Tras pasar un rato con Asia, seguiría intranquilo. Sabiendo que algo me estaba perdiendo. Pero simplemente lo ignoraría, y me dirigiría a la academia.
Entraría en la académia kuoh. Siendo recibido por motohama, cúal observaba a issei de manera oculta...
- Hola, motohama ¿que hacés?
- Estoy observando a issei, parece algo diferente... - Diría mientras se sacaba un moco y lo pegaba en la pared.
¿Los japonenes también hacen eso..?
- Tal vez solo haya madurado - Respondería con una expresión de asco.
- Estamos hablando de issei, la encarnación de la perversión...- motohama me observaría con una gota de sudor.
- Si... Supongo que tienes razón...
Observaría a issei, cual se encontraba charlando con rías.
- ¿Y si ahora issei a logrado enamorar a la famosa rías gremory?- Preguntaría, aunque sabia la razón.
Me resultaba divertido hablar con matsuda y motohama. Es lementable que tengan tal perversión y que sean tan... "Sociales", en fin.
-Eso es imposible, nuestro issei no es nada atractivo...
-Supongo que tienes razón, bueno. Te dejare con tu investigación- Me marcharía mientras me preguntaba que tan fuertes eran realmente las feromonas de un dragón.
Luego de terminar las clases, continuaria mi camino llegando al club del ocultismo.
-Hola~- Abriría la puerta saludando a los miembros del club, pareciendo haber entrado en un momento clave.
-¡De verdad quiero salvarla!- Gritaría issei, mientras era detendio por los brazos de rías.
- Oh, vaya. Parece que interrumpo algo... ¿Salvar...? ¿A quien? - Observaría a issei con curiosidad.
-¡Ah, Asia! - Issei me observaría sin saber que hacer.
Abrí mis ojos con sorpresa, para casi inmediatamente después, palmear mi rostro con fuerza.
-*¿¡Como me pude olvidar de eso!?* Tranquilo, yo la salvare - Levantaría mi pulgar mientras mostraba una sonrisa.
-¡Pero eres alguien ordinario!
Esas simples palabras me lastimaron mas que cualquier herida.
-Issei tiene razón, un humano ordinario no debe de involucrarse en esto - Hablaria rías, mirándome con seriedad.
-¿Quien dijo que soy ordinario? - Crearía una bola de fuego en mi mano, sorprendiendo a los miembros del club
-Además, los demonios no tienen ninguna autoridad sobre mi, soy libre de actuar - Me iría de la sala, haciendo mis oídos sordos a las advertencias de rias. Para luego apresurarme a llegar a aquella iglesia.
Recibiría recuerdos de mi yo pasado, sintiendo como miraba el manga, recordando las futuras escenas...
Aunque en persona, fue corto el tiempo transcurrido con asia. Pude simpatisar rápidamente con ella, simplemente no podía permitir que algo le sucediera... Por extraño que suene, deseaba protegerla.
No por sentir algun tipo de atraccion (que rambien), a mis ojos era una pequeña y dulce dama. Era alguien bondadosa, incluso con demonios. Cuales eran los enemigos de su religión. Incluso fue castigada cuando sanó a aquel demonio. Que en el futuro sería uno de los causante del juggernaut drive de issei.
Entraría en la iglesia Encontrándome con el lunático de freed.
-¡Hola! ¿Que haces por aquí, chico? - Dijo riendo, mientras me apuntaba con su arma.
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Yo en DxD (Sin revisar)
Fiksi PenggemarTras morir, dios me revelaria que el final de mis dias no era el momento donde yo debía de fallecer, por lo que me permite renacer en otra realidad, con deseos... Soy malo para las descripciones :|