El asesino del carro rosa.

En sus brazos.

—Él está arriba.

Subió al destartalado elevador dentro del edificio de pintura erosionada, levantada y descarapelada por los años que relucía tanto fuera como dentro de su vieja estructura. Izzy cerró la reja plegable, después presionó el botón del último piso arriba: los rechinidos y los jaloneos que acompañaron su ascenso le hicieron pensar que tal vez ir a conocer al tercer integrante de su banda a una azotea no era una buena idea.

El elevador no pasaba más allá del piso diez, las escaleras cumplieron su función para llevarlos hacia el punto más alto del edificio de apartamentos, y ahí estaba...

Ahí estaba él,

en la esquina más alejada a la entrada de la azotea bardeada; una figura traslúcida por la claridad de su piel; blanco como una hoja de papel. Su cabello de fuego y su sonrisa ígnea.

Bill Bailey.

Era verdad, Izzy había tomado un par de días para hablarle de lo genial que era su amigo con quien creció en Lafayette, de lo bien que cantaba y el cómo esperaba que lo alcanzara en California para que, sin consultarle previamente, fuera el vocalista de su banda conformada por los dos, ambos guitarristas.

Decir que estaba incrédulo era poco. No tenía ni la más mínima esperanza en que su banda progresara teniendo como líder a un completo extraño que conocía únicamente a través de las historias al azar infantiles que le contaba Stradlin. Pero, sus pensamientos complejos se desvanecieron en cuanto pudo ponerle rostro al inquieto chico que, según su amigo, era el mejor cantante en el mundo.

Fue amor a primera vista.

...

Los dos jóvenes entraron a su habitación con sus pequeñas maletas llenas de prendas coloridas y pertenencias personales. Él mismo les había hecho el ofrecimiento de que se mudaran a vivir con él para poder pasar más tiempo juntos, y para poder dedicarle más tiempo a AXL, su nueva banda de tres.

Los chicos insistieron en vivir en la sala para no invadir la privacidad de su alcoba, pero era la casa de sus padres y ellos realmente no le apoyaban en su elección de ser músico, por lo que prefirió evitar altercados innecesarios y acondicionar su amplio cuarto para los tres. Izzy y Bill estaban acostumbrados a dormir juntos por su larga amistad desde la escuela secundaria. Las cosas se acomodaron por sí solas, dejándolo a él durmiendo en una colchoneta al lado de la cama, cerca del fascinante Billy.

...

Billy era la persona de sus sueños. Lo fue descubriendo paulatinamente en cada plática y en cada práctica, en cada día que pasaban juntos. Era la persona más agradable que conocía, la epifanía del carisma, la belleza y lo espléndido. Cuando estaba frente a él, hacía que su corazón diera latidos tan intensos que éstos le movían hasta la base de su garganta, y sentía que el cuerpo de Izzy a su lado vibraba de la misma manera que el suyo....

...

Bill e Izzy eran buenos amigos para él. Mereció la pena que platicara con su padre para llegar a un acuerdo de un préstamo monetario con el motivo de grabar su primera demo bajo el nombre de Hollywood Rose.

Nunca vio a Bill tan contento como en esa oportunidad. El pelirrojo incluso lo abrazó y le agradeció el sacrificio que hizo con su padre para que su álbum existiera.

Y se sintió increíblemente bien estar así de cerca a él.

Tanto que se planteó y replanteó la posibilidad de realizar más sacrificios para volver a estar entre sus brazos.

...

Sintió el puño golpearle en la cara sin siquiera ser capaz de meter las manos para protegerse, pues nunca imaginó que Bill pudiera hacerle daño. Izzy se colocó en medio de ambos para detener la pelea verbal que escaló de pronto a la violencia física en uno de los arrebatos de ira del de cabello bermejo. Y todo el embrollo sólo porque le golpeó en la cabeza sin querer con el mástil de su guitarra durante una presentación en un bar.

El puñetazo tras bambalinas significó el quiebre y la separación de Hollywood Rose.

Axl se fue lejos de él, presumiendo el corazón que le extirpó en su mano.

...

Sus padres nunca lo apoyaron en su carrera como músico. Sin embargo, cuando los nombres Izzy y Axl empezaron a ser reconocidos en los periódicos y en las estaciones de radio, su padre se creció en recriminarle el gran error que cometió al separarse de ellos, pues ellos eran famosos ahora y él seguía siendo un fracasado.

Un fracasado que cometía fracaso tras fracaso.

Y tropezando en su pila de fracasos, terminó hundido en el alcoholismo a sus diecisiete años de edad.