Capítulo 15

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     El sonido repentino de un quejido acabó con el silencio que se había formado en el lugar e hizo que desviara su mirada de Theo. Observó como el primer hombre que lo había atacado, abría sus ojos con lentitud mientras llevaba una de sus manos a su cabeza y se acomodaba en su lugar, apoyando su espalda contra la pared.

Sintió cada uno de sus músculos tensarse mientras percibía como el desconocido los miraba a ambos con aturdimiento en su rostro, pero unos escasos segundos fueron suficientes para que su expresión cambiara a una alarmada e hiciera el amago de sacar un arma de uno de sus bolsillos; sin embargo, Theo y él se habían encargado momentos antes de dejarlos a ambos completamente desarmados para así minimizar el peligro, pues se dieron cuenta de que cada arma que poseían estaba cargada con balas de acónito.

Notó la forma en la que el miedo manchó su rostro y como los latidos de su corazón fueron en aumento, pero intentó ocultarlo rápidamente manteniendo una expresión seria, casi inalterable.

—¿Quién está detrás de todo esto? —se atrevió a preguntar finalmente, acabando con el tenso silencio que se había formado en el lugar mientras sentía el enojo acumularse en la boca de su estómago. Su tono fue afilado—. ¿Quién les da las órdenes a todos ustedes? ¿Se trata de Monroe?

El hombre no despegó su mirada de la suya y se mantuvo de esa manera por algunos segundos, casi como si quisiera demostrarle que sus palabras no le alteraban en lo absoluto; pero pudo notar como su pecho subía y bajaba con rapidez.

Sacó sus garras en el momento en el que se dio cuenta de que el sujeto no tenía intenciones de responderle, y un gruñido escapó desde el fondo de su garganta. Empezaba a impacientarse, y el enojo parecía tomar más fuerza en su interior con cada segundo que pasaba.

—Acertaste, Liam —respondió finalmente en un tono burlón. La sonrisa socarrona volvió a aparecer en su rostro, haciéndolo fruncir el ceño; sin embargo, la respuesta no lo sorprendió en lo absoluto—. No se detendrá hasta acabar con cada uno de ustedes.

Giró su rostro para observar a Theo, y pudo notar que cada músculo de su cuerpo estaba tenso y sus puños estaban apretados con fuerza; sin embargo, mantenía una expresión inalterable en su rostro.

—Raeken, diría que me sorprende verte acá, pero la verdad es que no lo hace —dijo, esta vez mirando a Theo—. Supongo que te cansaste de sentirte solo que volviste a tomarte en serio lo de ganarte un lugar, ¿eh? Solo espero que esta vez realmente estés arrepentido y te saltes lo de idear un plan que acabe con una manada. Ya sabes, así le evitarías otro problema a Liam.

—La charla de mi paso por la manada déjala para después —respondió Theo mientras una pequeña sonrisa sarcástica aparecía en su rostro, pero se desvaneció casi al instante. No pudo evitar sentir una ligera sorpresa ante las palabras del sujeto—. Y mejor dinos qué clase de experimento están haciendo con las personas inocentes que han estado secuestrando. Tú debes estar más que enterado de eso, ¿no es así?

El hombre los observó a ambos con el ceño fruncido, y Liam sintió como su propio enojo empujaba cada vez más en su sistema, llevándolo al límite. Tuvo suficiente del silencio del sujeto y después de algunos segundos se acercó con rapidez hacia donde estaba él, tomándolo del cuello de la camiseta para levantarlo y hacer que su espalda chocara con dureza contra la pared.

—Responde —insistió con dureza, las garras presionando contra su cuello—. ¿En qué se están convirtiendo esas personas?

El hombre lo miró en silencio con la mandíbula apretada, y pudo escuchar como los latidos de su corazón eran cada vez más acelerados; pero sabía que estaba intentando demostrar una actitud tranquila.

MARCA | ThiamDonde viven las historias. Descúbrelo ahora