Dolor 📒

30 15 2
                                    

Neji escuchó a su sobrino en silencio sin interrumpirlo. Podía notar su gran tristeza, ya que Boruto quería y admiraba a Shinki. Cuando acabó, se limitó a abrazarlo con ternura.

- Lo lamento mi niño, soy en parte responsable ya que fue idea mía que seas su secretario personal.

Boruto lloró desconsoladamente en sus brazos. Para el rubio Neji era su papá, ya que lo crio y estuvo a su lado siempre. Porque padre es quien cría no quien engendra.

Cuando se hubo calmado un poco, Boruto dijo:
- ¿Puedo trabajar en tu empresa tío?
-¿Qué?

- Me sería más cómodo. Así podré dedicarme más tiempo a mi carrera incluso.
-Ya hablaremos al respecto, por ahora ve a tu cuarto y tomate el día.

Boruto frunció el ceño al oír aquello, ya que veía la negativa de su tío.
- Entiendo tío, no hay nada más que decir entonces.
- Boruto no te rechace

- Lo hiciste, te conozco tío.
- Aún eres el secretario personal de Shinki.
- Renuncie a ese puesto. Haré la nota.

- Y debes esperar a que Shinki la acepte. Así funciona ésto.
- Eso no es problema tío, él estará feliz en deshacerse de mí.
- Te sorprenderás sobrino. Por lo pronto ve a tu habitación y relajate.

Así lo hizo el rubio, ni siquiera quería hablar con Gaara ya que empezaba a dudar de su amor también. Ser uno más del montón era algo que jamás se le pasó por la cabeza a Boruto.

Se arrojó a la cama tras dejar el celular sobre la mesita de luz. Solo quería estar allí así, no quería hacer nada ni pensar en nada.

Las lágrimas humedecieron su rostro una vez más. Se sentía patético en verdad ¿desde cuándo se volvió tan sentimental?

Necesitaba despejarse la mente. La imagen de Naruto se le cruzó por la cabeza, molestandolo a más no poder. Él nada tenía que ver con su persona, aunque fuese su padre biológico era solo un desconocido.

Volvió a recordar a Shinki y su profundo desprecio en la limousina sintiendo un gran dolor en su pecho.

Recordó cómo Shinki lloraba y padecía a manos de su padre Gaara quien lo trataba como un objeto.

Solo quería que fueses feliz Shinki ya que eras mi idolo. Pensé que eramos amigos. Creí que....Gaara me amaba en serio...

Te crees el dueño del corazón de mi padre cuando solo eres uno más del montón. No te creas tan importante maldito amante de mi padre.

Aquellas palabras retumbaron en la mente del rubio una vez más, despedazandolo por dentro. Definitivamente no podía volver a ver a Gaara, nunca más. No supo en qué momento se quedó dormido.

Amor Prohibido Donde viven las historias. Descúbrelo ahora