Capítulo 17.

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No sabía que hacer, apenas habían pasado 2 horas desde que terminó el banquete de Navidad, aprovecho que Antonin tenía que enviar unas cartas para esconderse en el salón de pociones. Le gustaba como era el salón cuando no había gente explotando calderos y haciendo cuánta tintorería les viniera a la mente, claro que estaba hablando de los leones, eran un desastre andante, James no sabía nada de pociones, Peter se defendía, Sirius tenía la teoría pero le faltaba práctica, los únicos capaces eran  Remus y Lily, pero se atrasaban por vigilar a sus amigos.

Los entendía ahora, se sentía mal por no poder darles también un regaló, lamentaba no poder compartir de lo poco que tenía, porque no tenía nada, ¿Qué podía darles que no tuvieran ya o que sus papás no les pudieran comprar?, Por más que quisiera no podía darles grandes regalos a sus amigos, literal no tenía nada, no tenía dinero, no tenía algo que les pudiera compartir, les podría hacer una manualidad o tal vez una carta, pero eso sería muy cursi, aparte de que devia cuidar el poco material que tenía. No podría obtener más durante el año escolar y llevaba lo justo.

Se estaba ahogando en sus pensamientos y sentimientos de autocompasión y miseria, cuando la puerta se abrió y escucho pasos pesados y firmes. Por un momento entro en pánico, recordaba que Tobías solía hacer eso en las madrugadas, era terror psicólogico, había veces que lo golpeaba y otras que solo se divertía con el terror de Severus. Antes de ceder por completo al pánico se capto que ya no estaba en la Hilandera, estaba en la comodidad de Hogwarts. El intruso no pareció darse cuenta de Severus hasta que llegó a su escritorio y se tenso un momento nuestras abría los ojos por el pequeño susto.

- Joven Snape, vaya susto que me ha dado.- Soltó con leve gracia y alivio.- No debería estar aquí, son vacaciones, descanse.

- Lo siento señor, pero me aburrí de estar tanto tiempo sin hacer nada.

- Pence que estaba explorando el castillo con el señor Dolohov.- Parecía sorprendió.- Normalmente los jóvenes que se quedan en el castillo encuentran muchas actividades.

- Lo intenté, pero no son de mi agrado, entenderá que requieren de mucho rendimiento físico y yo...- No quería decir lo que era obvio y esperaba el profesor comprendiera, pero no fue así.- Yo no soy muy destacado en esas características.

-Ahora lo entiendo. ¿Le gustaría quedarse un momento conmigo?, Tengo algunas pociones que hacer para la enfermería y otros encargos, me vendría bien su ayuda y un poco de compañía.

Severus acepto la oferta, las pociones son relajantes y le gusta ver cómo cambian de color o textura, aparte de que le serviría para despejar su mente... O al menos eso pensó, ya que durante la hora que llevaban no había podido ocultar su pena de los entrenados ojos del profesor.

El tenía mucho tiempo dando clases y había tenía situaciones especiales con sus alumnos todos los años, había desarrollado una habilidad para entender más las expresiones, comentarios o alguna señal de alerta que pusiera en peligro a sus estudiantes, no solo sus serpientes, todos sus estudiantes. No conocía del todo bien a el muchachito que tenía al frente, pero podía asegurar que tenía un futuro prometedor, era responsable, dedicado, inteligente, astuto, prudente y muchas otras características dignas de señalar en alguien tan joven. Sentía la necesidad de ayudarlo a que no perdiera el camino, no dejaría que alguien más tomara malas decisiones solo por no tener alguien que lo oriente debidamente.

No conocía a los padres de Severus, pero se daba una idea de que eran pares exelentes, como pocos en su clase, el resultado de una crianza exitosa estaba a su izquierda mezclando ingredientes a pie de la letra. Buscó las palabras correctas para intentar sacar información del porque de su estado de ánimo.

- Dime muchacho, ¿Recibiste muchos regalitos?- Noto la tensión en el chico y supo que dió en el blanco con su comentario.

- Si profesor, recibí algunos regalos de parte de los Gryffindor y de 2 Slytherins.- El chico si había recibido regalos, no entendía el pique se tenso si no estaba triste por la ausencia de ellos, hasta que un punto llego a su mente.

- ¡Maravilloso!.- Intento animar el ambiente con una sonrisa y tono alegre para pasar a la segunda pregunta.- ¿Que te regalaron tus padres?

- Ellos están guardando mi regalo para mi cumpleaños, es muy próximo a Navidad y año nuevo, estamos en una situación difícil y no pueden permitirse 3 regalos diferentes en tan corto tiempo.- Severus intentaba mantener la calma y concentrase en qué su voz no se rompiera, antes de que entrara el profesor estaba muy sensible.

- Entiendo, bien muchacho, he notado tus grandes capacidades y habilidades en las pociones y otras disciplinas, cómo tú jefe de casa estoy muy orgulloso.- Orgulloso, no sabía cuánto quería oír esas palabras hasta hoy, era la primera persona que se lo decía de frente, ya sabía que su mamá también estaba orgullosa de él pero nunca se lo dijo directamente es más un hecho que puedes deducir.- Me gustaría darte un premió por ser un alumno modeló y para motivarte a continuar así.- Slughorn se movió a su escritorio y saco un frasco pequeño que si no se equivocaba era.-  Felix Felicis, es una poción muy complicada de hacer, otorga suerte y seguridad a quien sea que la beba, absolutamente todo le saldrá bien.- La sonrisa en el profesor era cada vez más grande y su tono más animado.- Confío en qué usted sabrá usarla de manera adecuada.

- Gracias señor, pero me temo que no puedo aceptarla.- Severus se sintió tan culpable cuando vió caer la sonrisa de su maestro, para evitar que pensará mal de el le dió una explicación.- Me temo que yo no puedo ofrecerle un presente a usted y no sería justo.- Ahí estaba lo que Horace estaba buscando.

- Dígame jóven, ¿Está así de decaído porque no puede retribuir a ningún obsequio que le llegó?- Severus se vio atrapado, ya era inútil negarlo, estaba tan deprimido y le dolía la cabeza como para pensar en una excusa creíble, así que solo soltó un suspiro y asintió.- Bueno, tal vez nunca lo ha escuchado, pero Hogwarts siempre brindará ayuda a quien lo necesite, entiendo que este pasando por un momento difícil en su casa, pero siempre hay una solución, así que por favor, apagué el caldero y sígame.

Severus hizo lo que se le solicito y después siguió a su profesor por los pasillos de Hogwarts.

Solo Nosotros Podemos Ser Infinitos. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora