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¿Amigos? sí, les cuento. Desde la salida o más bien "escapada" a Arcade, nos hicimos amigos con Billy, pasaron exactamente días. ¿Fuimos al cine? sí, debo admitir que estas vacaciones fueron increíbles pero obviamente no se lo diría a Billy porque su ego explotaría.
Hoy Domingo, es el último día de vacaciones, voy a morirme. Tendría que volver al espantoso lugar de siempre, tareas y tareas, pero lo bueno es que tengo algunas clases con Billy.
Se preguntarán, ¿sigue la apuesta? por supuesto que sí. ¿Creen que perdí? por supuesto que, no lo sé y no daré muchos detalles aún, ¿Billy perdió? tampoco lo sé, tal vez lo sabremos o tal vez no.
Hoy habría otro partido de béisbol, y Billy estaría allí. ¿Billy? ¿Por qué todo es Billy? lo odio, agh.
—¿Ya estás listo?—pregunté apoyada en el marco de la puerta.
—Solo espera unos segundos—dijo Eddie.
Se encontraba atando sus cordones lentamente, su trauma es tenerlos flojos y caerse.
—El otro día recordé que hace unos días me hiciste un dibujo, y no me lo diste—dije.
Comenzó atar su otra zapatilla concentradamente.
—Lo sé—dijo simplemente.
—¿Y entonces?—pregunté.
—Te lo daré para tu cumpleaños—dijo.
—Pero faltan días—dije.
—Exacto, días. No falta mucho, aguanta Rory—dijo.
Por fin, terminó con sus zapatillas.
—¿Listo? vamos—dije y comenzamos a bajar las escaleras.
Se preguntarán, ¿qué pasa con papá? nada. Simplemente nos ve venir e irnos, trae comida a casa y sus cervezas.
Al salir de casa, agarré la bicicleta y nos subimos en ella listo para irnos. Pero alguien se puso a nuestro lado.
—Disculpen, ¿hoy no reparten periódicos?—preguntó.
—¿Acaso es idiota,señor? Hoy es día de béisbol—dijo Eddie.
—Sí Showalter, ¿acaso es idiota?—pregunté.
—Niños mal agradecidos, los golpearé con mi bastón—dijo Billy.
—Max te morderá el trasero, ¿verdad Max?—Eddie acarició su cabeza.
