brote tan intenso y cruel como ese.

"C-Camzi." Escucho a Lauren lloriquear suavemente, su voz estaba débil y temblorosa.
Camila.

No estaba segura de lo que aquella chica había hecho a su hija, pero tal vez fuera el único calmante para Lauren.

Escucho a la chica quitarse de la puerta, entonces finalmente pudo abrirla y entrar a la habitación. Se llevó las manos a la boca al ver el estado de su hija, "Lauren", la mujer susurró, completamente desesperada; innumerables contusiones esparcidas por todo el cuerpo, especialmente en el rostro, una pequeña cantidad de sangre escurriendo por los arañazos en su brazo.

"D-deja a Lauren en p-paz..." Lauren balbuceo mientras jalaba su propio cabello. Estaba casi sin voz debido a los gritos de miedo e ira.

Con las manos temblorosas, Clara sacó el teléfono de su hoddie, escribiendo rápidamente el número de Camila. La chica de ojos castaños respondió a la tercera llamada, su voz ronca y soñolienta, seguramente por haber sido despertada a las dos de la mañana.
"Camila." Lauren instantáneamente levantó la vista ante la mención de su princesa "Lauren no está nada bien."

Otro grito de Lauren hizo eco a través de la casa, se levantó y tomó el aparato de la mano de su madre, lanzándolo con fuerza contra la pared.

***

Sin comprender nada, Camila arrojó su teléfono de nuevo en la cama. Sintió un apretón malo en su corazón.

Lauren no está nada bien.

"Mierda." Maldijo antes de levantarse de la cama, poniéndose una blusa de un equipo de baloncesto al azar. Se coloco rápidamente sus all-stars raídos antes de tomar el celular de su cama y bajar las escaleras con pasos furtivos y al mismo tiempo rápido.

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