XV.

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2 de febrero del 2002.
Zac guarda las maletas y cierra el baúl del carro. Me entrega las llaves y yo lo veo extrañado.

- Intenta llevarlo hasta el aeropuerto - dice abriendo la puerta del copiloto.

¿Qué? A duras penas podía sacarlo de la casa, no iba a manejar el auto por toda la ciudad.

- Ni loco, nos vamos a matar - dramatizo.
Zackie echa una pequeña risa.

- Bueno, bueno, por lo menos hasta la casa de Atticus. Está cerca - dice y entra al carro.

Frunzo el ceño no muy seguro, suspiro y entro en el asiento del piloto. Agradezco que vayamos con tiempo suficiente al aeropuerto porque yo manejo como una tortuga.

- Recuerda tenerlo neutro antes de encender - explica con paciencia - Y luego vas soltando de a poco, no lo hagas de golpe porque el carro se puede ir o apagar.

Le escucho atentamente mientras que por dentro estoy esforzándome por mantener el control. Zac me explica todo tranquilamente, aunque siempre me repite lo mismo cuando me da el automóvil. Le gusta asegurarse de que yo no olvide nada.

Me alegra que la situación con Zac haya mejorado, es más, creo que ahora está mucho mejor que antes. No tuvimos que decirnos mucho cuando regresé a casa, justo cuando estaba a punto de pedirle disculpas él simplemente me abrazó y acarició mi cabello. Solo eso bastó para que yo rompiera en llanto. Él nunca estuvo molesto conmigo.

Manejo con mi vista bien puesta al frente. Me detengo en la entrada de la casa y hago sonar el claxon. Puedo ver como la puerta es abierta y de ella sale Atticus con su papá atrás.

- ¡No te puedes ir! ¡Me decepcionas! - grita mientras sigue apresuradamente a mi mejor amigo.

El castaño manotea el aire restándole importancia a sus palabras, cruza el portón y se adentra en el auto.

- ¿Todo bien? - pregunta Zac.

- Sí, sólo no está de acuerdo con que viaje porque no podré asistir a sus estúpidas reuniones - dice tranquilo.

Intercambio lugar con Zac. Él acomoda el espejo, yo busco la canción que ha pedido Atticus en la Playlist y nos dirigimos al aeropuerto.

- ¿Por qué no vas a las reuniones de tus padres? - Zac intenta abrir un tema de conversación.

Atticus encoge sus hombros, tamborilea con sus dedos su pierna al ritmo de la canción.

- No estoy interesado en esa vida.

- ¿Esa vida? - pregunto confundido.

- Sí, esa vida - repite él - No quiero sumergirme en la vida de los negocios. Estar rodeado de gente superficial y su pensamiento Eurocentrista.

- Pero, si estamos en América, ¿por qué piensan así? - Zac hace cambio y gira a la izquierda en la siguiente calle.

- La mayoría de los accionistas de mi padre son europeos, en realidad, la principal sede de la empresa está allá.

- Cierto, tú padre es de Alemania - comento.

Zac nos ve por un microsegundo, entra en el estacionamiento del aeropuerto y parquea el auto. Tomamos las maletas y nos adentramos al lugar. Mi hermano le textea a Zaid para saber dónde estaban. Íbamos todos menos Ava.

Había solucionado el problema con Zac, sin embargo, ninguno de los dos había vuelto a cruzar palabra con la pelinegra. Los chicos nos habíamos vuelto a reunir, viajar a Hollywood todavía estaba pendiente, no íbamos a faltar al viaje, pero nadie se había comunicado con ella para confirmar su ida. Y no es que alguien haya elegido un bando, para nada, pero si lo pensamos bien Atticus me conocía primero a mí, y Ana y Zaid eran más amigos de Zac que ella. No, no habían elegido, sólo pusieron prioridad a quien iba primero desde un inicio.

ESCONDIDO EN SU SOMBRA [TERMINADA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora