You're so cute, Matsuno [Ryusei x Chifuyu] [Terminada]

Capitulo 18: ¿Quien eres?

Separaron a Chifuyu de Rysei a pesar de que el lloro y pidio que no lo hicieran, que queria quedarse a su lado y no podia dejarlo por su cuenta, llevandolos en ambulancias diferentes, y ni siquiera se dio cuenta del largo corte que se habia hecho en la pierna, no le importaba, solo podia pensar en Ryusei y en el terror que sentia de que no volviera a despertar.

Tuvieron que ponerle un tranquilizante para que saliera del ataque de panico en el que estaba, tan perdido y tan desesperado mientras rogaba que le dejaran ir con el, le curaron y dejaron en una habitacion separada, mientras se recuperaba del tranquilizante su madre apareciendo en el lugar, habian lagrimas en sus ojos y se lanzo a abrazarlo con fuerza.

-No vas a volver a subirte a una moto en tu vida, no te dejare.-Aseguro entre llanto, y Chifuyu la abrazo con fuerza contra el, lagrimas en sus ojos tambien.

-Ryusei esta mal, no despertaba mama, no despertaba y yo no se que hare si el no esta.-Sollozo aturdido, su madre abrazandolo contra ella para tranquilizarlo, quedandose a su lado.

-Los llevaran a ambos al hospital de casa cuando esten mejor. Pero no me dijeron nada mas que eso.-Le conto, y Chifuyu lloro mas, Jun odiando verlo con lagrimas, porque el no merecia llorar jamas.

Cuando pudo calmarse un poco, Kaori entro corriendo en la habitacion, estaba llorando, se subio a la cama donde estaba y lo abrazo con fuerza mientras las lagrimas caian por su rostro, Chifuyu intento no llorar tambien, abrazandola contra el, sosteniendola y esperando poder calmar un poco su dolor. Siendo Chifuyu lo mas cercano a Ryusei que tenia en esos momentos.

Pasaron un par de horas antes de que supieran algo, despues de muchos examenes y tener que cerrar la herida en su cabeza, estaba fuera de peligro, pero el tec cerrado le tendria mal durante un tiempo, no podria irse del hospital, y solo les quedaba la esperanza de que despertara, no teniendo certeza de que lo haria, Chifuyu solo lloro mas.

Los llevaron al hospital donde estuvo por su brazo roto a los dos, y pasaron la noche en el hospital, Baji y Kazutora aparecieron en el lugar junto a Mikey para saber como seguian ambos, pero Chifuyu no tenia nada que decir, no sabia que decir, no estaban seguros de que fuera a despertar, si no fuera a tener otras consecuencias, como no ser capaz de hablar otra vez, o siquiera recordarlo, y se sentia tan perdido que lo unico que se sentia capaz de hacer era llorar.

En su mente estaban los peores escenarios, sentia que lo habia perdido, y que su corazon se destrozaba por completo, solo entonces dandose cuenta de lo enamorado que estaba, lo mucho que habia terminado amandolo en esos meses que parecian tan pocos, que extrañaba tanto ahora, sintiendose tan culpable porque ellos no habrian estado ahi si el no hubiera querido ir a ver su tia, si Ryusei no se recuperaba jamas, solo seria culpa suya.

Un dia mas paso, y cuando Chifuyu pudo caminar un poco, ayudado por una muleta, fue a verlo, su corazon se rompio un poco mas al verlo rodeado de maquinas, el pitido constante de sus latidos, pero sus ojos cerrados y sin mirarlo, temiendo profundamente en cada centimetro de su cuerpo que quizas ya nunca mas lo haria, solo queria ver sus ojos otra vez, extrañandolos tanto.

Porque eran los unicos que le miraban de esa manera, como si fuera lo mas bonito del mundo, necesitaba que lo mirara y le dijera otra vez que todo estaria bien, que lo calmara como siempre hacia, que le hiciera olvidar las cosas malas como siempre hacia.

Durante esos dias, no pudieron sacar de nuevo a Chifuyu de la habitacion mas que para comer, dormir un poco en su insomnio y ducharse, se pasaba el dia ahi esperando que despertara. Algunas veces ni siquiera logrando convencerlo de marcharse durante la noche y durmiendose sentado a su lado en la cama.

Ahora estaba ahí, durmiendo junto a su cuerpo, demasiado cansado para continuar despierto, sumido en sus perturbados sueños hasta que una molesta sensación en sus mechones rubios, y la frialdad en su mano le hizo abrir los ojos, mientras el sol comenzaba a colarse a través del cristal de la ventana.