Parte 10: Why ur so obssesed with me?

231 11 4
                                    

Nos encontramos ambos en la enfermería de la mansión, porque sí, por alguna razón tienen eso aquí. Eminem "duerme" a mi lado, aún no ha despertado del Combo Combo Super Punch. Ya son pasadas la mediodía y sigo totalmente asustada porque no hay señal de vida en él. De la nada, soy sorprendida por el sonido de la puerta golpeando la pared. La causante es una hermosa morena de cabello castaño con algunas mechas rubias. Corre con el maquillaje descorrido hacia Eminem y se agarra a él como una arpía.

— Marshall, noooo. Mi príncipe, mi amo, mi alfa, no te mueras. — llora como una ovejita degollada. Después procede a mirarme con odio.— Tú... sabía que traerías la desgracia ¡Nefasto, encárgate de ella!

No tengo idea de quien es esta persona.

En cuestión de segundos, Nefasto aparece en escena, con la cabeza gacha. A su lado, está la madre de Eminem.

— Lamentablemente no puedo hacer eso amor mío, pues Eminem sigue con vida.

Al fin reacciono ante toda esta escena y me agarro a la mano libre del rapero. No pienso dejarme humillar por una cualquiera.

— Lo siento ¿pero puedo saber quien coño eres?

Su mirada denota sorpresa aunque no sé porque. 

— ¿Cómo que quién soy? Soy obviamente la novia y prometida de Marshall. 

Estoy a nada de gritarle sin embargo, me callo cuando veo como la madre de Eminem se va acercando, haciendo sonar su bastón rojo en la habitación por cada paso que da. Hasta la chica no se atreve a moverse ni un músculo. Ni siquiera cuando la madre está a sus espaldas, mirándola con altanería. 

— Calla chica tonta, decir su nombre de pila no te hace más importante.— contesta la progenitora por mí.— Ahora, quítate de encima de mi hijo y vete, no vayas a matarlo por asfixia.

La desconocida se levanta totalmente avergonzada. Por el rabillo del ojo, veo la sonrisa pícara de mi novio. Le aprieto la mano en una forma de decirle que siga con su papel de muerto por un rato más. Aunque esa zorra me haya caído mal, no hace falta humillarla. Aún así este apretón, desata su risa y la castaña se va corriendo. Juraría haberla escuchado lloriquear en el proceso y supongo que Nefasto también porque dice lo siguiente mientras la persigue:

— Primita de mi corazón, no corras, déjame secar tus lágrimas angelicales. 

Mis párpados se abren. ¿Nefasto siendo meloso? Ni en mis peores pesadillas.

— ¡Cállate Nefasto, no vas a mojar el churro con esas palabras!— se le escucha gritar a la otra de fondo. 

Mi sorpresa alcanza niveles inconmensurables. Eminem, en cambio, se sienta en su cama y estalla de la risa. Su madre, aún en la habitación resopla.

— Debería haberle dicho a los Carey que cerraran la puerta antes de irse.— murmura.

Yo apruebo la moción con un gesto. 

Entonces, ella se acerca aún más a la camilla y me pongo tensa cuando me percato del cambio de expresión en mi novio. 

—Ahora chiquilla, déjanos por unos minutos ¿sí?

Eminem hace más difícil separarme del agarre, a medida que me separo de él, escucho a mi loba interior avisarme de que mi mate está en estado de peligro. Aún así no hay nada más que pueda hacer que escucharlos por detrás de la puerta entreabierta.

— ¿Sabes? Tu padre también estuvo en esta misma cama.— la mirada de ella se pierde en la ventana de enfrente.— Lo hubieses sabido si tuvieses dignado a aparecer. 

Escucho los gruñidos rabiosos de Eminem de fondo, cualquiera creería superficialmente que son de advertencia pero yo, quizás por ser su pareja predestinada, soy consciente de que se tratan de unos gruñidos desgarradores y lastimeros.

"Quiero intervenir, quiero intervenir, necesito intervenir" grita Marla en mi mente como si fuéramos una.

— Quería que el último recuerdo de él fuera del día en que lo maté. 

¿Había escuchado bien? ¿Matar... a su propio padre?

Su madre se levanta totalmente alterada y le asesta una bofetada.

— Mi mayor error fue traerte a la vida.— dice sin un ápice de arrepentimiento.— El de la Luna hacerte el Lobo Supremo porque claramente no estás hecho para esto. 

Él tarda varios minutos en contestar. De repente me volví capaz de escuchar sus latidos acelerados, su corazón está a nada de explotar. Está alterado, tanto, que ese sentimiento se ha transmitido en mí de alguna manera. Duele, duele verle sufrir tanto y estoy a nada de entrar pero el instinto lobuno me dice que me aleje de la puerta y yo rápidamente obedezco.

— ¡¡YO NUNCA PEDÍ SER EL LOBO SUPREMO!!

En ese mismo momento, una ráfaga de viento inimaginable rompe las ventanas de la habitación, hace impactar a casi todos los objetos del cuarto contra la pared, llevándose a su madre en el proceso y por último, logra abrir la puerta del revés, acabando completamente con ella y dejándome a mí expuesta. Nuestros ojos se encuentran y yo cierro los míos deprisa, aterrada de que se enfade por haber escuchado una conversación ajena.

— ____?— pregunta una voz tan dulce que me cuesta reconocerla, pero sé que es la de Eminem. No la de Marshall, ni la de Slim Shady.— No me tienes miedo ¿verdad?

 Mis ojos se abren y enfrente de mí encuentro a un hombre desamparado y asustado, con los ojos llorosos en un mundo de caos. Mi cuerpo se mueve lentamente hacia este mismo mundo, sin miedo, sin pensárselo dos veces.

—Nunca te haría daño ___, no me tengas miedo, por favor.— lágrimas salen de este.— Te necesito...

Lo abrazo con fuerza, al principio le cuesta reaccionar pero en cuanto lo hace me rodea con sus cálidos brazos. No puedo saber con certeza si lo que dice es verdad, así que solo me queda creer en él. En nosotros.

— Yo también te necesito.

Calmando a la bestia (EminemXTN) +18Donde viven las historias. Descúbrelo ahora