Capítulo 9.

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Faltaban pocos días para Halloween, para ese entonces ya había terminado de leer el libro de la sección restringida. Todo lo que había leído parecía ficción de lo bien hecho que estaba todo, ya que "Jesus" no fue el único con esa idea, incluso antes que el hubo otros que inventaron la existencia de un Dios que habitaba en el tercer cielo.

No le decepcionaba saber que su existencia era una fantasía, hasta se sentía un poco más reconfortado, ya que durante la lectura le fue imposible no recordar aquellas veces que le rogaba para que los gritos desaparecieran del piso inferior, las noches dónde antes de dormir pedía a Dios que le quitará "esa" parte por la que su papá lo odiaba, todas sus oraciones nunca fueron escuchadas, el no había pedido nacer así, ¿Porque Dios no lo escuchaba si era tan bueno?.

Hacé tiempo que dejaron de importarle esos pensamientos, se había resignado, pero el niño de 7 años al que pertenecían no, hasta ahora podía darle una respuesta a ese niño, el niño no era el problema, el problema era que le estaba hablando a algo que no existía. Con eso en mente caminaba rumbo a la sala común para buscar a Lucius y preguntarle cómo devolver el libro.

- Buenas tardes Señor Malfoy, lamento molestarle pero quería saber el proceso para devolver el libro.- No era una persona muy segura, pero hablar con alguien como el, lo obligaba a intentarlo.

- Buenas, Snape, ¿Terminaste el libro o te aburrió?- Lucius esperaba que le dijera que era muy complicado o no era lo que esperaba. Desde que Narcisa le hablo sobre el, investigo un poco y vio que hasta el momento era el mejor alumno de primero, nada que le sorprendiera, pero si le causaba una pequeña intriga.

- Lo terminé.- Afirmó mientras le entregaba el libro, sintiéndose por primera vez totalmente seguro de algo.

- Ya veo- Tomo el libro, no era normal que un niño tan pequeño se interesara en la lectura, un poco motivado decido conocer un poco más al niño.- A decir verdad nunca me interesó, pero toma asiento y cuéntame de que trata.

Tomó asiento donde le indico el rubio, y con un tono bajó y torpe empezó a relatar lo que más le impresionó del libro, olvidaba que los sangré pura no conocen algunas cosas que para los muggles son básicas, así que respondió algunas preguntas básicas que tenía del tipo, "¿Que es la Biblia?" O "¿Hay un lugar para adorar a ese?". Cuando terminó de explicar el libro a Lucius, este quedó fascinado, no por los idiotas muggles, eso ya lo sabía, por el muchacho, estaba demostrando interés en cuestionar aquellas costumbres muggles con las que creció, pero aún no le sorprendía del todo, lo observaría un tiempo para satisfacer su curiosidad.

- He escuchado que eres el mejor alumno de la generación.- Dijo mientras subía su pierna izquierda en la derecha.- ¿Cómo te hace sentir éso?

- Orgulloso, aunque aún es muy pronto para definirme ese título, me lo voy a ganar y lo voy a mantener.- Para ese punto ya no se sentía del todo incómodo con Lucius.

- Bien.- Sonrió ante esa respuesta, el chico era cada vez más interesante.- Ya sabes a qué te quieres dedicar.

- Aún no, se que quiero trabajar en el mundo mágico, pero no sé bien que tipo de profesiones existen.- Su madre solo le había contado lo más básico del mundo mágico, ella quería que todo fuera una sorpresa.- Me gusta pociones, se que quiero trabajar en ellas.

- La mayoría detesta esa materia porque es muy difícil y según ellos innecesaria, sin embargo la minoría selecta que posea la predisposición puede aprender como hechizar la mente y entrampar los sentidos... A embotellar la fama, elaborar la gloria... Y hasta detener la muerte.

Con cada palabra Severus estaba más que fascinado, sabía que las pociones eran importantes pero eso ya era otro nivel. Las palabras de Lucius eran prometedoras y estaban generando un gran interés, si el mayor le estaba hablando de todo esto... ¿Estaría dispuesto a enseñarle?

- No todos llegan a entender la belleza de un caldero hirviendo suavemente, son sus vapores relucientes, el delicado poder de los líquidos que se deslizan a través de las venas humanas, hechizando la mente, engañando los sentidos...

- Todo eso suena fascinante.- Los ojos de Severus mostraban interés y cuando escucho su tímida vos sonrió con suficiencia, logro lo que quería.- ¿Usted me puede enseñar o guiar?

- Estás mostrando mucho compromiso en tus clases, me complace ayudarte, puedes empezar con el libro Filtros y pociones mágicas de Arsenius Jigger...

- Ehh... Bueno, ¿Ese libro se encuentra en la biblioteca?- Quería aprender, pero tenía algunas limitaciones económicas, pero no iba a ocupar eso como excusa.- O, ¿Hay alguno similar en la biblioteca?

- En la biblioteca no cuentan con ese ejemplar, ¿Por qué?- Era grato saber que su interés no flaqueaba aún con un problema de por medio, que ya se estaba imaginando.

-Bueno, mi familia no tiene una situación económica normal, para este ciclo se hizo mucho sacrificio en comprar lo poco que tengo.- Sabía que no podía mentirle a quien está siendo tan generoso con el, pero era parte de la verdad.

-Ya veo.- Estaba en lo correcto, el chico vestía un uniforme y túnica muy remendados, desgastados, descoloridos y grandes para lo delgado y mediano que era. - Hasta el momento has demostrado ser dedicado, espero sigas así, por el libro no te preocupes, yo te lo voy a obsequiar, solo esperó que de verdad cumplas tu palabra y seas el mejor alumno de tu generación.

Severus estaba sorprendido, se sentía a nada de declinar la oferta, pero pensó que podía ser una oportunidad única, así que con toda la pena y gratitud del mundo acepto y le agradeció.

Solo Nosotros Podemos Ser Infinitos. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora