Había discutido con su madre un sinfín de ocasiones por no querer asistir a la boda de su hermano gemelo, al cuál odiaba con todo su ser en ese preciso momento de su vida, él había provocado una enorme herida irreparable en su corazón, se sentía como si una parte de ella hubiese muerto y disecado, como si el órgano que era capaz de darle vida y de bombear sangre por todo su cuerpo se hubiera detenido, dejándola con tan solo el odio y el dolor, era como si solo quedara de ella la parte racional y cociente de que debía moverse, hacer y deshacer en lo que llamaban vida.
Si nunca hubiese conocido a Abril, si no se hubiese enamorado de ella como una idiota, si no le hubiese encontrado todas aquellas virtudes que la hacían parecer perfecta ante sus ojos, seguramente estaría viviendo su vida como siempre, sin pensar en nadie, sin soltar suspiros, pero sus ojos se desvivieron por Abril, fascinados por su belleza y por todo lo que era ella y ahora se encontraba llorando amargamente en silencio por las noches en la soledad de su cuarto toda la felicidad que alguna vez viviera.
Por eso la tan solo idea de imaginarse de que Abril pasaría cada noche con Ariel, le revolvía el estómago y le hacía hervir de coraje por sentirse traicionada por la mujer que a pesar de todo aún amaba, jamás se imagino que Abril tras casi un año de relación terminaría cediendo ante los encantos poco inteligentes de su gemelo Ariel, que se empeñó cada día en llamar la atención de Abril.
Amelia nunca había odiado tanto el que hubiesen sido gemelos y que sobre todo fuesen tan parecidos, solo que ella de constitución física más delicada, delgada y más baja de estatura por ser mujer, en cambio Ariel era más alto, de aspecto más fortachón y por último sumamente guapo, ambos eran guapos y por dónde pasaban provocaban que las miradas tanto de hombres como de mujeres cayeran sobre ellos, pero lo que más le molestaba a Amelia era de que a pesar de que Ariel ya tuviera novias o amantes, se hubiera empeñado en quitarle la mujer de la que ella estaba profundamente enamorada.
Lo mas irónico para Amelia era que los nombres de los tres iniciaran con A, pero es que Clemencia, su madre, en cuanto supo que esperaba gemelos, no paro de buscar nombres para sus hijos que empezaran con la misma letra y de esta manera presumir a sus dos hijos nacidos en el mismo parto.
Al nacer de inmediato fueron bautizados con el nombre de Ariel y Amelia, los gemelos impactaban a todos aquellos que los miraban por primera vez, ya que eran idénticos a pesar de que uno fuera niño y la otra una niña, sumándole que Clemencia tuvo la genialidad de vestirlos iguales apenas nacieran, por lo general Amelia les ponía colores neutros, adoraba verlos vestidos de la misma manera, mientras que a Isaac, le daba lo mismo como vistiera a sus vástagos, amaba a sus hijos vistiesen lo que vistiesen, así como también amaba a su esposa y a Isaac le gustaba complacer a su mujer, por eso es que trabajaba de sol a sol en su terreno cultivando rosas.
Pero Amelia ahora más que nunca no le veía el encanto de ser gemela, más bien ahora lo sentía como una maldición, porque esa atadura ahora la obligaba a estar dentro de la iglesia, en primera fila para ver y ser testigo de como el padre de Abril la entregaba a Ariel ante el altar. Ellos sonreían mientras ella por dentro se moría de dolor, aún no podía creer que Abril la hubiera sacado y borrado de su corazón tan rápidamente, se sentía tan miserable, además de que sentía rabia y coraje de haber sido tan tonta de haber dado todo el corazón, tanto que ahora lo sentía vacío e incapaz de volver amar.
Aún Amelia tenía bien grabada en su memoria la tarde en que Abril le dijo que ya no podía continuar con lo que tenían, porque según ella no era natural que dos mujeres se amaran, que en cambio fijarse en un hombre era más común y menos escandaloso.
—¿Me amas? — le pregunto Amelia desesperada, aquello que Abril le decía no le parecía tan importante.
—No es eso.
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Entre las flores (En Amazon)
Romance¿Que tienen en común una doctora y una mujer veterinaria que ama el campo y el cultivo de las flores? Abril y Mayo, estación de primavera pero en su corazón solo había un frío desierto incapaz de volver a un estado neutral. Eso es lo que había en co...