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"Por favor no me toques"

"Por favor no me toques"

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NARRA BILLY

Estábamos acostados en el colchón, Rory dormía o eso creo, yo solo miraba al techo pensando en una salida.

Ese sonido de seguro se escuchó otra vez, me incorporé en mi lugar, Rory seguía en la misma posición pero no despertó.

— ¿Qué quieres? — pregunté al verlo parado en la puerta con esa estúpida máscara.

— Sé que están asustados y quieren irse a casa, los llevaré a casa muy pronto solo que esta todo jodido. Tengo que subir un momento, algo sucedió — dijo.

— ¿Qué? — pregunté.

— Nunca importa el qué — dijo.

— ¿Alguien vio algo? ¿la policía vendrá?, prometemos que no diremos nada — dije.

El raptor solo río — No, no es la policía.

— ¿Entonces? — pregunté.

— Nada, dile a tu amiga que despierte. La vendré a ver en un momento — dijo.

— ¿Qué le harás? no la toques — dije.

— No te importa — dijo y se fue.

Volteé a ver a Rory, comencé a sacudir sus hombros para que despertará.

— Rory, despierta por favor — dije.

Lentamente abrió sus ojos, y me miró fijamente.

— Creí que estabas inconsciente —dije.

— No, sólo tenía miedo — susurró

— Hay que salir de aquí, estaba pensando y...podríamos subir por esa ventanilla, solo debes sacar la pequeña reja— dije apuntándola.

— Sí, ¿cómo subiremos? — preguntó.

— Subirás en mis hombros y intentaremos, sólo confía en mi — dije.

[...]

NARRA RORY

— Esto es una locura, podríamos lastimarnos — dije.

Billy se sentó en la orilla del colchón, yo debía subirme a sus hombros para poder sacar la pequeña reja que tenía la ventana.

— No te preocupes, no dejaré que caigas — dijo.

Me acerqué a él y me subí en sus hombros, lentamente comenzó a ponerse de pie, subió sus manos un poco y yo las tomé para no perder el equilibrio.

— Bien, solo intenta llegar — dijo Billy una vez cerca de la ventana.

Me estiré un poco para poder alcanzarla, solté las manos de Billy para poder agarrar la reja pero no podía llegar a quitar el seguro.

— Billy no puedo, esta un poco lejos — dije.

— Sube...pon tus pies en mis hombros — dijo apenas.

— ¿Qué? no, soy muy pesada y podría lastimarte — dije.

— No tengas miedo, sólo hazlo — dijo Billy.

Su cabeza era mi agarre para comenzar a subir un pie a sus hombros, al subir uno me estiré un poco más hacia la reja, solo un poco más y lo quitaba, ese poco nos destruyó.

— Mierda mi pie — dije.

Ambos caímos, era estúpido, no podremos salir de aquí.

— Mis hombros — dijo Billy.

Un teléfono sonó, rápidamente mi mirada lo buscó, me levanté como pude y fui lo más rápido posible.

— ¿Hola? — pregunté pero nadie respondía — Hola, ¿hay alguien?.

— Nadie responde aún, cuando llegué aquí también sonó pero nadie respondió — dijo Billy.

Suspiré y colgué, ayude a Billy a ponerse pie, luego nos fuimos al colchón.

— Rory, yo...— dijo Billy.

Las luces se encendieron, Billy me miró asustado, tomó mi mano y retrocedimos.

— Miren esto, al parecer se hicieron amigos, es una lástima...— dijo el raptor.

Comenzó acercase hacia nosotros, en sus manos traía un pequeño balde de agua y un pañuelo. Nosotros estábamos en el colchón pero pegados a la pared, cuando estuvo muy cerca del colchón bajó el pequeño balde y el pañuelo lo dejó ahí.

— Niña, ven aquí — dijo.

El agarre de nuestras manos se hizo fuerte, ambos negabamos repetidas veces, si antes estaba asustada ahora sentía que ya estaba en el infierno.

Un gruñido salió de su boca, se acercó un poco y tomó mis pies para arrastrarme hacia él.

— ¡Suéltala! — gritó Billy.

— Un paso más que das niño y le corto la garganta y luego a ti, estas advertido — dijo.

Me sentó a la orilla del colchón, él raptor se sentó a mí lado, y Billy estaba en una esquina observando todo, no podía moverse de ahí o de lo contrario todo empeorará.

Tomó el pañuelo y lo mojó en el pequeño balde con agua para luego exprimirlo, su mano agarró mi rostro para que obligadamente estemos cara a cara. El pañuelo llegó a mis mejillas, comenzó a limpiar lentamente, mi piel se puso de gallina, quería llorar, y así lo hice, mis sollozos empezaron y mis lágrimas lo siguieron.

— No llores, agradece que estoy limpiandote — dijo pasando el pañuelo por mis lágrimas.

Mi mirada se encontró con la de Billy, su rostro se encontraba furioso y con lágrimas, sabía que él no poder hacer nada era realmente fastidioso pero aquí era lo correcto.

El raptor acomodó mi cabello detrás de mis orejas, yo apretaba mis labios para no llorar fuertemente.

— Tienes un lindo rostro, lástima que está sucio y dañado — dijo.

Pasó el pañuelo por mis heridas de mi frente, ardían y dolían pero no podía hacer nada, ni siquiera quejarme.

Volvió a mojar el pañuelo, esta vez pasó por mis clavículas, me hizo sobresaltar, estaba por hacerme algo.

— Por favor no me toques — dije alejándome un poco.

— Ah sh, sh, sh. Nadie va a tocarte, jamás haría algo que no te guste — dijo acercándome de nuevo.

— Entonces déjame, no quiero que me limpies — dije.

Otro gruñido por parte él, alejó el pañuelo de mi cara y lo tiró fuertemente adentro del balde, Billy y yo nos sobresaltamos.

— Son unos chicos muy irrespetuosos, solo trato de cuidarlos — dijo.

— Por eso nos secuestras — dijo Billy.

— ¡Tú no te metas! — gritó el raptor.

Se volteó a verme, se acercó amenazante y me golpeó muy fuerte. Billy corrió hacía a mi y me abrazó, el raptor caminó hacia la puerta pero antes de cerrarla nos dijo algo.

— El juego comenzó — dijo y se marchó.

𝗛𝗲𝘆, 𝗿𝗲𝗽𝗮𝗿𝘁𝗶𝗱𝗼𝗿-Billy ShowalterDonde viven las historias. Descúbrelo ahora