lost soul

Capítulo 36: Recuerdos agridulces

Para el mundo, parecía que la improbable alianza de Kusa, Ame y Taki había logrado una victoria milagrosa sobre los jinchuriki de Konoha a lo largo de las afueras del territorio del fuego. Sin embargo, cuando la fuerza principal se adentró más en las fronteras de Konoha, lista para tomar la legendaria aldea hoja de una vez por todas, les llegó la noticia de que dos contingentes de ninja hoja habían tomado las aldeas de Ame y Kusa, aislándolos de Taki.

La persecución terminó de inmediato, y todo el ejército inmediatamente dio la vuelta a toda velocidad, con la intención de alcanzar y retomar sus ciudades antes de que sus perseguidores de Konoha los alcanzaran.

Sin embargo, sus esfuerzos resultaron ser en vano, ya que fueron interceptados por otro contingente de ninjas hoja, este liderado por Maito Gai, junto con divisiones de las tropas de Anko e Ibiki. La coalición, aunque tenía una ventaja numérica mucho mayor, estaba completamente exhausta tanto física como mentalmente después de casi dos días completos de marcha forzada y, por lo tanto, no era rival para el bien descansado ninja de la hoja.

Cuando la fuerza principal de la Hoja, que se había dado la vuelta en el momento en que les llegó la noticia de las victorias de Anko e Ibiki, fue vista por las tropas de retaguardia de la colaición, los ninjas aliados no tuvieron otra opción y rompieron filas.

Sin ningún lugar al que regresar, sin suministros y perdiendo rápidamente la moral, la alianza que parecía estar en la cúspide de la victoria hace menos de una semana, ahora estaba al borde de una derrota total.

Sin ningún lugar donde retirarse, las fuerzas de la coalición huyeron a la fortaleza abandonada de Nanao en la frontera de Suna y Konoha.

La fortaleza era poco más que una ruina, construida durante la primera fundación de Konoha, su valor militar se había deteriorado hace mucho tiempo. Aunque sus muros eran imponentes, poco más de valor descansaba dentro de la fortaleza. Abandonado por las fuerzas militares de Konoha durante solo cincuenta años, se ha convertido en un santuario y refugio para muchos refugiados, bandidos, rounin y ninjas desaparecidos durante décadas.

Poco después de su llegada, fortificaron su posición bloqueando los muros de la ciudad fortaleza una vez más. Algunos de los refugiados huyeron, mientras que otros permanecieron en sus hogares, sin tener la voluntad ni la fuerza para irse.

Naruto, al frente del núcleo del ejército, se reunió con Maito Gai, al frente de un segundo contingente, y dos pequeñas unidades más que llegaban desde el sureste, lideradas por Hatake Kakashi y Mika, el aprendiz de Guan que había solicitado la asignación, el ejército de la hoja avanzó rápidamente. para rodear la ciudad poco después de llegar, aislándolos de cualquier suministro que pudieran haber esperado obtener cuando Naruto comenzó su asedio.
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"Maldición." El líder enmascarado de dragón de Kusa gruñó mientras irrumpía en el salón principal de la antigua fortaleza en ruinas, Yoshino y Kenpachi lo seguían poco después mientras comenzaba a caminar agitadamente de un lado a otro del pasillo.

"Señor Zaraki".

"¡Qué!" El ninja de Kusa gruñó mientras giraba hacia la forma más grande de Kenpachi.

El líder Taki suspiró exasperado. "Le sugiero que se calme, esta es una situación que debe abordarse con calma".

El hombre más bajo respiró hondo y se calmó visiblemente antes de asentir. "Sí, tiene usted razón." Miró a sus dos aliados, observando las expresiones serias y tensas. "Por lo que he oído, ustedes dos ya han lidiado con este chico Uzumaki antes... ¿qué plan sugerirían para salir de esta situación?"

Kenpachi y Yoshino compartieron una mirada antes de señalar las sillas y sentarse en un semicírculo. "Con toda honestidad, señor Zaraki". comenzó Yoshino. "Solo tenemos una opción que puede garantizar, al menos, la vida de nuestros hombres, y es simplemente rendirnos ante Naruto-san".