Capítulo 26.

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Desde hace dos horas que ya estaban en su hogar... El ya sentia la ansiedad crecer en su interior, conforme el reloj avanzaba se hacía más próxima la llegada de Tobías. Ver a su mamá preparando la cena tan calmada, lejos de relajarlo, lo ponía más ansioso, por su mente pasaban muchos escenarios violentos, desesperadamente buscaba rutas de escapé en caso de necesitarlo.

- Pronto llegara tu padre, recuerda ser gentil con el, está algo nervioso.

- ¿A qué te refieres?

- Hace un tiempo tuvimos una pelea.- Sabía que su madre no iba a estar segura con el.- Fue algo violenta, pero después el recapacitó y me pidió perdón, dijo que no podíamos seguir así, que quiere cambiar, antes de que digas algo está dejando el alcohol.

- ¡Pero mamá!- No podía ser que esto se estuviera repitiendo, siempre era lo mismo, los dejaba en la miseria y después los llenaba de falsas esperanzas.- Siempre dice lo mismo, la otra vez fue porque casi se me fractura la mano a pisotóes.- Realmente le dolía la situación, el solo quería una familia feliz, pero con Tobías no iba a poder ser posible, apresar de que lo había aceptado hace años aún lo entristecía.

- Está vez es diferente, Severus.- Escuchar y ver la esperanza en ella dolía.- No hemos pelado en casi 3 meses, está vez va a ser diferente. Tú solo confía en mí, por favor.- Suplicó.

- Está bien, confío en tí.- No quería ceder, pero le era imposible negarse cuando los ojos de su mamá tenían ese brillo tan bonito.

El todavía recordaba los muebles rotos junto con las promesas, aún estaban sanando las heridas internas de ver su mayor anhelo, tener una familia, desmoronarse cada vez más, ¿Era tan difícil ser adulto?, No lo sabía, pero el era un niño que tenía más problemas de los normales y no era violento, tal vez arisco y antipático, pero no lastimaría jamás a nadie, el no sería como Tobías.

Más pronto que tarde, llegó Tobías a su casa, de manera inmediata bajo la mirada y se quedó estático en la silla del comedor donde le estaba haciendo compañía a su mamá, lo único que se escuchaba eran los pasos de Tobías acercándose a él, el nudo en su estómago se hacía más denso y buscaba desesperadamente en todos los escenarios que pasaban en su cabeza, la manera de salir intacto. No podía ser, todavía no tenía un plan de escapé y Tobías ya estaba arrodillado frente a el con una mano en su hombro.

- Hijo, mírame.- No, por más inofensivo que pareciera, el no iba a caer, sabía que era un lobo en la pien de un cordero.- Mírame por favor, Severus.- Nada.- Se me va a acabar la paciencia, por favor.- A casó eso fue una ¿Amenaza?, Pero no iba a ariesgrase.- Bien, se que esto es difícil para ti, para mí también lo es, yo... Cometí tantos errores con ustedes, mi familia, yo ya recapacite, voy a dejar el alcohol, voy a ser el padre que necesitas, eres mi niño y no quiero que crezcas sin un padre, voy a ser un buen hombre para tu mamá y para ti.
Ldp
Ahora que lo tenía de cerca, estaba más limpió, no apestaba a alcohol o a tabaco, se veía fatal, tal vez por la desintoxicación, pero ¿Cómo confíar?, No niega que siempre quiso un papá que lo llevará a el parque como los niños que veía de lejos en el parque, que lo cuidará como el papá de Lily, el que no lo juzgó por tenerle miedo a un animal desconocido.

- Yo..., no se que hacer.- Mormuro volviendo a bajar la mirada asustado.

- Lo entiendo, pero mirá, te traje un regalo de bienvenida.- De su mochila saco una pequeña bolsa con una playera negra de su talla y nueva. Eso derribo un parte de su muralla, pero los ojos de Tobías y su voz, se iban a grabar en su mente.- ¿Te gusta?

- Si... Muchas gracias.- Avergonzado desvío la mirada a su mamá, que miraba la escena conmovida, movió los labios en una señal para el.- ...Papá.- Realmente le costó sacar esas palabras, pero no más que devolver el abrazo que le estaba dando.

Así pasó la cena, el sintiéndose alerta por cualquier cosa, y con sus... Papás, jugando a ser una familia feliz, le preguntaron por sus días ahí, contó lo justo y necesario.

Eran alrededor de las 11 de la noche cuando sintió que alguien le jalaba un pie, estaba a nada de gritar, pero vio a Sirius en la esquina inferior de esta, enojado solo le dijo "largo" y se volvió a acostar. Sintió el movimiento del colchón a su lado y las manos de su hermano empujarlo a un lado.

- ¡¿Que carajos quieres?!- Estaba tan frustrado que no se dió cuenta y soltó una mala palabra, rápido se tapo la boca con ambas manos y mormuro.- ¡No puede ser!, Yo no soy así, es Sirius que no deja de molestar.

El mayor dió una pequeña sonrisa por la actitud de su hermano.- Solo quería hablar contigo un rato, ya sabes, mañana vamos a estar ocupados con las clases de mamá y casi no tenemos tiempo. Aparte de que en unos meses vamos a estar juntos en Hogwarts, ¿No te emociona?

- Claro que me emociona, poder estar en Slytherin y honrrar a mi familia, conocer gente y más cosas.- Sirius claramente captó la indirecta de su hermano.

- ¿Slytherin?, ¿No crees que ya hay muchos en nuestra familia?, Tal vez necesitamos un Hufflepuff.

- ¿Estás insinuando que soy un sentimental tejón?- Claro que se sentía ofendido, su tío Cyndungus le dijo que los tejones eran unos intensos que no pensaban claro.

- No, no, no. Solo que no me gustaría que seas malo.- ¿Malo?, Se estaba perdiendo de algo o su hermano había perdido el juicio en la casa escarlata.

- ¿Por qué habría de ser malo?

- Porque todas las serpientes son malas, nuestra familia es mala, solo que no lo sabíamos, los slytherins en la escuela son malos, yo no quiero que también seas malo.

- ¿Entonces era mentira lo de tu amigo Slytherin?, No me sorprende, después de todo eres un mentiroso...

- ¿Qué?, ¡No!, Es verdad lo de mi amigo, se llama Severus, por eso te digo que todos son malos, lo tratan mal por qué es mestizo, hacen lo mismo nuestros papás, pensé que era normal, pero ya se que no.

- ¡¿Eres amigo de un mestizo?!, No puede ser, Sirius, mamá se va a enojar mucho si se entera.- Ya se había entrado, vaya que sufrió, no solo por Severus, también por Peter y Remus, le dió un castigó por cada uno de ellos, pero no se olvidó de James, no sabía cuál de los cuatro había sido por, pero no sé arrepentía.

- Es increíble, lo juro, es muy inteligente, fue el mejor alumno de todo primer año, y es muy bueno en pociones, te juro que te va a caer bien, solo dále una oportunidad.- Estaba rogando a todos los seres poderosos que conocía, el que su hermano y Severus se llevarán bien le ayudaba mucho, alejaría a su hermano de ser malo y Reg alejaría a Dolohov de Sev, tenía que lograrlo.

- No lo sé, no quiero hacer enojar a mi mamá, ella es aterradora.

- Lo sé, pero si yo puedo hacerlo tú también.- No esperaba escuchar eso, desde siempre ha querido ser como su hermano, un niño bonito, aventurero, carismático y últimamente valiente.

- Bien haré un intento por hablarle, pero no prometo nada, solo una oportunidad, no más. Eso era todo lo que necesitaba, desde ya iba a iniciar el "Plan para tener a mis dos serpientes", paso uno listo, sigue el dos, darle consejos a Regulus para que pueda sacarle platica a el amargado Snape.

Puede que quisiera conocer a su hermano de no quedar en la casa de las serpientes, pero sabía desde un inicio que era una batalla perdida, su hermano era el candidato perfecto para estar ahí, no quería que la personalidad de su hermano cambiará por nada del mundo. Aunque tenía un plan de contingencia en caso de que su hermano si llegara a quedar en otra casa, pero por el momento no se iba a preocupar por eso, a final de cuentas Dolohov estaba lejos, y solo podían hablar por cartas mediante la pelirroja. El también podía enviarle cartas, Dolohov no estaba haciendo nada extraordinario.

Solo Nosotros Podemos Ser Infinitos. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora