Sex Instructor. || SASUHINA 🔞[✔️]

Chapter 4. (Maratón 1/3)

Género: Drama/Romance/Lemon.

Pareja: SasuHina.

"«Pensamientos»"

Los Personajes de Naruto no me pertenecen, son de Kishimoto

Advertencia: Esta historia contiene escenas +18, leer bajo su propia responsabilidad.

Nota: Capítulo con leve lemon.

oOoOoOoOoOo

—Buen día.—dijo entre dientes.

—Buen..—me levanté rápidamente, dirigí mi
mirada al despertador. 13:54.—U-usted es un tonto.

—Era una broma. Pensé que por ser más joven lo entenderías.—bloqueó su celular y lo depositó en el buró.—¿Lista para tu primera clase?

—¿De qué habla?

—Te voy a enseñar unas cuantas cosas del sexo.

—¿Hoy?—pregunté confundida.

—Pues, ya estamos aquí.—vaciló. Me separé de él y asentí. Sonrió de lado y me miró los senos.—¿Haces ejercicio?

—¿P-por qué la pregunta?—enarqué una ceja mientras me cubría con la manta.

—Es que tienes un cuerpo realmente tentador. Si
no supiera tu edad, juraría que tienes unos 22.—regresó su mirada a mi rostro y tocó mi muslo.—
Voy a enseñarte a seducir a un hombre y llevarlo a la cama. Necesito que te vistas.—me ordenó.

—¿V-vestirme?

—No querrás saber lo que haría si sigo viéndote
desnuda.—musitó con voz ronca.

Solté una risita y me levanté de la cama para
ponerme mi ropa de nuevo. Él hizo lo mismo. Cuando estuvimos listos bajó las escaleras y se adentró en la cocina.

—Bien. ¿Sabes actuar?

—Tomé unas cuantas clases en séptimo grado.

—Perfecto. Yo me sentaré aquí y tú te quedarás en la sala. Intenta convencerme que quieres hacerme un oral.

—¿Q-qué? P-pero...

—Escuchaste bien. Ahora, muévete.—sacudió su mano para que me fuera a la sala.

Me senté y él comenzó a sacar un jugo de mi refrigerador. Crucé mis piernas y suspiré cansada.

Tomé la revista que estaba en la mesa de centro y empecé a hojear. Lo miré de reojo, estaba de nuevo en su celular. Lamí mis labios y lo miré de arriba abajo. Cerré la revista y la dejé en su lugar.

Me levanté decidida. Solté mi cabello y dejé que su perfume se fuera impregnando en el aire.

—Disculpa.—tosí. Él siguió mirando su celular.—¿P-puedo sentarme?

—Ah, ajá.—respondió desinteresado.

—U-usted ¿D-dónde compró ese cinturón?

—Hm, en una tienda.

—No he podido dejar de observar la hebilla, se ve tan... g-gruesa.—le sonreí "provocadora" cuando al fin pude hacer que me mirara.

—¡Aburrido! Cualquier otro hombre te hubiera dicho: Nena, por favor, ve a tomar tu leche y vete a dormir. No molestes.—pusó los ojos en blanco.

—P-pero...

—Tus palabras tienen que ser la carnada: tentadoras, provocadoras, no aburridas y agobiantes.—guardó su celular en el bolsillo del traje y tomó de su jugo.