Sanemi: ¡alejate de ellos! ¡No los toques!
Un golpe fue a parar a la cara de un jóven Sanemi de 10 años, el cual protegía a sus hermanos pequeños de su padre alcoholico.
Genya: ¡hermano!
Sanemi: estoy bien... Lleva a mamá... Y a los demás... A la habitación... Y no salgan...
Genya: ¡pero...!
Sanemi: ¡hazlo Genya!Genya hizo exactamente lo que Sanemi le indicó.
Kurumi: ¡querido! ¡Por favor... Es solo un niño!
Al hombre eso no le importó y lanzó a Sanemi sobre sus botellas de alcohol, su cara chocó con éstas, quebrandose con el impacto y dañando su cara.
Genya: ¡hermano!
Genya salió de la habitació y fue a auxiliar a su hermano, pero no duró mucho debido a que su padre pisó la cabeza de Genya y ésta chocó igualmente con los restos de vidrios rotos.
Sanemi: ¡Genyaaaa!
La ira cegó su juicio, se levantó y aún con su cara chorreando sangre comenzó a empujar a su padre, ese demonio no pertenecía a esa casa.
El hombre cayó al suelo, pero volvió a levantarse, y Sanemi nuevamente lo hizo caer, pasó asi consecutivamente hasta que el hombre estaba ya fuera de la casa, cerró la puerta y con múltiples muebles le prohibió el paso al hombre que golpeaba con fuerza la puerta, parecía que se derribaría en cualquier momento y Sanemi con toda su fuerza física mantenía la puerta cerrada.Su madre había salido a auxiliar a Genya, el cual lloraba en sus brazos.
Jamás se lo perdonaría. Jamás perdonaría a ese hombre.Los golpes cesaron por fin, los pasos del hombre se alejaron, Sanemi soltó su agarre, la adrenalina se iba de su cuerpo, y solamente podía escuchar los gritos de sus hermanos menores preocupados, acarició sus pequeñas cabezas y sonrió, esa era señal de que ya todo estaba bien, el peligro se había ido.
Perdió la conciencia.Al dia siguiente se despertó en su habitación, ésta era compartida con su madre y hermanos debido a que en las otras su padre frecuentaba a tomar o dormir ahí.
Su cara estaba vendada, sentía ardor.Kurumi: no te muevas.
Sanemi: ¡mamá! ¿Estás bien? ¿Todos están bien? ¿Cómo está Gen...Sus palabras fueron calladas por el abrazo de su madre, ella derramaba lágrimas.
Kurumi: nos salvaste a todos, él ya no volverá, jamás.
Sanemi: ¿mamá?
Kurumi: lo encontraron muerto hoy en un callejón, dicen que una pandilla lo mató robandole todo lo que tenía.
Sanemi: ¿una pandilla?
Kurumi: asi es, pero ya no importa, fuiste muy valiente y nos defendiste a todos. Ahora estamos limpiando la casa y organizandola para que sea más habitable para todos.
Sanemi: yo tambien ayudo.
Kurumi: ya ayudaste lo suficiente, descansa, tus heridas deben sanar.
Sanemi: estoy bien.
Kurumi: descansa.
Sanemi: pero...
Kurumi: sin peros.No objetó nada más a su madre, cuando estuvo en soledad bajó la cabeza y derramó lágrimas de alegria.
Bendita sean las pandillas, hicieron lo que él nunca pudo hacer pero siempre quiso.Una semana tomó la reubicación de todo, Sanemi tenía cicatrices en la cara, en la frente y su mejilla, y Genya una en la mejilla, pero poco le importaba eso.
Su madre había conseguido un trabajo en un pequeño local, y le tomaba muchas horas, asi que esta vez le tocaba a Sanemi cuidar de sus hermanos.A los 15 años puso horarios a sus hermanos para dormir, asi podía salir a la calle, se había unido a una pandilla de 3, él, un tipo llamado Murata y otro más llamado Yushiro, pero éste normalmente se desaparecía cuando debían juntarse.
Y claro, Genya, el cual solo estaba ahí porque descubrió a Sanemi y lo amenazó, o lo dejaba unirse o se lo diría a su mamá.
Y ahi estaba, no era un miembro oficial, pero estaba ahí.
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DIAS DE MARIPOSAS.
Fanfictionesta es una serie de 4 historias de mis personajes favoritos de kny. AVISO: contendrá lemon.