Juvart (Demonios Que Enamoran I)

Capitulo 11

Juvart

Me encuentro en mi habitación recostado en mi cama pensando todo lo que sucedió en la carrera, la chica misteriosa de la motocicleta, la pelea de Milenka y la forma en que ese hombre murió frente a ella sin mostrar miedo alguno por lo sucedido.

No se echo para atrás cuando ese hombre le apunto con un arma, no vi miedo en sus ojos mas bien vi enojo y burla, la forma en la que le apunto haciendo un arma falsa con su mano para que ese hombre muriera frente a ella recibiendo un balaso de verdad.

El pequeño monstruo cambio y no para bien, la vi pelear y por la forma en que lo hacia se que eso no fue todo su potencial, es mas peligrosa de lo que pensé. Milenka no es la persona que aparenta ser y voy a descubrir quien es en realidad la mujer que se esconde tras toda esa ropa ancha.

La manera en que puede buscar todo lo que se propone con una computadora es increíble, aunque no lo admita seria una pieza perfecta en mi equipo ya que con ella tendríamos acceso a muchas cosas de las cuales no tenemos en estos momentos.

Moveré mis hilos para que indirectamente Samael proponga que ella se una al equipo , se por la forma en la que Dominik la mira no se opondrá a ello y yo por otro lado luciré desinteresado pero por dentro celebrare la victoria de tener esa ficha en mi tablero.

Por alguna razón que todavía no me explico me molesta la forma en la que actúa Dominik con respecto a Milenka, me molesta que se le insinué cada que tiene oportunidad de ello seguramente es por que en un tiempo la vi como mi pequeña hermana era la pequeña niña que no se despegaba de mi y aunque no lo diga todavía la veo como esa niña indefensa y molesta que no se quería despegar de mi lado sin importar que.

Tomo mi libro de la mesita de noche junto con mis lentes de lectura para continuar la lectura que llevo días sin poder disfrutar.

Aunque no lo admita es una lectura muy interesante y de la cual tiene algo de realismo, sin dejar de lado las escenas eróticas que hay en ella que estoy seguro mas de alguna practicare. 

¨-Te dejare ver una parte de mi que no conoces, ¿Confías en mi? -dice Leo.

-Si confió en ti -contesta Viky mientras esta completamente desnuda ante la mirada ardiente de Leo.

-Quiero que subas a ese columpio -dice señalando el columpio hecho de cuero, Viky sin pronunciar palabra hace lo que el le dice -dame tu mano -ella acata la orden y le tiende la mano para que el la amarre  de unas esposas de cuero que están a cada lado amarrando ambas manos quedando movilizada de ellas, el columpio tiene dos asientos así que uno de ellos el lo coloca en la espalda de ella para que quede recostada, frente a ella quedan dos columpios mas pequeños en donde coloca cada uno de sus pies en ellos quedando completamente abierta y suspendida en el aire -joder pero que maravillosa vista la que me regalas -dice Leo mientras ve el rosado pero mojado coño de Viky."

Mientras avanzo en la lectura siento como mi miembro crece, ya que todo lo que leo lo visualizo en mi mente pero no es Viky a quien veo es a una chica con rostro borroso y un tatuaje en la espalda.

La chica misteriosa.

"-Leo -jadea Viky al sentir el aliento del chico sobre su vagina seguido de su lengua haciendo que mas jugos salgan de ella.

-Te voy a follar sin piedad Viky para que entiendas que esto es nada mas que sexo y borres de tu mente la palabra amor -dice entrando de una sola estocada dentro de ella -te follare de todas las maneras que yo lo desee hasta que tus piernas no se puedan sostener por si solas -dice entrando y saliendo de ella mientras abre mas las piernas de la chica a su merced.

Causando los maravillosos jadeos y gemidos que sabe que solo el a causado en ella.¨

Dejo de leer el maldito libro ya que lo único que a causado es que mi polla se endurezca debido a que me dieron unas jodidas ganas de tener a alguien de esa mantera a mi merced y follarla hasta quedar seco y sabiendo que ese alguien no tiene un rostro que pueda identificar. Busco en mi celular el maldito columpio que describían en la historia y al encontrarlo encargo dos para añadirlos a nuestros cuartos del sexo.