Después de dos meses de salir por lo regular los fines de semana, Cara y Valeria no podían evitar ahora tomarse de las manos en un gesto automático, ambas querían sentir su tacto y cercanía, solían caminar por el parque o por algún centro comercial sin ver nada en especial, solo les gustaba pasar el tiempo libre juntas.
Aún no se habían besado en los labios, pero si que muchos besos habían terminado muy cerca provocando estremecimiento en ambas, Cara ya no quería ser quién llevara el control, ahora quería que fuera Valeria quien tomara valor, la tomara entre sus brazos largos y la besara con toda esa pasión sabía que tenía contenida dentro de ese largo cuerpo, pero la veterinaria parecía respetarla más de la cuenta y seguía dejando que Cara llevara la voz cantante. Valeria no era más que plastilina en manos y precencia de Cara.
Cuando Valeria se animó a darle el primer beso en los labios a Cara fue cuando fue a buscarla a su casa, Cara llevaba un bonito vestido de verano con sandalias y un bolso, Valeria bajo del auto apenas verla, no pudo evitar el impulso de ir hacia ella, tomarla entre sus brazos y hacerla girar, Cara no pudo evitar reír mientras giraba en el aire, teniendo por primera vez el rostro de Valeria a la misma altura, ya que la veterinaria fácilmente le sacaba al menos seis centímetros de altura, pero los ojos de Valeria siempre estaban buscando los de Cara y este gesto hacía que la psicóloga se sintiera como pez fuera del agua o como un pedazo de hielo bajo el sol.
Antes de que los pies de Cara tocaran el suelo, Valeria la beso en los labios, con timidez y dulzura, le emoción del momento hizo que fuera mágico para ambas y que todo a su alrededor desapareciera para que solo fueran ellas dos en el mundo en ese instante.
Valeria abrió los ojos sorprendida por haber besado a Cara llevada por el impulso del momento, su preocupación fue disipada cuando se topo con la dulce mirada de Cara, quién le había devuelto el beso.
—Pensé que nunca me besarías — susurro Cara sobre los labios de Valeria disfrutando del calor de su cuerpo.
—Quería hacerlo desde hace mucho, pero temía incomodarte — confesó Valeria sonrosada —. No quiero que pienses que solo quiero que seas una aventura, eres muy especial para mí Cara.
Aquello fue lo más romántico que Valeria pudo decirle a Cara, de la mujer que se enamoró por primera vez, diciéndole lo más sincero que le salió del corazón, sin adornos ni falsas palabras. Cara sonrió llena de felicidad al escuchar aquellas palabras, se alegraba de no ser la única que sentía cosas, de no ser exclusivamente ella quién se había enamorado.
—Hace mucho que tu también eres especial para mí — confesó Cara y Valeria la estrujó más fuerte, haciéndola girar nuevamente con ella, ambas se echaron a reír exultantes.
—Sería muy tonto de mi parte preguntarte….si….. ¿Quieres ser mi novia? — pregunto cuando la dejo en el suelo.
—Esperaba recibir flores ante esa pregunta.
—Aun no termina el día.
—Si digo que si ¿Habrá flores más tarde?
—Flores y chocolates.
—¡Que oferta!
—Deberías aprovechar, solo será por hoy.
Cara la beso de nuevo y le susurro el sí, sobre los labios de Valeria que sonrió alegremente interrumpiendo el beso que Cara le daba, a cambio fue recompensada con un fuerte abrazo, que hizo saber a Cara que Valeria estaba en la misma sintonía que ella.
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Entre las flores (En Amazon)
Romance¿Que tienen en común una doctora y una mujer veterinaria que ama el campo y el cultivo de las flores? Abril y Mayo, estación de primavera pero en su corazón solo había un frío desierto incapaz de volver a un estado neutral. Eso es lo que había en co...