XXII.

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3 de junio del 2002.

Estoy acostado boca abajo en el mueble con la vista fija en un cuadro de la pared. A mi lado Atticus estaba inmerso en su celular, suspira por quinta vez en el día. Zac entra a la habitación del hotel junto con Ava, ambos llevaban trajes de baño. Los chicos habían decidido ir a la piscina mientras que el castaño y yo nos habíamos quedado en la habitación porque no nos apetecía bañarnos en el agua de cloro.

– Deberían venir con nosotros, el agua está deliciosa – Ava se sienta a mi lado.

– Prefiero más la playa – dice Atticus.

Zac saca una botella de agua de la nevera, bebe un poco de esta y se acerca hasta nosotros.  Mi persona rueda a mi mejor y toma lugar a mi lado. Me sentía extraño en mitad de Zac y Ava, era como un triángulo mal formado conmigo en la mitad. 

– ¿No regresaran arriba? – pregunto.

– No sé Ava, pero yo dormiré un rato – Zac se levanta y se adentra en el cuarto.

Me acomodo mejor en el sitio, colocándome derecho nuevamente. Ava recuesta su cabeza en mi hombro y cierra sus ojos por un momento para volverlos a abrir. Alza su vista y me regala una sonrisa. Le doy un pequeño beso y paso mi mano suavemente por su mejilla. Atticus hace un sonido asqueado, nosotros nos reímos y le saco el dedo en medio a mi mejor amigo.

Al cabo de un rato, Ana y Zaid regresan. Los chicos se disponen a bañarse para sacar el agua de la piscina de sus cuerpos y una vez todos estuvieron listos, nos sentamos en la sala. 

– Es nuestro último día en Hollywood, deberíamos estar haciendo algo divertido, no viéndonos las caras como unos idiotas – se queja Atticus.

– Ciertamente, pero, ¿Qué podemos hacer? – pregunta Ana.

El silencio inundó la habitación, estaba pensando en un lugar interesante al que pudiésemos ir, pero la verdad no se me ocurría nada. La última vez que vinimos, aprovechamos al máximo el viaje, que ahora no nos quedaban opciones para divertirnos. Atticus suspira, Zaid pasa su mano por el cabello y muerdo mi labio inferior quitándole la piel muerta.

– Bien – Zac llama la atención de todos.

Estaba en su celular, observa algo más y lo bloquea.

– ¿Alguna vez han hecho excursiones en lugares abandonados o desolados? – pregunta.

Atticus, Ana y Ava se apresuran en negar con la cabeza.

– ¿Ustedes sí? – pregunta Ava.

– Una vez, visitamos una casa abandonada el primer año que fuimos a San Francisco – explico.

Ella hace una pequeña oh con su boca y asiente en silencio. Yo sonrío y Zac vuelve a desbloquear su celular. Le pasa a Ana y pide que lo pasen entre todos.

– Haremos una nueva excursión, he encontrado en internet un hospital que cerraron hace años por un asesinato y ahora está totalmente abandonado – mi hermano habla al tiempo que todos vemos la información de la página web.

Cuando el teléfono llega a manos de Ava, su rostro se pone serio, no hace ningún movimiento y no aparta la vista de la pantalla. Frunce su ceño, suspira y me pasa el móvil. La observo, ella me regala una sonrisa tranquilizadora que regreso y miro la pantalla. 

– No estoy seguro – digo.

Al ver el nombre del hospital, un frío recorrió mi espina dorsal. Mi cabeza dolió un poco y por un segundo todo me dió vueltas.

– Vamos, León. No me digas que todavía le tienes miedo a esos lugares – vacila Zaid.

Lo miro de mala gana y mis amigos ríen.

ESCONDIDO EN SU SOMBRA [TERMINADA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora