un idiota tierno.

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Los cálculos anteriormente escritos en el pizarrón fueron rápidamente calculados por su cerebro y escritos en su carpeta por su mano, no por nada era la chica más inteligente e intelectual del salón.

Aoi Kocho sacaba buenas calificaciones desde que ingresó a la academia Kimetsu.
De una chica timida sin nada que decir y pocos amigos, se fue convirtiendo en la estricta delegada de salón.

Su carácter era fuerte, cuando algo no andaba bien, ella ya estaba 10 pasos adelante de ese asunto pensando en toda posibilidad para arreglarlo y que todo volviese a la normalidad.

Asi es, todo sonaba perfecto.

Pero no lo era.

Tenía una enorme piedra molestando su zapato, arruinando su existencia y modo de vida.

Inosuke Hashibira.

La primera vez que lo vió le dió la impresión de que era una chica muy bien parecida, rasgos endurecidos en la cara, con notable molestia hacia donde mirara, sus mechas azules denotaban algo de rebeldía.
Era preciosa.

Aunque sus pensamientos se fueron por el pozo al ver que tenía la camiseta desprendida, revelando unos muy trabajados abdominales y fuertes brazos.

Era un chico. Un chico con rasgos femeninos. Ya lo había visto todo en la vida.

Este chico tenía un abrigo, muy favorito, completamente gris, pero la capucha del mismo era una cabeza de jabalí que tapaba toda su cara, andaba por ahí gritando, molestando o golpeando todo lo que se moviera.
Lo vió en más de una ocasión intentando enfrentarse a su profesor de educación fisica y terminar castigado por lo mismo.

Aoi: terminé.--con ese deber hecho podría almorzar tranquila. Así lo quería, pero asi no lo obtuvo--no te quedes viendome--se había percatado de unas verdes y brillantes esmeraldas viendola--ven.

Y no era nada menos que Inosuke, buscando comida.

Inosuke: mamá me castigó de nuevo, me dejó sin comer--hablo el oji-esmeralda con molestia.--no recordé estudiar y no me hizo el almuerzo.
Aoi: ¿no te lo tienes que hacer tú? ¿Con tus propias manos?
Inosuke: mph... Él estaba en la cocina con mamá.
Aoi: ya veo. Asi que no te gustó y viniste sin almuerzo.
Inosuke: ¿cómo podría comer así? Nisiquiera desayuné.
Aoi: tonto, debes comer algo o te vas a desmayar.
Inosuke: Monitsu venía comiendo algo y se lo quité.
Aoi: era de esperarse--la chica buscó en su mochila algo para el chico--no, no toques mi comida.
Inosuke: ¡aahh! ¡Como si quisiera de tu comida! ¡No se ve bien!--intentó sonar molesto, pero sabía que fue descubierto tratando de robarle comida a Aoi--¿eh? Oh...

Se quedó perplejo viendo a la chica con una caja extra de comida en la mano, y extendiendosela. Pero ella se veía triste por su comentario.

Aoi: entonces no lo necesitas.--se molestó y guardó la comida--ve a robarle comida a Tanjiro, tal vez te guste lo de él.
Inosuke: no lo decía enserio...
Aoi: entonces deja de mentir con eso.

La chica se había molestado, eso le quedó muy claro a Inosuke.
Él miró al suelo con molestia, cuando Yayoi se molesta, ¿qué hace él?

Sus pocas neuronas dejaron en funcionamiento su cerebro, se levantó de su asiento y cerró la puerta del salón, la atrancó con una silla y se acercó a Aoi.
Se quitó la camisa y la dejó a un costado.

Aoi casi se atraganta con su comida al verlo. Pero no pudo evitar sonrojarse como tomate, últimamente le pasaba mucho al ver al chico asi.

Inosuke: ¿recuerdas cómo nos conocimos?

Oh no, estaba usando un arma muy pesada, una con la que Aoi no se controlaba.

El lado tierno de Inosuke.

DIAS DE MARIPOSAS.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora