23:25
Abrí cada puta puerta que se me atravesó en busca de Stradlin, nada. Ni un rastro del pelinegro por la casa.
-Hey Duff, dame las llaves del garage- dije alterada interrumpiendo su feróz beso con una prostituta.
-Sisi toma- metió la mano en el bolsillo- Creo que no las tengo... oh se las ha llevado Jeff, búscalo a él.
Bien, un avance. Fuí a la puerta y la golpeé freneticamente hasta que se abrió un poco. Era él.
-Déjame entrar, necesito explicarte- tomé el borde de la puerta para abrirla. Él no se negó así que fué fácil para mí. La cerré detrás de mí otra vez con llave para que nadie nos interrumpa.
-¿Que mierda quieres explicar? Es tu vida, si tú quieres escaparte y besuquearte con el tipo que te engañó y por el que estuviste llorando conmigo por dos días completos es tu problema. Yo ya no voy a entrometerme en ese asunto.
Se sentó en el sofá y prendió un cigarrillo, con el entrecejo fruncido.
-Stradlin necesito contarte como realmente fué la situación, ¿Tú crees que sería capaz de besar o desear a ese cerdo? ¿Al que me engañó haciendome tanto daño? No estoy necesitada como para hacer eso, me tengo mucho respeto a mí misma como para humillarme así.
-Entonces dime tu "versión de la historia"- me retó haciendo énfasis en las comillas con los dedos de las manos.
Le conté todo, desde el momento en que Thomas me tomó de la mano y me llevó a la fuerza hasta detrás de la calle, cuando me imploró perdón como un imbécil, cuando me besó forzadamente y toda la mierda que le solté luego.
-¿Ahora si me crees idiota?- solté furiosa al terminar toda esa explicación.
-Te ves jodidamente sexy cuando te enojas ¿Sabías?- dijo coqueto.
-Eres un imbécil Stradlin.
-Pero te encanto ¿No es así? Este imbécil te trae loooocaaa- hizo señas con sus dedos alrededor de su cabeza.
-Agh, ya cállate.
Me tiré sobre él y probé hacerle cosquillas. A mi sorpresa al atacar en su cuello comenzó a reir como un idiota ¿ESTA ROCA TENÍA COSQUILLAS? Wow muy inseperado.
-Basta... Basta- reía entrecortadamente.
Paré en seco, nunca lo había escuchado reír así, tan real. Sentada a su lado me acerqué, tomé su nuca y lo besé tiernamente. Él me siguió acariciando mi pómulo con movimientos circulares.
Sentí un bienestar inmenso, me sentía refugiada en sus labios. Me separé y lo miré fijamente, seguía sonriendo como un bobo.
-Podemos... ¿Seguir?- preguntó con vergüenza.
-No te hagas el tímido Isbell- uní nuevamente nuestros labios en un beso más feroz, el tomó mis muslos indicando que me sentara sobre él. Sin objeciones subí a su regazo, presionó mi cintura para que me pegara mas a su cuerpo cosa que subió bastante la temperatura.
Acaricié su pelo, jugué con él y comencé a mover las caderas lentamente.
-Mierda...- murmuró separandose de mi boca.
Inmediatamente comenzó a besar mi cuello dejando algunas marcas por el camino. Mientras bajaba se encontró con mi escote.
-Permíteme- dijo para luego quitar mi top.
En respuesta le quité su camisa de a poco. Respiré cerca de su cuello haciendo que se le erizara la piel, y dí pequeños besos por el. Bajé por su pecho, luego su torso hasta que me tuve que bajar de él para seguir.
-¿Puedo?- pregunté arrodillada frente a él.
-Cl-claro- respondió algo nervioso.
La puerta se rompió dejando a un Slash bastante drogado a la vista. Había atravesado la puerta con su cabeza el loco de mierda. Reaccioné rápido tapandome el busto, aunque todavía tenía puesto mi sostén y me paré.
-Negro de mierda...- susurró Izzy para sus adentros volviendose a poner la camisa- ¿En serio Saúl? ¿Justo ahora?
Se quedó mirándolo esperando una respuesta, la cual no tuvo ya que el negro calló desmayado.
-Carajo- susurré sorprendida.
-Agh ¿Me ayudas Emm?- dijo en camino a la puerta para levantarlo.
Entre los dos pudimos dejarlo en su cama para que descansara.
-Tiene pulso, no hay de que preocuparse- me calmó oír eso, se lo veía bastante mal al pobre.
Lo tapé con una sabana y le saqué la camiseta sucia que llevaba puesta.
-Huele... bastante mal ¿Cada cuánto lavan la ropa?- consulté a Jeff tomando el pantalón del negro con la punta de los dedos. Era un sucio.
-La verdad no sé, cada uno manda a la lavandería su ropa cuando quiere, no me fijo en los demás- carraspeó bostezando.
-Creo que me llevare esto y un par de cosas más, mañana se lo traigo, no puede salir más con esta ropa da vergüenza lo hedionda que está, mira- lancé el pantalón a su cara. Inmediatamente lo tiró con asco al piso y comenzó a toser.
-¡Pero que carajos! ¿Cómo una persona puede oler tan mal? Ni yo llego a tanto Dios mío. Mejor llévatelo porque si se lo pone una vez más va a cobrar vida de las mezclas que puede tener.
Abrí su armario y tomé la poca ropa que había allí para guardarla en una bolsa.
-Bueno, creo que ya me voy ¿Asunto aclarado?
-Claro Emm, pero hay un asunto que sigue pendiente creo yo...- me miró con picardía.
-Ahh, eso... Sí, otro día lo seguimos White Boy- acaricié su mejilla con mi pulgar para depositar un tierno beso en ella- Nos vemos.
-Adiós preciosa- respondió algo embobado.
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White Boy// IZZY STRADLIN
أدب المراهقينDe Canadá a Los Ángeles, mucha diferencia entre un pueblo y la gran ciudad. Conoceré muchas personas nuevas que arruinaran o mejorarán mi vida, no lo sé, hasta quizás pueda cumplir mi sueño. Lo único que sé es que ese chico es mi destino, estoy segu...