Sol y luna

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Lauren nunca había estado tan aburrida en la vida.

Ya se había despedido de su madre hace un poco más de veinte minutos con muchas lágrimas de parte de la más vieja. Lauren no entendía el motivo del llanto, pero comenzó a quedar realmente irritada cuando las personas pasaban a mirarlas como si alguna cosa anormal estuviera sucediendo.

Al menos se sentía cómoda. Había cambiado de ropa. Una especie de uniforme. Un pantalón de chándal un poco más grande y una camisa blanca. Lauren se sentía en las nubes sólo por no tener que usar jeans incómodos y que no la protegían del frío.

"Hey, Lauren. Siento mucho haberte hecho esperar tanto," Vives se detuvo delante de la chica de ojos verdes, ajustando su abrigo, "Estaba resolviendo algunas cosas, aún no termine, en realidad. Entonces... ven conmigo, supe que te gusta pintar, ¿es cierto?"

Lauren instantáneamente se agito. Esbozo una enorme sonrisa y, aún sin encarar a la chica delante de ella, asintió con la cabeza, "Cierto."

"Voy a llevaste hasta una sala donde podrás pintar y jugar," Lucy ofreció una sonrisa gentil a la menor mientras extendía su mano, "¿Quieres sostener mi mano?"

Lauren direcciono su mirada a la mano de la chica y pensó un poco. Se limito a sólo sostener su muñeca. Lucy sonrió, conduciéndola por los pasillos largos.

La chica de cabello corto mantuvo su mirada fija en el suelo durante todo el camino. Solamente cuando Vives empujó levemente su hombro ella recordó levantar su mirada.

"No necesitas hablar con alguien si no quieres, ¿de acuerdo?" Lucy animó a la chica de ojos verdes, empujando levemente su espalda para que se acomodara en la alfombra peluda. "No tienes que hacer nada que no quieras."

Lauren finalmente mantuvo un rápido contacto visual con la morena antes de recoger un poco de pintura verde con los dedos y restregarlos en el papel, formando una grande mancha que Lucy no sabía descifrar el significado. Sin embargo, ella sabía que había mucho sentido en la mente de Lauren.

"Lauren, ya vuelvo, ¿okay?" Lauren continuó concentrada en colorear y sólo balanceo la cabeza lentamente. Tan pronto como escuchó el ruido de la puerta ser cerrada, respiro profundo antes de mirar a su alrededor. Los mismos tonos de colores la hacían sentirse incomoda. Al menos no había figuras geométricas. Siempre confundían su mente.

Intento concentrarse nuevamente en el dibujo, pero una risa baja llamó su atención. Miró a su alrededor y trato de encontrar al responsable del sonido, pero sin éxito.

Frunció el ceño al ver un chico pálido acurrucado en un rincón, no muy lejos de ella. Tenía adorables rizos dorados y ojos azules traspasando cierta confusión. Reía sin motivo aparente.

Permaneció mirándolo por un tiempo, hasta que él se encontró con su mirada y paró de reír. Mordió el labio con tanta fuerza que Lauren podía notar sangre escurriendo de su boca. Él rió al ver la sangre gotear en su brazo y succiono el líquido rojo dentro de su boca.

Lauren parpadeó, su estomago parecía dar algunas vueltas. Él rubio cerró los ojos con fuerza y un sollozo bajo escapo de su boca.
Una parte de ella decía que simplemente lo ignorara. La otra imploraba que fuera a interactuar e hiciera que él parara de llorar.

"A-Ally," Lauren susurró, cubriendo sus oídos. Cerró los ojos con fuerza y sacudió la cabeza.

Respiro profundo y pensó en Camila; ¿Qué le gustaría a ella que Lauren hiciera?

Sus dedos estaban inquietos en el dobladillo de su camisa. Con un poco de dificultad gateó hasta el chico y se apoyó en las pantorrillas para permanecer sentada.

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