Capítulo 30.

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Las cartas se hicieron más frecuentes del lado de Sirius, encontrando un escapé de su realidad en escribir, se desahogaba con sus amigos y estos lo escuchaban y le contestaban casi al instante, menos Severus, sus cartas no eran tan frecuentes pero eran extensas y completas, lo que lo reconfortaba. Entendía que la situación de Severus no era buena, esperaba que fuera mejor que la suya, puesto que no le deseaba esté sufrimiento a nadie.

Llevaban repasando los modales básicos de la mesa y algunas otras imperfecciones que había traído consigo según su madre, para este momento había recuperado lo poco que perdió en su estadía en Hogwarts.

- Fantástico Sirius, ves mi amor, como las malas compañías pueden afectarte.- Mencionó con dulzura, para después agregar con desprecio y asco.- Esos jóvenes Gryffindor no saben ni cómo usar un tenedor, solo son una bola de salvajes.

- Dice el papá de James, que no es necesario aprender todo eso, que son simples boberías para gente pretenciosa.- Trató de defender a sus amigos con lo que le dijo James los primeros días que se conocieron.

- ¡¿Boberías?!- Escandalizada, miró al muchacho. - La edad, casa o cualquier otra cosa que me digas, salvo alguna discapacidad, no son excusa para comportarse como un animal en la mesa, son modales básicos como decir buenos días o por favor.- Autoritaria le advirtió a Sirius.- Más vale que no se te vuelva a olvidar, el que ahora seas un salvaje y sucio león, no es excusa para que dejes todos los modales que tienen los magos decentes, no quiero que para las siguientes vacaciones me camines en 4 patas como tus estupidos amigos, si ellos quieren usar su casa como excusa para tener malos hábitos ser tan... tan, tan primitivos, no va a ser tu caso. ¿Te quedó claro?

Sirius estaba lleno de coraje por la manera en la que hablo de sus amigos, que solo lo hizo sentir rechazo a lo que que su madre le estaba enseñando. Se vio obligado a morderse la lengua y mirarla fijamente con los ojos aguados pero llenos de determinación, para evitar darle una respuesta que no quería.

-Pregunte si te quedo claro, ¡Contesta Sirius!- Exigió molesta y levantando la voz.

-Si madre, me quedo claro.

Sirius:
Hola amigo, lamento lo que estás pasando en casa, perdón que te lo diga, pero tu familia está loca, con razón fueron a slytherin, nunca salen magos decentes de esa casa, dice mi papá que son la única casa que no aporta nada al colegio, honestamente yo estoy de acuerdo con el, dime tú haz conocido a un slytherin que valga la pena?, tal vez Severus es el único, pero dice mi papá que no confíe mucho en el, tal vez tenga razón, no lo sé, pero espero que no se repita eso.

Pasando a temas más importantes, adivina a quien le compraron una nueva escoba!!, exactamente a mi, estoy tan emocionado por llegara Hogwarts y montarla, dar un paseo con Lili y con ustedes, en fin, resiste amigo, falta poco para regresar.

Att: James Potter.

Su amigo tenía razón, los Slytherin eran crueles y malvados, es que todo era problemas con ellos, siempre buscando cualquier excusa para delatar a sus compañeros, con sus modales perfectos y actitud arrogante, buscando resaltar y pavonearse para demostrar una superioridad con los demás, el no quería que la gente lo viera así, quería ser un león que lucha por la justicia y no le teme a nada.

Querido Sirius:

Lamento escuchar la situación con tu mamá, lamento más lo que te voy a decir, pero, creo que en esta ocasión tiene razón, ¿Nunca haz visto como queda el comedor después de la cena?, su mesa es la que tiene más comida regada y está sucia, a excepción de donde se sientan las chicas, eso es desagradable para cualquiera, consideró yo que el comportarte de manera adecuada en la mesa no es ser pedante o algo similar, es una cuestión más de respeto, respeto a la comida y los elfos.

Los elfos se esmeran por dar comidas exquisitas, no me imagino que sentiría mi madre si viera su comida regada por el suelo después de que se esmeró tanto, incluso el trabajo extra que le va a constar limpiar después, trabajo que claro yo le puedo ahorrar, es la misma situación con los elfos, a pesar de ser mestizo conozco la etiqueta básica de la mesa al igual que Lili, entonces creo que deberías tener un poco más de raciocinio, ya que tener estas actividades extras te pueden servir en un futuro y son cosas que muchos quisiéramos tener, espero no te molestes por lo que te comete, pero los amigos son honestos y por lo menos desde mi punto de vista, tú mamá tiene razón.

Att: Se despide Severus Snape .

Nunca se había detenido a pensar en algo así toda su vida creció con esas costumbres sangre pura, que ahora sabía, no eran tan sangre pura, en Gryffindor no eran animales, usaban cubiertos y eso, pero sus modales dejaban mucho a desear, los primeros dias incluso se sintió asqueado de ver a sus compañeros comer, eso hasta que James le hizo la observación, durante el desayuno Jame le dijo que comía como un anciano amargado, que los niños debían comer con las manos y ensuciarse, desde ahí se veía obligado a comer como Jame aunque la mayoría de las veces por querer encajar.

Ahora las palabras de Snape le abrían un nuevo mundo, jamás había tomado ese conocimiento como un acto de respeto, es que sonaba tan lógico, se preguntaba que otras costumbres que tenia eran más que simples apariencias, desde que conoció a James y este le transmitía todo él conocimiento de su padre, se había estado cuestionando muchísimas cosas, que causaban disturbios en su mente y no sabía cómo expresarlo para mínimo poder desahogarse, pero ahora con esta nueva perspectiva, podía analizar un poco mejor las circunstancias.

Con eso en mente, se recostó en la cama pensativo, ya quería regresar a la escuela, ver a sus amigos, contarle a Severus todo lo que estaba pensando y abrasarlo mientras esté de daba paladas en la espalda y lo miraba a los ojos después de abrazarlo.

Solo Nosotros Podemos Ser Infinitos. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora