03 de marzo de 2002.
El sol estaba ocultándose, Ava recogía las cosas mientras yo la esperaba junto al auto. Observo el cielo y noto como las nubes comienzan a tener un tono grisáceo, lo que significa que comenzará a llover pronto.
– Ava – la llamo a lo lejos.
Ella alza su vista hacia mí, observa el cielo y entiende lo que quiero decir. Se apresura en guardar todo y regresar a mi lado.
– Es mejor que entremos antes que comience a llover – digo abriéndole la puerta del copiloto.
Ella entra, paso por enfrente del auto y entro en él. Lo enciendo y al instante comienzan a caer las primeras gotas de agua.
– Vaya suerte – comenta buscando alguna canción en su playlist.
Sonrío, y me abro camino a su casa. Al parecer llovería el resto del día, me alegraba que hubiésemos podido disfrutar de la cita a tiempo.
– ¿Te quieres quedar en casa un rato? – pregunta Ava.
– ¿Puedo? – la veo por un momento y regreso mi vista al frente.
noto que ella asiente con la cabeza.
– Mi tía no estará – comenta en un susurro.
Entiendo la intención del comentario, mis mejillas se enrojecen y comienzo a sentir calor. Ava parecía una chica serena y tranquila, con un toque de ternura a veces, pero desde que salimos he perdido la cuenta de cuantas veces lo hicimos. Digo, no me molestaba, pero joder que no se cansa nunca.
– Se me acabaron los condones y me he quedado sin dinero – digo y freno con el semáforo en rojo.
– Está bien, yo tengo dinero – comenta simple – Además que me inyecto, siempre se te olvida.
falló la excusa, ay.
– Cierto, pero hay muchas enfermedades por ahí.
– ¿Estás insinuando que no me sé cuidar? – pregunta frunciendo su ceño.
– No es eso…
– ¿Entonces? – pregunta sin quitar su vista de mí.
Observo en silencio la Luz roja del semáforo, no quiero negarle la idea, pero de verdad que había tenido suficiente sexo por hoy.
– Bien, si no quieres, podemos simplemente ver una película – comenta simple y regresa su vista al celular.
Hago una fina línea con mis labios, hago el cambio y arranco nuevamente cuando el semáforo se coloca en verde.
Llegamos al edificio y estaciono el auto. Ava no espera a que me baje y sale primero que yo, dejándome atrás. La alcanzo rápidamente y esperamos a que el elevador llegue. Ella entra en silencio y se coloca del otro lado, dejando un espacio grande entre ambos. Al llegar, abre la puerta y se adentra inmediatamente en su cuarto. Suspiro, está molesta.
– Lo siento – comento bajo cuando ella se sienta a mi lado y enciende el televisor.
No me responde. Se dedica a buscar algo interesante en netflix.
– Ava – la llamo, ella me mira y vuelve su vista al frente – Ya dije que lo siento.
– ¿Por qué no quieres? – pregunta de repente.
Suspiro.
– No es que no quiera, solo considero que fue mucho por hoy – digo simple.
– ¿Hay un límite para el sexo?
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ESCONDIDO EN SU SOMBRA [TERMINADA]
RomansaPretender que las cosas están bien no siempre está bien, pero en un mundo donde la oscuridad abunda, la mejor forma de sobrevivir es pasando desapercibido entre los monstruos que te observan a los lados del camino, ansiosos por alimentarse de tus mi...