Amor Prohibido

Amor Intenso 💖

El amor no tardó en tocar sus puertas, que por suerte estaban abiertas y detrás de una sonrisa, el amor les dijo vamos a amarnos despacio y profundo, se entregaron el uno al otro y ahora, un mes después, estaban profundamente enamorados sin poder dejar de tocarse y amarse mental y carnalmente.

Sasuke logró obtener una orden de juez que obligaba a la madre biológica de Shinki a mantenerse alejada de su hijo, pero la policía lo buscaba para mandarlo a un orfanato temporalmente debido a que no tenía parientes y ella se negaba a decir quién era su padre biológico aludiendo que Shinki era exclusivamente suyo.

Naruto aún no era buscado por la policía debido a que no había pruebas legales de que ambos estuviesen juntos.

Sasuke en verdad eran un brillante abogado que hasta el momento pudo lograr mantener a Naruto lejos de toda sospecha aludiendo que la madre del joven sufría de obsesión compulsiva.

Eran en verdad buenas noticias para la peculiar pareja que vivía intensamente aquel prohibido amor que nació en sus corazones.

Shinki era en verdad insaciable y estaba lleno de amor en su interior para brindar, demasiado amor para entregar y sin embargo se encontraba imposibilitado para poder hacerlo debido a la oscura obsesión de su madre con su persona.

Eran esas invisibles cadenas lo que hacían que Shinki se sienta desesperado por amar a Naruto, siendo alguien tan insaciable a la hora de hacer el amor con ese hermoso rubio que le había robado el corazón.

Shinki le encantaba hacerle el amor en el suelo junto a la chimenea, sintiendo cómo el calor del fuego acariciaba sus desnudos y apetitosos cuerpos.

Esa noche en particular caía nieve, el frío helaba los huesos mismos por tal razón la chimenea había estado encendida durante gran parte del día y lo estaría en la noche.

Los fogosos amantes se encontraban junto a ella totalmente desnudos. Naruto en el suelo mirándolo con amor infinito, Shinki sobre del rubio iba acariciando su entrepierna para seguir subiendo hacia su abdomen y pasar hacia sus nalgas y empezar a masajearlas.

Naruto rodeó las caderas de Shinki con sus piernas mientras se aferraba a él abrazándolo en el torso. Se besaron con pasión carnal, el joven penetró al rubio embistiéndolo con salvaje sentimiento.

Con cada embestida suya el rubio lanzaba eróticos quejidos que excitaban a Shinki a más no poder.
Durante horas se amaron hasta que las fuerzas los abandonaron, el joven se derramó en su interior llegando al climax.

Naruto se aferraba a ese pelinegro que solo sabía amarlo haciéndole experimentar el mayor de los placeres jamás vividos antes en la tierra.

Ahora ambos yacían dormidos abrazados en el sofá juntos. Shinki solo podía sentir paz en los brazos de Naruto, solo a su lado sintiendo su aroma y sus caricias podía dormir tranquilo y sin pesadillas.

Ese hermoso escritor había logrado lo que hasta hacía poco le hubo resultado imposible de conseguir.

Shinki abrazaba a Naruto con intensa fuerza mientras dormía, y cada tanto respiraba entrecortado, pero el rubio le susurraba palabras de amor al oído consiguiendo que se calme volviendo a respirar con normalidad.

Pero no lograba que lo suelte en ningún momento mientras dormía. Aquello no solo intensificaba el amor de Naruto hacia Shinki, sino además también avivaba su intenso deseo de protegerlo alejándolo de la loca de su madre.

Nunca creyó amar así a alguien como a Shinki.
Al día siguiente se ducharon juntos amándose nuevamente bajo la tibia ducha.

Cuando salieron, ambos prepararon un delicioso desayuno sin parar de reír. Naruto fue conociendo a Shinki más a fondo sintiendo que no solo lo amaba cada día más, sino también odiando a la madre de su amado.

No podía entender cómo una madre pueda llegar a torturar de esa forma tan cruel a un hijo. Shinki en verdad era alguien fuerte, porque no perdió la cordura pese a los continuos intentos de su madre de que así fuese.

- Te amo Naruto, dios tanto te amo que sin ti daría mi vida y sin tus besos desespero mi amor.
-Shinki, mi amor. También te amo a más no poder.

No solo desayunaron, sino caminaron por los alrededores del lugar sintiéndose vivir en un mundo diferente, paradisíaco al cien por ciento. Cuando regresaron a la cabaña, prepararon el almuerzo juntos como ya era costumbre para ambos.

Habían pasado varios meses ya. Naruto trabajaba en su nuevo libro, mientras Shinki tomaba clases de música por internet gracias al brillante trabajo de Sasuke, quien pudo conseguir que la justicia deje de buscar al joven.

No obstante no podía regresar debido a que su madre logró revocar la orden del juez de no acercarse a su hijo.

Ahora podía volver a su lado en tanto y en cuanto logre encontrarlo, por supuesto que la policía no lo buscaría ya que al tener diecisiete años la ley indicaba que tenía juicio propio para elegir con quien tener relaciones sexuales.

No obstante la mujer había pagado a un detective privado para buscarlo. Sasuke le proporcionó a Naruto ayuda extra al mandarle un equipo que ocultaba la señal de internet de la cabaña.

Sasuke le recomendaba a Naruto que convenza a Shinki para que denuncie a su madre, pero el joven directamente no quería verla y sabía que para denunciarla tendría que regresar a ese infierno donde ella una vez más se saldría con la suya.

Shinki en verdad estaba traumatizado y solo quería paz para poder vivir el amor junto a Naruto a pleno.