11. Cigarrillos, alcohol y malos recuerdos

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-¿Marcy?

-¿Uhm?

-¿Podemos hablar?

« ¿Qué se supone que quiere ahora? » pensó la pelinegra poniéndose de pie.

Jen, una chica bastante alta de cabello pintado en tonos rosas y morados pasteles, de ojos marrones y sonrisa inocente, siguió a Marcy al instante.

A pesar de que Jen era una chica bastante linda en cuestión de físico, Marcy creía que el resto de ella era una completa mierda.

-No te he dicho que si.

Marcy recostó su espalda en la pared de ladrillo y observó de reojo a la peli-rosa encender un cigarrillo para luego llevarlo a sus labios finos y rosas.

Jen soltó una risa y se sentó en el suelo, Marcy puso una mueca y no la imitó, simplemente la observó desde arriba.

El olor que el cigarrillo generaba era bastante disgustante para ella, le traía muy malos recuerdos, recuerdos que quería olvidar pero que Jen no la dejaba.

La chica de ojos marrones inclinó un poco la cabeza y observó divertida a la de iris verdosos desde abajo.

-Si no hubieras aceptado, no estarías aquí — luego de pronunciar esto volvió a darle una calada al cigarrillo.

El humo se mantuvo en los pulmones de la chica antes de que esta finalmente lo dejara salir.

Marcy tosió haciendo que Jen soltara una risita llena de diversión.

-¿Qué quieres?

-Ya sabes que quiero — Jen dijo.

-No te lo daré.

Antes de que Marcy pudiera alejarse, los labios de Jen ya estaban contra los de ella, sabían a cigarros y alcohol, una mezcla simplemente disgustante y horrible que te podía causar asco al sólo sentirlo aunque sea durante un mínimo segundo.

Marcy intentó alejarse, pero el agarre de Jen no se lo permitía y esta simplemente seguía hundiendo la lengua en la garganta de Marcy como si no hubiera un mañana.

Marcy tuvo un recuerdo vago de aquella habitación oscura con olor a cigarrillos, con el olor a Jen...

Finalmente logró alejarse haciendo que la peli-rosa cayera de culo al piso.

-Oh, vamos Marce, sabes que me extrañaste — Jen rió.

Marcy negó con la cabeza y siguió alejándose de la chica frente a ella, quien solamente se puso de pie y apagó el cigarrillo.

-No, Jennifer, no vuelvas a hacer eso.

-¿Hacer el qué, darte un beso?

Marcy asintió.

-¿Por qué no?, Es lo que hacen las parejas.

-Pero tu ya no eres mi pareja, ¿Recuerdas?

Jen rodó los ojos e intentó volver a acercarse a Marcy, pero el teléfono de la pelinegra comenzó a sonar en su bolso. Las cejas de la peli-rosa se elevaron al instante ante el repentino sonido del opening de Evangelion que Marcy tenía de timbre.

Soltó una risita antes de arrebatarle el teléfono de la mano a Marcy sin dificultad alguna.

Luego de leer el nombre que la pantalla mostraba y haber cortado, Jen le tiró el teléfono a Marcy, la pelinegra lo logró atrapar en el aire de milagro.

-¿Tu nueva novia?

-¿Qué te importa?

Marcy se arrepintió de haberlo dicho al instante, soltó un jadeo de sorpresa cuando la mano de Jen se enredó en su mentón con fuerza.

-Me importa porque tú eres solo mía, Marcy, que te quede eso claro.

Jen soltó a Marcy y volvió a encender un cigarrillo.

***

-Contesta porfavor...

Marcy no respondía a las llamadas de Anne, cosa que preocupaba un poco a la castaña.

Ella nunca le cortaba a Anne.

-Seguramente está ocupada ahora, Anne, luego te devolverá las llamadas — Sasha trató de animar a su mejor amiga.

Anne negó con la cabeza y se dejó caer en el sofá, su pierna subía y bajaba dejando en evidencia su nerviosismo, Sasha notó esto al instante y posó su mano en la rodilla de la castaña.

Anne sonrió vagamente ante el gesto de Sasha, pero esto no fue lo suficiente como para que su ánimo subiera o para que sus nervios y preocupaciones bajaran.

Una canción de Clairo comenzó a sonar llamando la atención de ambas chicas.

Anne tomó rápidamente su teléfono y soltó un suspiro lleno de alivio al leer el nombre de Marcy, contestó la llamada y se llevó el teléfono al oído.

-¿Anne?

La voz de Marcy se escuchaba un poco quebrada, como si hubiera estado llorando anteriormente.

-¡Marcy, por Dios, estás bien!

Marcy soltó una pequeña risa que Anne logró escuchar por la bocina del teléfono.

-¿Qué te hizo pensar que no lo estaba?

-¡No contestabas, te marqué varias veces y yo...!

-Anne, estoy bien, solo estaba un poco ocupada.

-Estaba preocupada.

-¿Podemos vernos?

***

Marcy subió sus piernas al mueble y fijó la mirada en Anne, quien acariciaba su cabeza dulcemente mientras le regalaba una sonrisa reconfortante.

Marcy le devolvió la sonrisa como pudo.

-¿Qué fue lo que pasó, Mar-Mar?

-Mi ex novia estuvo jodiendo — dijo — pero no te preocupes, no fue nada grave.

Anne frunció el ceño y se sentó junto a Marcy, la preocupación que la llenaba era bastante evidente, pero Marcy fingía que no la notaba.

-¿A qué te refieres?

-Ella suele ser una idiota cada vez que nos miramos, no pasa de las palabras, así que no hay nada por qué estar preocupada — Marcy sonrió.

Anne no estaba convencida del todo, pero soltó un suspiro y abrazó a Marcy fuertemente.

La pelinegra hundió la cabeza en el pecho de la castaña, aspiró el olor de Anne y se sintió en casa una vez más.

Jen no había tocado a Marcy después de soltar el cigarrillo, por lo menos no esta vez.

-¿Estás segura de que estás bien?

-Si, Anna-Bananna, relájate.

Anne se sonrojó ante el apodo que Marcy había usado para referirse a ella, la pelinegra había estado pensando en un apodo para la castaña desde hace bastante, pero el apodo que había usado recientemente, no lo había pensado anteriormente.

Simplemente lo gesticuló y a Anne le gustó por la reacción que tuvo.

-Me gusta el apodo.

-¿Te gusta más ese o que te diga novia mia?

-¿Qué tal los dos?

Marcy sonrió alegremente y dejó un beso en los labios de Anne, esta vez no encontró un sabor a cigarrillo o alcohol, solo sabor a jugo de naranja.

***

El hilo rojo - ✔️Donde viven las historias. Descúbrelo ahora