El hilo rojo - ✔️

15. Olor a casa, olor a ella

Marcy encajó las llaves de su departamento en la cerradura, soltó un suspiro, lo había estado intentando durante varios minutos pero sus manos temblaban y no podía hacer nada bien si tenía la vista nublada.

Abrió la puerta y entró a su casa. No había nada peculiar en ese departamento, todo era lo mismo de siempre, su rutina de siempre. Dejó las llaves en la mesa al lado de la puerta y se quitó los zapatos, sentía que su cabello estaba lleno de sudor, hizo una mueca, en serio necesitaba un baño con urgencia, quería dejar de oler a los cigarrillos de Jen, quería dejar de oler a ella.

Caminó hasta su habitación, nadie la recibió, tiró su bolso a la cama y se dejó caer al lado, suspiró profundamente, tenía sueño, en realidad, pero había algo que la mantenía despierta, algo que la mantenía con esperanzas de que el día no sería una mierda en su totalidad.

Tomó su teléfono y entró a su chat con Anne, sonrió al ver que Anne había respondido con un sticker de un gato.

"Acabo de llegar a casa, lo siento por no haber respondido, estaba un poco ocupada :(
¿Vienes o voy? No acordamos eso, lol"

Envió los mensajes y dejó el teléfono en su escritorio, soltó un bostezo. A penas se iba quitando la camiseta cuando escuchó una notificación proveniente de su teléfono, sonrió y lo recogió para leer los mensajes.

"Ntp, Mar-Mar, entiendo completamente si estás ocupada jsjsjs
Yo voy a tu casa, en realidad lo de prepararte algo resultó un poco mal (Casi quemo mi cocina JEJWGQKQGWKWBW)
PERO NO IMPORTA
Compraré pasta y jugo de naranja en el camino, no hay por qué caer ante el pánico"

Marcy soltó una carcajada.

De hecho le sorprendía que a Anne le hubiera ido mal en su intento de cocinar, ella era buena en eso, pero no hizo preguntas sobre eso y le dijo que la esperaría con ansias a ella, a la pasta y al jugo de naranja.

Dejó su teléfono una vez más y caminó hasta el baño, abrió la llave y se sentó en la tapa del inodoro mientras esperaba a que se llenara lo suficiente. Su baño no tenía muchos espejos, de hecho, en su casa solo había un espejo de cuerpo completo, odiaba su reflejo, odiaba lo que veía, no era la vista que quisiera tener todos los días.

Lo único que veía era una cobarde, alguien que se dejaba aterrorizar ante las amenazas de una idiota como Jennifer, alguien que no valía la pena en lo más mínimo. Marcy estaba convencida de que si no fueran almas gemelas, Anne no estaría con ella.

No tenía idea de que era lo que Anne veía en ella demás de ese hilo rojo, pero lo que más deseaba en ese mundo (Además de que Jennifer desapareciera) era que Anne nunca dejara de verle lo que sea que le veía para que nunca se fuera de su lado.

[🍒]

Anne tocó la puerta del departamento un par de veces lo suficientemente alto como para que Marcy lo pudiera escuchar.

Estaba nerviosa pero ansiosa al mismo tiempo por ver a su novia, no la había visto un día completo, pasar tiempo con ella era lo que más necesitaba en ese momento, y estaba segura de que Marcy se moría igualmente por estar con ella.

Lo confirmó cuando fue cuestión de segundos para que Marcy abriera la puerta, la melena pelinegra, los ojos verdes y la tez de color oliva aparecieron frente a ella, esbozó una sonrisa. Marcy llevaba un vestido de tipo pijama color rosado y una bata, además de unas pantuflas con orejas de conejo que Anne amó al instante en que las vió.

Marcy sonrió igual de alegre y se abalanzó contra su novia, rodeando su cuello con sus brazos y esperando ser correspondida al instante, Anne tardó unos segundos en reaccionar pues estuvo a punto de caerse al suelo por la fuerza con la que Marcy se le había lanzado, pero en cuanto logró estabilizarse, le devolvió el abrazo con un nivel efusividad parecido al de Marcy.