Amor Prohibido

Brillas Como El Sol 💖

Boruto y Gaara pasaron juntos todo el día y toda la noche más toda la mañana del otro día. Pasaron los mejores momentos en la habitación del pelirrojo.

Ambos se sentían en el mejor de los mundos amándose intensamente, no querían separarse ni alejarse el uno del otro.

Pero por muy enamorado que Boruto estaba de Gaara, no aceptó vivir a su lado en su mansión. Antes quería que su pelirojo amado se olvide de su obseción y deseos de venganza. No quería que se unda cada vez más.

Pero a Gaara su negativa lo alteró a más no poder ya que volvía a ver a Naruto negandose a ser suyo. Sujetó a Boruto de sus brazos con fuerza y lo arrojó a la cama con violencia.

El rubio lo miró asombrado ya que no se esperaba esa reacción. Se miraron a los ojos y Boruto supo lo desesperado que Gaara estaba debido a su acostumbrada forma de ser. Pero él no era su padre, apretó sus labios con fuerza y lo miró con dureza.

- No dejaré que me abandones ¿entiendes?
- Aquí el que no entiende eres tú Gaara ¿quién dijo que te estaba abandonando?

-No aceptas vivir aquí conmigo, eso es abandonarme.
- ¡No Gaara, eso es ayudarte maldita sea!

-¿Ayudarme?
- Aún quieres dañar a Shinki, deseas alejarlo de quien tanto ama.

- Shinki es mi hijo.
- Y lloraba todo el tiempo mientras estaba contigo. ¿No lo ves Gaara? Tu obseción está lastimando a Shinki y no te das cuenta.

- Eso nada tiene que ver contigo. Quiero que te cases conmigo
- Lo haré mi amor, por supuesto que lo haré. Pero después que dejes tu enfermo pasado atrás.

-¿Cómo?
- Deja a Shinki ser feliz con mi padre. Si en verdad lo quieres demuestrale con hechos que cambiaste y solo anhelas su cariño.

Gaara seguía molesto porque sentía la fuerza interior de Boruto, quien no se inmutó al ser tratado con violencia. Este chico era increíble.

- Boruto aquí quien ordena soy yo
- Por supuesto, al mayordomo, a tus criados y a tus empleados. A ellos les ordenas y deben obedecerte ya que trabajan para tí. Pero yo no ocupo esos puestos.

Boruto se alejó de la cama sin inmutarse, en verdad no le tenía miedo a él ni nada por el estilo. Lo amaba tanto que estaba convencido de que Gaara jamás le haría daño.

-Muchacho, no puedes venir a usarme como quieras y luego tirarme.
- Lo mismo digo yo Gaara, exactamente lo mismo. No dejaré que me uses para satisfaccer tu frustración por no poder tener a mi padre en tu cama.

-Tú empezaste....
- ¡No Gaara! ¡Yo fuí sincero contigo siempre! ¡Te dije que te amaba! Aún te amo solo que...antes no sabía nada sobre tu pasado ni sobre la identidad de mi padre.
¿Qué se supone que quieres que haga? ¿Irme de tu lado y olvidarme de tí?

- No por dios
- Perfecto, porque tampoco quisiera hacerlo ni podría.
- En ese caso quedate conmigo.

- ¿Y soportar que veas a mi padre cada vez que me besas y haces el amor? ¡Olvidalo maldita sea!
- Boruto....te amo, es cierto.

- Demuestralo entonces
-¿Cómo?
- Permite que Shinki se case con mi padre.
-¿Tanto te importa tu padre?

- Ni siquiera le hablé desde que me enteré que es mi padre. No me importa ese desconocido.
-Entonces ¿por qué quieres ayudarlo todo el tiempo?

- No es a él a quien quiero ayudar, sino a Shinki. No quiero verlo sufrir tanto por dios. Hasta quiso dejar su majestuosa carrera, con tal de dejar de sufrir y recuperar su libertad. Por dios Gaara, solo liberalo emocionalmente.

Gaara no podía creer la suerte que tanto Shinki como él tenían al haber conocido a alguien como Boruto. Ese rubio era un sol. Intentaba salvarlos tanto a él como a su hijo.

- Te amo Boruto, pero lo que me pides es casi imposible. Lo siento.
- Shinki ama a mi padre con la misma intensidad con que yo te amo a tí. Por eso lo entiendo tanto.

- Boruto no es tan facil dejarlos estar juntos. Shinki es mío.
- Hablas como si fuese un objeto y no una persona ¿sabes? Y eso es doloroso. Por dios mi amor, sabes que tengo razón. Lo sabes.

Gaara tendría que luchar contra su propio orgullo para seguir junto a ese magnifico rubio. Pero verlo partir era tan doloroso que afloraba su bestia interior colmada de violencia.

Sin embargo Boruto era el primero que lograba calmar a la bestia, y eso solo lograba que Gaara lo ame cada segundo con mayor intensidad.

Se besaron con amor, pero Boruto se mantuvo firme al decidir regresar a casa.
- Gaara debo irme.
- No me dejes Boruto....no....

- No lo estoy haciendo mi amor. Debo trabajar con tu hijo.
- Serás mi esposo
- Nada me dará mayor placer - sin decir nada más el rubio se fue y Gaara regresó a su empresa.