Entre las flores (En Amazon)

Capitulo 7

Tras dos años de arduo trabajo, Amelia aún no tenía el dinero suficiente para darle forma a su sueño, aún seguía solo en su mente, pero cada vez más le faltaba poco para llegar a su meta.

Pensar en Abril ya no le dolía, se había convertido tan solo en un recuerdo el cuál le recordaba que no debía enamorarse y tampoco podía hacerlo, Abril le había servido como un tipo de purga para el enamoramiento.
Por otro lado Ariel y Abril se habían convertido en padres de otra niña, a quien l pusieron de nombre Tamara, quién tenía un año y Dana se había convertido en la hermana mayor con cuatro años de edad. Amelia adoraba a sus sobrinas y se alegraba de que Ariel les dejara convivir con sus pequeñas de vez en cuando cada que tenía ratos libres, pues la mayoría del tiempo se la pasaba ocupada, ya fuese en el campo o bien atendiendo animales en alguna parte del pueblo, tanto trabajo arduo y pesado la habían hecho adelgazar más de lo que estaba, a pesar de que comía como por tres, no subía ni un gramo.

Amelia con el apoyo de su padre, había abierto una pequeña farmacia veterinaria en el pueblo, la cuál estaba lo más surtida posible y cada día tenía ventas, Amelia abría su negocio pasado el medio día, después de que terminara de almorzar luego de su mañana laboral entre las rosas y el vivero.

Clemencia había dejado un poco de lado el miedo y la paranoia de saber que a su hija le gustaban las mujeres, se fue dando cuenta de que Amelia actuaba con normalidad, como cada día, no había ninguna actitud diferente, solo su aspecto menos femenino al cuál ya estaba acostumbrada, se percató de que Amelia no mostraba interés por nada ni nadie que no fuera trabajo, le dolía que fuera tan solitaria, pero prefería mil veces verla sola que con alguien de su mismo sexo, tomando un camino de perversiones y siendo la comidilla de todo el pueblo.

A finales del año que corría Amelia estaba ya decidida a platicar con su padre el proyecto que tenía en mente, ese día Isaac había ido a dejar un pedido de rosas a la ciudad, así que Amelia lo esperaba con ansias esa tarde, más sin embargo ella y su madre comenzaron a preocuparse cuando Isaac estaba tardando más de lo acostumbrado, sumándole que no había respondido a la llamada que Clemencia le hiciera para saber en dónde estaba, esto hizo hacer sonar las alarmas de angustia y temor en ambas mujeres.

Eran casi las nueve de la noche cuándo recibieron la llamada de la policía avisándoles de que Isaac había sufrido un accidente, que había perdido la vida lamentablemente camino al hospital  y la otra persona que lo acompañaba aún seguía con vida pero en estado crítico, Clemencia no pudo terminar de tomar la llamada al escuchar la noticia, Amelia tuvo que hacerce cargo mientras sentía un nudo estrangulándole la garganta, pero aún así hizo acopio de todas sus fuerzas para tomar los datos que le daban.

Veinte minutos más tarde Clemencia, Amelia y Ariel se encontraban viajando rumbo a la ciudad para reconocer el cuerpo de Isaac, ninguno de ellos lo podía asimilar, les parecía algo de otro mundo, como si no fuesen ellos a los que les estuviera pasando esa situación tan dolorosa, pero cuando entraron a reconocer el cuerpo del hombre, padre y esposo, rompieron en llanto, sintiendo como una parte de ellos se rompía.

El hombre que los había enseñado a trabajar, a forjarse un futuro, a amar y a muchas cosas buenas, había muerto, ya no lo tendrían para que les diera algún consejo, para Amelia y Ariel era el hombre más sabio, para Clemencia el mejor hombre y padre, el amor de su vida, la persona que le dio todo sin pensar y se preocupo por ella cada día y ahora Clemencia se preguntaba si había sido recíproca con él.

Isaac se había impactado en su camioneta de regreso a casa de frente con un camión de carga que se había quedado sin frenos y del cuál el chófer había perdido todo control, por lo cual Isaac tuvo la mala suerte de haberse topado en su camino, acaparando todo el impacto de frente, dejando la camioneta casi en su totalidad destrozada.