Capítulo 9

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     —Confirmaron que los tres cuerpos encontrados pertenecen a las primeras tres víctimas que desaparecieron hace unos cuantos días —Corey leyó la información que mostraba la pantalla de su teléfono con rostro preocupado—. Informaron que además de las venas negras que encontraron, por alguna extraña razón las víctimas poseen muy poca sangre en sus cuerpos, pero es algo que siguen estudiando.

Liam levantó la mirada ante esto. Frunció su ceño, analizando las palabras que había dicho su amigo mientras se cruzaba de brazos. Apretó sus labios en una mueca mientras observaba como Corey lo volteaba a ver, sus ojos reflejando el miedo y sorpresa que seguramente estaba experimentando en ese momento.

—Probablemente eso último está relacionado con el experimento —intervino Mason, por lo que lo observó, notando que se había colocado a un lado de Corey—. Puede tratarse de efectos secundarios.

—O es algo que ellos mismos están haciendo a propósito —comentó Theo, quien se encontraba en una esquina de la sala, ganándose su mirada—. De alguna manera puede que ellos quieran dificultar las investigaciones haciéndole esto a las víctimas.

Pensó en esto con detenimiento, y un suspiro pesado escapó de sus labios. Habían tantos puntos sin resolver en todo este asunto, que era bastante complicado asumir cualquier hecho; y, pesar de tener sus propias sospechas, no podían asegurar nada ya que desconocían la mayor parte. Era desesperante.

—¿Han descubierto quién hizo la llamada informando sobre los cuerpos? —preguntó luego de que todos en el lugar permanecieran en silencio, inmersos en sus propios pensamientos.

—Al parecer, no —respondió Corey mientras negaba con su cabeza—. Están investigando para saber si esa persona tiene que ver algo con los cuerpos, pero no han logrado rastrear la llamada.

Se limitó a asentir en respuesta, sin poder evitar sospechar sobre aquello. Le parecía bastante extraño que aquella persona haya hecho la llamada para después desaparecer sin dejar rastro alguno, casi como si estuviese ocultando algo. Sin embargo, no podía asumir nada.

—Por cierto, Liam —llamó Mason en un tono ligeramente nervioso, haciendo que desviara su atención a él, dejando sus pensamientos de lado—. Un compañero de Corey le ha dicho que ayer junto a su amigo vieron a un sujeto extraño merodeando por los pasillos de la escuela.

—Terminan sus prácticas de Lacrosse muy tarde, por lo que se quedan hasta la noche en la escuela —explicó Corey con rapidez, y Liam observó la forma en la que había empezado a jugar con sus dedos—. Me ha dicho que no lograron verle el rostro ya que estaba de espaldas, pero es muy extraño que ande por la escuela.

Liam miró alarmado a sus dos amigos, quienes lo observaban con miradas llenas de nerviosismo. Sintió sus latidos levemente acelerados retumbar en sus propios oídos con fuerza a medida en que la preocupación hacía presencia en su cuerpo.

—Las mayoría de los desaparecidos son de nuestra edad —dijo pensativo después de algunos segundos, a lo que sus dos amigos asintieron en respuesta, esperando a que continuara—. ¿Y si este sujeto está buscando a más personas?

—¿Supones que él está relacionado con las personas que están detrás de las desapariciones? —le preguntó Theo, por lo que lo observó para después afirmar con su cabeza.

—Las primeras víctimas eran estudiantes de la escuela —explicó con un tono serio en su voz—. Sabiendo que en la escuela se encuentra la mayoría de los jóvenes de Beacon Hills, no es raro suponer que quieran ir allí de nuevo y buscar a más personas; más cuando su principal interés parece ser chicos de nuestra edad.

Mason, Corey y Theo lo observaron en silencio, pareciendo analizar cada una de sus palabras. Dirigió su mirada a una de las ventanas, notando que ya había caído la noche.

MARCA | ThiamDonde viven las historias. Descúbrelo ahora