Amor Prohibido

¿Infiel? 🤔

Sasuke y su esposa Karin se habían ido al país del fuego para instalarse en Konoha donde abrieron su bufett. Allí se instalarian definitivamente como lo hizo Neji Hyuuga, Naruto y su esposo Shinki.

Aquella ciudad tenía cierto encanto que enamoraba a todo aquel que llegaba, despertandole el deseo de quedarse a vivir allí.

Gaara quería ir allí también, más ahora que su hijo lo perdonó proponiendole volver a ser su manager. Pero Boruto era el problema, ya que aún no se hubo recibido de abogado.

Además no mostraba demasiado interés por ir a Konoha. No se sentía muy a gusto junto a Gaara sabiendo que le era infiel. Pero no podía encararlo, no le resultaba posible hacerlo debido a que lo amaba demasiado.

Le quedaba una materia para recibirse de abogado y en verdad no podía concentrarse. Su mente estaba lejos, en otros mundos. Ésto se debía a que había estado viendo a su amado Gaara en brazos de aquel que descubrió llamarse Sai.

Se veían tan bien juntos, la pasaban brillante y eso le provocaba intensos dolores. Necesitaba a su tío Neji a como dé lugar, pero ya no contaba con su presencia.

Gaara sabía manipularlo muy bien, pero Boruto se sentía cada vez peor. Esa tarde arrojó los libros al suelo con furia cuando Gaara entraba a la biblioteca de su mansión.

- Vaya muchacho no entiendo qué pudieron hacerte los libros - exclamó risueño el pelirojo.

-¿Qué haces aquí Gaara? Es mi casa.
- Lo sé Boruto, vine a verte pero veo que no estás pasando por un buen momento.
- Eres muy perpicaz Gaara. Ahora vete.

El pelirrojo se le acercó y lo abrazó con dulzura. Pero el rubio se hizo soltar, no quería seguir viviendo esa situación. Estaba cansado de tener que compartir a su amado pelirojo.

-¿Por qué Gaara? ¿Por qué me haces ésto? Sabes que te amo - Boruto lloraba sin importarle nada de nada ya. Estaba desvastado.
- ¿De qué hablas? ¿Qué es lo que te hice?

En verdad Gaara no entendía nada de nada. Boruto estalló sintiendose traicionado y solo. Nunca antes ae había sentido tan solo.

-No me sigas mintiendo Gaara. ¡Te ví con tu amante! Se llama Sai ¿verdad? ¡Maldito infiel!
-¿Qué dices Boruto?

Gaara miraba al rubio como si hubiese enloquecido en verdad.
- La verdad, eso digo.
- Deja de inventarte cosas
- ¡Maldito mentiroso!

Gaara sujetó a ese terco rubio con fuerza inmovilizandolo para luego arrastrarlo al dormitorio donde lo arrojó a la cama. Allí lo volvería a domar, a ver si se le acababan esas locuras de una vez por todas.

Pero Boruto se desesperaba ya que no quería ceder. No quería hacerlo con Gaara así. Quería aclarar las cosas primero.

- ¡No!¡Déjame por dios!
- Haremos el amor una vez más Boruto.

-¡No! ¡Maldita sea Gaara! ¡No! - dentro de la habitación el rubio se alejo de él - ¡¿Por qué siempre me haces ésto?! Gaara tenemos que hablar.

Pero el pelirojo no quiso escuchar, más bien lo sometió aprovechandose de su fuerza. El rubio tuvo que ceder una vez más, pero cerró su corazón.

Sentía las caricias de Gaara sobre su cuerpo al tiempo que cerraba con fuerza sus ojos. No permitiría que sus  sentimientos ésta vez lo traicionen. Gaara se colocó sobre del rubio  besandolo lo tomó de su mano izquierda.

- No te dejaré ir Boruto, me perteneces en cuerpo y en alma.
- No, no es así
- Inútil es resistirse mi dorado amor.

- Nunca...me eres infiel Gaara...y eso no te lo perdonaré....nunca.....
- No entiendo de dónde sacaste menudas fantasías, pero de nada te servirán.

Gaara empezó a besarlo mientras le quitaba las ropas a la fuerza. Boruto en verdad estaba totalmente sometido a su voluntad y aunque le resultaba en extremo excitante aquello, el dolor seguía en su alma.

- No...por favor mi amor....así no...por favor.

Gaara se desnudo también y tras sumergirse en la cama lo abrazó con dulzura infinita.

- No sé qué te sucede Boruto pero te aseguro que no conozco a ningún Sai. No te soy infiel ya que para mí tú eres único. Así que no sufras más.

Gaara lo tenía suejeto a él por lo que le resultaba imposible escapar. Sin embargo tampoco deseaba hacerlo.

- Te ví Gaara....
- No me separaré de tí en ningún momento entonces. Así podré demostrarte que tú eres el dueño de mi corazón.

Boruto sentía sus besos y caricias por su cuerpo, ésto desintegraba al completo su angustia.
- Te amo Boruto, te amo tanto.

Así empezaron a la danza del amor, logrando una vez más que el rubio ceda al completo.