20. Malentendidos

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(*)

Llegué a mi casa luego de caminar un rato.
Tomé una ducha bien fría para no tener tanto calor. Me puse ropa cómoda y me senté a componer un rato, hacía bastante que no lo hacía y era mi única manera de despejarme de todo lo que pasaba a mi alrededor.
"Kiss me hard before you go,
Summertime Sadness
I just wanted you to know
That baby, you the best."

Esa fué la primera estrofa que salió de mi mente.

Me ví interrumpida por el timbre, salí a ver quien tocaba, me alegré al ver que era Tracy.

-Hey nena, ¿Cómo has estado?- entró con un budín en mano.

-La verdad mucho mejor, hoy he hablado con Mars, me ayudó bastante a acomodar mis ideas... NO PUEDE SER ¡¿ESE ES EL BUDÍN DE LA SEÑORA PERRY?!- dije con mucha emoción.

-Encontré la receta el otro día que estuve aquí, la tenías guardada en la mesa de luz y bueno, recordé que te encantaba en su momento- fué hasta la cocina y trajo un cuchillo para comenzar a cortarlo.

-Con esto me estás haciendo la mujer más felíz de este puto mundo, lo juro- tomé un trozo y lo devoré como si no hubiera comido en semanas. Estaba delicioso, vinieron a mi mente muchas imágenes. La panadería, Perry leyendo mis carpetas y libros de la escuela, mi mamá comprando este manjar los domingos de madre e hija.

-Todo para que te sientas mejor- tomó una de mis mejillas y la apretó con énfasis.

-No me aprietes que duele, hija de puta- repasé con mi mano donde ella me había apretado- Seguro me dejaste una marca- la miré con desdén mientras tomaba otro pedazo.

-Deja el drama boba, esta noche salimos de fiesta. Saúl me contó que harán una fiesta hoy por el cumpleaños de un amigo.

-Pero mañana entro a trabajar temprano, no puedo madrugar seré un puto zombie, recuerda que ahora atiendo al público.

-Eso ya lo pensé, mañana a las 7, osea tu horario de turno, llama a tu jefe, dile que te sientes pésimo y que tienes fiebre. Él te ama seguro que te comprende y hasta te dé un beso en la frente através del teléfono.

-Tienes razón, me sienta un poco mal mentirle pero bueno, ya está necesito divertirme de todas maneras.

-¡Ese es el espiritú! Bueno esperame aquí que traigo lo que me voy a poner y nos arreglamos juntas.

-Pero todavía es temprano recién son las 5, cálmate.

-No, tenemos que ir antes así ayudamos a los chicos con algunas cosas, vamos muévete- me retó tirándome del cabello para salir corriendo hacia la puerta para que no pudiera alcanzarla y devolverle el golpe.

Ya listas nos encaminamos a la casa de los chicos, osea cruzamos la calle. Decidí llevar algo atrevido esta noche (como siempre) una pollera de cuero con un top blanco con algo de escote. Sobre eso una campera negra para no tener mucho frío mientras estaba sobria.

Nos recibió Duff con latas de cerveza en las manos. Detrás de el nos saludó Michelle, a la que no terminaba de conocer del todo. Las pocas veces que la ví estaba puesta o un poco inestable, cosa que no me dió una buena impresión.

Los demás estaban guardando los muebles y cosas importantes en el garage. Cuando terminaron cerraron la puerta con llave para que nadie pueda entrar en el.

Sobre la puerta que daba al patio había un cartel, algo añejo, que decía Felíz Cumpleaños. Debajo alguno había escrito con fribra las palabras "traga penes". Que hijos de puta, no dejaré que me organicen una fiesta de cumpleaños jamás si hacen estas cosas.

-Bueno ahora sí, que comience la noche- dijo Slash abrazando a Tracy por los hombros- ¿Cómo has estado preciosa? Ya te extrañaba.

-Ew no empiecen con su mierda de enamorados...- dije haciendo una mueca de asco.

-No quiero vomitar si no he tomado nada todavía, así que vayan a otro lado con sus cursilerías de mierda- añadió Izzy sumandose al odio hacia la pareja y su cariño.

-Parece que tienen algo en común...- dijo Axl.

-¿Que somos unas hermosuras jodidamente sexys?- bromeó Jeff con su mejor cara de galán.

-No, ambos nunca recibieron una muestra de cariño sincero en sus putas vidas por lo que no quieren ver a otros haciéndolo- dijo tajante el pelirrojo para luego irse al jardín.

-Tiene razón- comentó Steven por lo bajo.

-Tú callate enano de feria- respondió Izzy tirandole una lata vacía a la cara.

-Izzy-

Luego de un rato perdí el rastro de mis amigos, comencé a caminar hasta el baño para mojarme un poco la cara y espabilarme después de tantas líneas.

En el camino tropecé con una mujer, de figura esbelta, rubia y muy guapa... No lo pensé dos veces cuando guiñó su ojo hacia mí y la besé con furor, sin estar consciente de mis actos para nada.

La empuje para que caminara de a poco hacia el baño y nos encerramos ahí. Nunca fuí tan precoz en mi puta vida. Levanté mis pantalones la saludé con una seña y me retiré.

Prendí un cigarrillo para ir al patio, me senté en una de las esquinas y entre en una especie de transe. Noté que los Mötley habían llegado, no me dió buena espina para nada.

Ví a Emma del otro lado, saliendo del patio através de las vallas tomada de la mano de un tipo, a juzgar por su cara no le gustaba mucho la idea.

Me levanté y los seguí, se detuvieron a unos metros de la casa. Se trataba de Tommy... Los perdí de vista cuando doblaron en la esquina, al llegar ví que ellos... se estaban besando. Mi mundo se desplomó ¿Qué carajos hacían juntos? ¿Por qué ella lo besó o dejó que la besara? ¿No lo odiaba luego de todo lo que le hizo?
Puede ser que hayan sentido mi mirada porque en el instante en que se separaron miraron a mi dirección. Lo único que se me ocurrió en ese momento fué correr por donde vine y perderme entre la gente.

-Emma-

Mierda, Izzy había visto en el momento menos indicado. No vió cuando me solté del agarre de Tommy al doblar la esquina y le dí una cachetada. No vió que el estúpido me tenía presionada contra sus labios a la fuerza luego de implorarme perdón.
Mi única reacción fué pegarle un rodillazo en las bolas y escupirle la cara.

-Eres una maldita mierda, no vuelvas a buscarme jamás idiota, anda tú a saber cuántas enfermedades podrías transmitirme con un beso por tantas putas que te coges, cerdo- con eso me marché detrás de Stradlin. Sabía que no me creería pero había que intentarlo, necesitaba que me creyera. No quería que lo que habíamos contruído estos últimos días se fuera al carajo por un malentendido.

Mi vista estaba borrosa por culpa del alcohol, además el porro que me fumé hace un rato estaba haciendo su efecto algo tardío.

White Boy// IZZY STRADLINDonde viven las historias. Descúbrelo ahora