Sex Instructor. || SASUHINA 🔞[✔️]

Chapter 8.

Género: Drama/Romance/Lemon.

Pareja: SasuHina.

"«Pensamientos»"

Los Personajes de Naruto no me pertenecen, son de Kishimoto

Advertencia: Esta historia contiene escenas +18, leer bajo su propia responsabilidad.

oOoOoOoOoOo

El sonido del timbre me despertó de mis horrorosas pesadillas una vez más. Me levanté de la cama mientras mi brazo se estiraba para tomar mi sudadera y acomodarla en el lugar correcto, metí mis pies en los tenis negros y corrí escaleras abajo para averiguar quién podría ser, pero era obvio quién.

—Gaara.—junté mis labios y esbocé una sonrisa.

—Hola, damita.—se acercó y plantó un beso delicado en mi mejilla. Se apartó un poco de mi rostro y acarició mi mejilla.—Te traje éstas.—sacó unas flores que se escondían tras su espalda y las puso en medio de nuestros cuerpos.

—¡S-son preciosas! G-gracias.—me di vuelta y lo tomé de la mano para que entrara conmigo a la casa. Cerró la puerta detrás de nosotros.

Dejé las flores en una mesita, regresé con él y me abrazó por la cintura.

—¿No te molesta que haga eso?—me preguntó tiernamente.

—P-para nada.

Lo abracé por el cuello y unió sus labios con los míos.

Aunque me tomó un poco de tiempo acostumbrarme a sentir un cuerpo que no fuera el de él pero al final terminé accediendo.

Cuando menos me lo esperé, detuvo el beso para acurrucarse conmigo en el sofá.

Me acariciaba el cabello mientras yo sobaba su abdomen por encima de la playera de algodón que llevaba puesta. Subí la mirada para contemplar sus ojos turquesa.

—M-me gustan mucho tus ojos.—solté.

Era la verdad. Este hombre era atractivo; cabello rojizo, ojos turquesa, cuerpo escultural, piel pálida, alto y siempre con buen aroma.

—Tú eres hermosa. Mucho más que eso.—susurró en mi oído. Sonreí y oculté mi pequeño cuerpo junto al suyo.—¿Tienes frío?—me preguntó.

—U-un poco.

—Podemos ir a mi apartamento. Es pequeño, pero tiene chimenea.

—¿D-de verdad?

- Sí. Podemos beber chocolate caliente, acostarnos en la cama y abrazarnos todo lo que queda del día. Puedes quedarte si quieres - me ofreció. Asomé mi rostro por el gorro de mi sudadera y besé su mentón. Bajó su rostro y plantó un beso en mis labios, de esos ricos y cálidos.

—S-sólo déjame ir a hablarle a mi mamá y decirle que me quedaré en casa de una amiga, ¿Sí?

Asintió. Me levanté del sofá y en cuanto me despegué de éste, Gaara hizo un extraño maullido de gato.

Hice un pequeño mohín del cual se rió, corrí escaleras arriba para empacar mis cosas y avisarle a mi madre.

Ya en mi cuarto, tomé el móvil y marqué el número del hospital donde trabajaba mi madre.

—Hospital Grace.

—Con la señora Hyuga, p-por favor.

—La estoy comunicando.

La cancioncita del hospital comenzó a sonar hasta que la dulce voz de mi madre la interrumpió.

—¿En qué puedo ayudarle?