— Larga vida a la loba Suprema.— gritan al unísono la manada.— por la llegada de nuestro héroe y la nueva heroína.
La manada se turna para postrarse ante nosotros, en una sala completamente distinta a la de antes. Es mucho más elegante, con paredes de color blanco y una moqueta de un rojo granate. Yo aún llevo puesto mi camiseta con la imagen de Biggie y unos pantalones deportivos negros, por lo que avergonzada, cruzo los brazos intentando ocultar al rapero afroamericano. Eminem, al contrario de mí, se encuentra tranquilo y no parece que nada de esto le sorprenda. Tiene la vista en su familia con una gran sonrisa, debe estar pasándolo bien.
Me echo hacia atrás cuando sale Nefasto de entre el público y se acerca a nosotros. Eminem se percata de esto y me agarra de la mano.
— Él ya no puede hacerte nada.— susurra Eminem.— Ahora tú eres su superior.
Al llegar a su destino, Nefasto se arrodilla frente a nosotros.
Frente a mí.
Una sensación de victoria corre por mis venas y no puedo evitar mirar con suficiencia a mi maltratador. Este me devuelve la mirada, con odio ardiendo en sus ojos.
— Agacha más la cabeza. — le digo, él hace una mueca antes de obedecer. Se me escapa una sonrisa maliciosa.— Bien, espero que te dirijas a mí de esta manera de ahora en adelante.
Si ha gruñido o no, lo ignoro. El musculoso hombre se levanta y vuelve a su sitio, siendo el último en presentarse. Según las normas , el lobo alfa debe dar un discurso ahora y aunque no hayamos tenido ninguna preparación previa, no seremos menos. Eminem se sitúa en la mitad de la sala pero yo no me atrevo a seguirlo. "Esta es su familia, no la mía, después de todo."
Carraspea antes de hablar:
— Sé que ha habido una gran controversia por mi desaparición— algunos de los invitados niegan decepcionados.— pero junto a ello un vacío en el grupo también. por que sin mí hay un hueco sin rellenar. ¡Por eso, os animo a todos a seguirme de ahora en adelante!— grita sus últimas palabras.
Todos aplauden y vitorean, dando inicio a la mejor parte de la ceremonia: la fiesta. Aprovecho que la gente se dispersa para acercarme a una de las mesas y coger un sándwich de Nutella. Ver a tanta gente reunida me trae buenos recuerdos, pero son más las memorias que me obligan a dejar de pensar en mi antiguo hogar. No puedo pensar en el pasado cuando hay un futuro por delante, no debo.
— Bienvenida a la familia.— me sorprende una voz masculina por detrás. Salto del susto.
Un hombre de pelos rubios y rizados me recibe en un traje elegante. Me inspira peligro pero no sabría decir porqué.
—Evan Peters ¿Tú?
Tardo unos segundos en entender su pregunta.
— Ah, ___ Evans.
Sus labios se curvan y aunque trata de verse cordial, acaban dándole un aire pícaro.
— Bonito apellido al igual que su dueña.— con un dedo, limpia una mancha de chocolate en mis labios y lo relame.
Trato de mantener la compostura.
— Quizás todos los Evans compartamos esa cualidad.
Él sonríe pero la sonrisa no le llega a los ojos, dándole un aspecto algo tenebroso y aunque me cueste admitirlo, atractivo. Por encima de su hombro, Eminem nos observa fijamente, con un rostro inexpresivo pero su atención pasa a otras personas cuando le vuelven a hablar.
— Estoy seguro de que lo pasarás en grande aquí.— Me dice el rubio.
— Seguro que sí.— contesto.
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Calmando a la bestia (EminemXTN) +18
Fanfiction___ Evans es una joven empleada de una Sex shop, quién aún no ha encontrado a su mate. Un día, su amiga Martha la invita a ver una batalla de rap en los suburbios. Allí estaba él: rubio cenizo, pelo corto, ojos cielo... Sí, Eminem. El famoso rapero...