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Un fuerte ruido hizo que abriera mis ojos, al observar todo bien vi a Finney a mi lado y el raptor irse por aquella puerta. Hice todo lo posible para acercarme a Finney, realmente ya no interesa el dolor que sintiera en mis heridas, solo quería ayudar a que escapara.
— Finney — movía de un lado a otro su hombro — Finney, vamos despierta.
El lentamente comenzó a acostumbrarse a la pequeña iluminación del cuarto, llevó su mano a su nariz de la cual desliza un hilo de sangre.
— Es un imbecil — dijo Finney.
— ¿Qué pasó? — pregunté.
— El estúpido perro comenzó a ladrar — dijo Finney.
Antes de que pudiera decir una palabra el teléfono sonó.
— No, ya no. ¿Y ahora quién? — dijo Finney enojado.
Se levantó de mala manera, tomó el teléfono y se sentó a mí lado.
— ¿No dirás nada? ¿Tienes idea de quién eres? — preguntó Finney.
— ¿Qué pregunta tan estúpida es esa? ¡¿Tú tienes idea de quién eres!? — preguntó.
— Somos Rory Grimes y Finney Blake — dije.
— Es un gusto linda, y un gusto para ti Finney — dijo.
Finney miró confundido al teléfono y yo sólo divertida.
— Justo ahí, ahí es — dijo.
— ¿Ahí qué? — preguntó Finney.
— La horrible pesadilla que va acabar con sus insignificantes vidas — dijo.
— Sé quién eres, eres Vance Hopper — dije.
— Escuchenme, si supieran lo que viene estarían aterrorizados, ¡Hoy es su díacabrones! — dijo.
— Que sutil eres, Vance — dije.
— Gracias cariño, ahora, ¿intentaron recargar las alfombras para alcanzar la ventana? — preguntó.
— Lo hemos intentado todo — dijo Finney.
— No, no todo. Cuando el raptor me vio haciéndolo fue mi muerte y créeme que lo disfrutó — dijo.