Secret || MoonSun

𝐄𝐥 𝐈𝐧𝐢𝐜𝐢𝐨 𝐃𝐞 𝐓𝐨𝐝𝐨

— Entonces sería todo lo necesario para la actividad de la siguiente semana.— Finalizó Jihyo cerrando su libreta.— ¿Hay otro pendiente?

— Creo que no.— Contesto YongSun revisando la agenda general.

— ¿Los tulipanes los quieres rosas o...— Habló Byul de repente, ocasionando que ambas miradas cayeran en ella.

— ¿Tulipanes? ¿De que hablas? — Pregunto una confundida YongSun abriendo y revisando su libreta queriendo encontrar algo parecido.— No hay nada de eso.

Jihyo hizo una señal y pateó la pierna de Byul bajo la mesa, haciendo que por fin entendiera el mensaje y dejara el tema. — Oh... Me equivoqué de lista— Dijo Byul, cerrando la libreta que tenía sobre las manos.

— ¿Qué clase de lista es esa?

— Vivo con mi abuela.— Dijo cómo si fuera obvio.— A ella le gustan los tulipanes.

La presidenta estudiantil raspó un poco la garganta queriendo que esa conversación se cortará de una vez por todas, el sonido logro su cometido y a la vez llamando la atención de ambas.

— Bueno, si no hay más pendientes, hay que irnos.

Las tres estudiantes se levantaron de sus asientos empezando a recoger las cosas personales que tenían sobre la mesa.

En un momento YongSun fue a recoger su mochila que estaba en un rincón de aquella sala de juntas, dándole un momento a solas a las otras dos personas.

— Los tulipanes son rosas.— Susurro Jihyo cerca de Byul, mientras recogía dos libretas.

Ante el regreso de YongSun, Jihyo tomo distancia de Byul disimulando seguir recogiendo las últimas cosas y guardando todo en su mochila.

— Me voy.— Aviso Jihyo con prisa. Parecía que siempre estaba corriendo hacia todos lados.— Recuerden cerrar.

Y con eso dicho salió de la sala dejando adentro un silencio un tanto incómodo para ambas adolecentes.

YongSun solo estaba observando cómo Byul seguía guardando sus cosas y algunos papeles en medio de sus libretas.

Se sentía extraña, la conversación la noche anterior con su tía no la había dejado dormir del todo bien, seguía teniendo miedo de lo que no podía controlar, se sentía tan desprotegida y vulnerable que simplemente pensaba en rechazar aquel sentimiento.

Pero, ¿Cómo darse cuenta antes de que ya estés ahí?

— ¿Puedes ayudarme, por favor?— La voz de Byul la trajo de nuevo a la tierra.— Creo que esto ya no cabe.— Dijo mientras agitaba una libreta.

— Déjame ver.— YongSun se acercó, tomando la libreta que tenía una princesa en su portada. Cómo Byul había dicho, aquella libreta ya no entraba en la mochila.— No, ya no cabe — Confirmó riendo un poco.

— ¿Crees que si muevo esto, quede mejor?— Se acercó más a su mochila, poniéndose a la par que YongSun, moviendo de lugar un par de útiles.

Estaba cerca, YongSun podía sentirla muy cerca de su espalda, era imposible no sentirla cuando lo único que olía a su alrededor era aquel perfume de vainilla. De alguna manera aquel olor y acercamiento la mantenían de una manera reconfortante.

— Ves, ya quedo.— Byul cerró su mochila,  viendo como YongSun hace buen rato no decía ni hacía nada.— ¿Nos vamos?

Sintió como el olor y la presencia cálida se alejaban y el impulso de retenerlo se hizo presente en cada una de las entrañas de YongSun.

No quería que se fuera.

Todavía no.

— ¿Puedes abrazarme?— Dijo en un susurro lo suficientemente alto como para que Byul la escuchará.— ¿Por favor?