— ¡¿No le has pedido su número?!— grita Martha, pegando un salto hacia la cama.
Estamos en su cuarto, la noche anterior habíamos acordado pasar la noche aquí, ya que quedaba más cerca.
— No me juzgues.— le ordeno mientras ella me juzga con su mirada.— En mi defensa, me prometió que nos volveríamos a ver.
— ¿____, eres consciente de que no tenemos un GPS interno para encontrar a nuestro mate, no?— pregunta tumbándose por completo en su cama.— Ya está, lo has perdido para siempre. Capaz y ahora se esté yendo de putas.
— Martha por favor, no digas eso. — hundo mi cara en la almohada, soltando gritos internos.
Soy una estúpida. Quizás Martha tenía razón, soy una virgen solterona y mi inexperiencia me ha hecho pagar la consecuencias. Como no lo vuelva a ver, juro que mi body count será más alto que las temperaturas en el Sáhara.
Mi mejor amiga se acerca a mí y me da unas palmaditas en la espalda.
— No te preocupes, lo encontraremos en Twitter seguro.
Levanto mi cabeza, más esperanzada.
— ¿Qué pasa si es de esos que no tiene redes sociales?
— Pues que de seguro es una red flag andante y no vale la pena.— contesta dando otras dos palmaditas y su sonrisa delata compasión.
Vuelvo a enterrar mi rostro en la maldita almohada.
Me encuentro caminando a casa, aún un poco desanimada. Lo hago con cautela, con miedo de que algo pueda pasarme. La verdad es que la zona en la que yo vivo no es la más segura pero al menos la renta es baja.
Mi paso se ve interrumpido cuando un par de hombres salen de un callejón apresurados. Antes de desaparecer de mi vista, uno de ellos cruza miradas conmigo.
Sospechoso.
Me acerco al callejón. Normalmente no haría esto pero hay algo en la oscuridad de ese pasadizo que me atrae. Deslizo las manos por las paredes, algo asustada.
— ¿Hay alguien aquí?— pregunto mientras me adentro más a la boca del lobo.
Este lugar está totalmente sucio, llena de ratas comiendo de lo que parece ser un trozo de pizza podrido. Retrocedo unos pasos hacia atrás al llegar al final del callejón, aterrorizada.
Un cuerpo pálido y golpeado se encuentra frente a mí, inconsciente entre la basura. Reconozco rápidamente su cabello claro y su querida esencia.
Es Eminem.
"Se ve guapo"
'Marla cállate, este no es el momento'
Ignoro a mi loba interior y cargo al rapero con la ayuda de mi hombro. No me puedo creer que nos encontramos tan pronto, mucho menos de esta forma. Eminem abre los ojos lentamente y parpadea al verme, aturdido.
— ¿Eres una ilusión o eres real?
— Soy tan real como una Slim Shady.
Su cara expresa aún más confusión. Sin embargo, mira hacia el frente y se mantiene en silencio. Con una mirada que expresa que ha pasado por mucho. No puedo evitar mirar su triste y dura mirada vacía, llena de una belleza que seguramente nadie más que yo podría entender.
Entonces nuestras miradas conectan.
El rapero me empuja contra un edificio, con una mano apoyada en él. Sus ojos denotan rabia y no puedo evitar ponerme nerviosa. Aunque no sabría decir si se debe al miedo o a la expectación.
— Me gusta cuando las chicas como tú me llaman así.— susurra a mi oído.— Hazlo, llámame por mi antiguo nombre.
Una de mis manos recorre el pecho de él, hasta llegar a su mejilla. Entonces lo obligo a mirarme y me hundo en sus preciosos ojos, tan claros como el mar.
— ¡He dicho que lo hagas, ahora!— me grita, su voz resuena por las vacías calles mañaneras. Aparto mi mano en un acto reflejo, temblando del terror. Está colérico, no parece ser consciente de su alrededor.
"Necesitamos a un hombre que nos proteja y sea salvaje como él" me dice mi loba.
Pero no puedo evitar seguir asustada. ¿Es este el mismo chico coqueto de ayer? Ya no estoy tan segura. Él se acerca demasiado a mí y puedo escuchar los gritos eufóricos de Marla mientras lo hace pero yo le paro en el acto de una bofetada. Finalmente se echa para atrás, con su mano en su rostro y su rostro apuntando al suelo.
— No pienso acatar órdenes de alguien que no está en sus cabales. —le digo saliendo de su arrinconamiento de antes.— Ahora, sígueme, vamos a mi casa a tratarte las heridas.
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Calmando a la bestia (EminemXTN) +18
Fanfiction___ Evans es una joven empleada de una Sex shop, quién aún no ha encontrado a su mate. Un día, su amiga Martha la invita a ver una batalla de rap en los suburbios. Allí estaba él: rubio cenizo, pelo corto, ojos cielo... Sí, Eminem. El famoso rapero...