HOPE FOR THE UNDERRATED YOUTH | KOMI SHOUSUKE

Treinta y cuatro: Tacto.

Estar solo en casa ya era algo normal para Shousuke, su padre yéndose a viajes de negocio, su hermana saliendo con sus amigos y su madre yendo a realizar sus pendientes, podía pasarse la tarde entera viendo el televisor, comiendo todo lo que había en el refrigerador o deborando todos los libros pendientes que tenía; en su lugar decidió invitar a Yuki para que pasaran la tarde juntos.

El día era fresco, no frío como en invierno, pero era agradable para estar dentro de casa sin necesidad de un abanico o aire acondicionado, ambos estaban en el cuarto de Shousuke, recostados sobre la cama mientras escuchaban música compartiendo un audífono para cada uno, podían verse cara a cara apreciando cada detalle de las facciones en su rostro. Yuki no podía dejar de pensar en cuánto amaba los ojos de Shousuke, la profundidad que estos tenían y como al verlos sentía que se estaba perdiendo en una hermosa noche; por otro lado, la mirada de Shousuke se concentraba en los labios de Yuki, el precioso color que tenían que resaltaba con el brillo que usaba para que no se vieran quebrados o secos, el lindo lunar que se encontraba en su labio inferior, algo que siempre le pareció curioso; no podía dejar de pensar ¿Sus labios sabrían a cereza igual que la última vez? quizás en esta ocasión usaba un sabor distinto en su brillo.

—Quiero besarte —murmuró sin pensarlo justo cuando hubo un corto silencio en el cambio de canción.

—Hazlo, por favor.

Moviéndose un poco en la cama, para estar más cerca, inclinó su cabeza hacia delante hasta sentir como sus labios rozaban por un segundo antes de unirse en un corto beso, se mantuvieron igual de cerca sintiendo la respiración del otro sobre sus labios, sin atreverse a abrir los ojos. Yuki se animó a dar de nuevo ese paso, uniendo sus labios en un beso más largo y profundo, siendo capaz de sentir como su cuerpo se tensaba por los nervios a la vez que sus manos actuaban por si solas, se deslizaron por el cuerpo de Shousuke hasta conseguir tomar sus mejillas y acariciarlas, sin separarse del beso hasta ese instante donde se atrevió a abrir los ojos para poder apreciar la belleza de su rostro sin perderse por completo en su mirada.

—¿Cómo es posible que una persona como tú exista?

—¿A qué te refieres exactamente? —murmuró abriendo los ojos con lentitud.

—Eres sumamente hermoso, Shousuke.

Finalmente se atrevió a soltar su rostro pero justo en ese instante sintió como las manos de su novio rodeaban su cadera, atrayendo aún más sus cuerpos hasta que sintió como descansaba la cabeza entre su cuello y su hombro, como si buscara poder sentir su aroma más de cerca.

—¿Te cuento un secreto?

—Claro.

—Yo creo que tú eres más lindo que yo.

Las mejillas de Yuki enrojecieron por completo, el tono en el que lo dijo combinado con sentir la respiración de Shousuke golpear contra su cuello no fue una mezcla de emociones adecuada pues sintió por un instante que el corazón se le detenía por la emoción.

—N-no digas esas cosas.

—Creí que te gustaba que hablara.

—B-bueno sí, pero —apretó sus labios y apretó con fuerza la camisa de Shousuke—, no lo sé, me encanta oírte decirlo pero también es demasiado.

—Tomalo como estar a mano, por todas las veces que me hiciste sentir lo mismo.

—¿"Todas"? no creí haber generado esa clase de sentimientos en ti ¿Sabes? al menos no tan pronto.

—Fue desde antes que comenzaramos a salir.

—O-oh.

Sus voces se callaron por unos minutos en lo que la canción finalizaba para darle inicio a otra más, las manos de Shousuke se deslizaron por la espalda de Yuki y ahora ambos estaban unidos en un fuerte abrazo del cual no deseaban separarse. El tiempo pasaba tan rápido, pero a la vez tan lento porque podían sentir como disfrutaban cada minuto, sin embargo en cierto punto llegaban a preguntarse ¿En qué momento pasaron cinco canciones?

—Yuki —murmuró alejando su cabeza por un instante para poder hacer que sus miradas volvieran a encontrarse, por un instante todo era borroso pues sin darse cuenta habían empezado a quedarse dormidos— ¿Estás despierto?

—Lo estoy —aseguró parpadeando con lentitud un par de veces, ambos sonrieron— No creo que sea bueno dormir con esto puesto —susurró mientras se quitaba el audífono.

Shousuke hizo lo mismo y dejaron que la música sonara en la habitación sin tener que usarlos porque, aunque lo intentarán, nada les aseguraba el no terminar dormidos. Una vez más, sus manos comenzaron a jugar, Yuki se permitió jugar con el cabello de Shousuke mientras este último proporcionaba ligeras caricias a su espalda.

—Me haces feliz ¿Lo sabes?

—¿De verdad? —Apenas pudo contener la emoción en su voz— ¿Cuánto?

—No creo que eso sea algo que se pueda calcular —Soltó una ligera risa.

—Yo tampoco, solo quería que dijeras cuánto para decirte que me haces aún más feliz que eso.

—Uhm~ —se volvió a acercar a los labios de Yuki y los besó de manera fugaz—, solo di eso, aunque no creo que sea verdad.

—Oh claro que no lo crees —soltó una risa mientras rodaba los ojos—, pero eso no quita que sea la realidad.

Se removieron en la cama una vez más, su cercanía los hacía sentir calor aún cuando el día era fresco, aunque quizás eso era en parte culpa de estar en la cama donde había menos espacio para que la frescura de la habitación circulara. Ahora fue Yuki quien se acomodó en el hombro de Shousuke y cerró sus ojos con verdaderas intenciones de dormir.

—Quisiera poder dormir a tu lado alguna noche, seguro sería el mejor descanso de mi vida.

—Bueno, podrías dormir ahora, aunque no sea lo mismo a si fuera de noche.

—¿Podría quedarme algún día a dormir contigo?

—Estaría encantado si te quedaras siempre —susurró mientras se permitía cerrar los ojos también para dormir juntos.

💭

¿Esto es literalmente solo relleno? sí, eso es ¿Es de los capítulos que mas me ha gustado escribir? sí, eso también.