lost soul

Capítulo 23: Movimientos en Kiri

El aire era frío y pesado por la tensión en la espesa niebla matutina que cubría la tierra de Kiri. Cuando uno hace una pausa, un sonido débil, tan débil que es casi imperceptible para los oídos humanos, se pudo escuchar a través de la niebla.

Varios escuadrones de Kiri ninja corrieron por el bosque, tomando tanto las copas de los árboles como el suelo del bosque.

La unidad al mando, un Anbu con una máscara de delfín azul, se detuvo en una de las ramas dejando que sus tropas cayeran adelante mientras su segundo al mando aterrizaba junto a él. Se volvió hacia el recién llegado indicándole que siguiera adelante con señales manuales. El hombre asintió antes de continuar. El comandante colocó dos dedos sobre la radio de dos vías en su oreja. "Comando, esta es la unidad de avance alfa, estamos re..." Fue interrumpido cuando una mano cubierta por un guantelete le rodeó la garganta por detrás, cortándole el oxígeno y levantándolo sin esfuerzo del suelo. Trató de llegar detrás de él para agarrar el brazo que lo sostenía, solo para agarrar el aire.

Muy pronto se escuchó un crujido repugnante junto con un gorgoteo sangriento antes de que un cuerpo cayera al suelo del bosque con un ruido sordo.

Naruto observó caer al Anbu muerto con fría apatía, sus ojos azules se volvieron lentamente de su cuerpo inerte a las espaldas de los Kiri ninja que se retiraban. Levantó su radio bidireccional y habló por él, esperando que se perdieran de vista. "Proceder."

Menos de tres segundos después, una gran explosión cubrió el bosque, donde el ninja había desaparecido, con fuego y cenizas. El fuerte viento y el polvo lo golpearon, alborotando su capa y cabello con el viento.

"Naruto-sama, ¿estás bien?" Llegó una voz llena de estática desde la radio.

"Regreso ahora, envía las patrullas. Mata a cualquiera que sobreviva".

Una pausa.

"Por supuesto, Naruto-sama.
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Temari suspiró mientras se limpiaba la frente del sudor que se había formado allí debido al calor del sol de Suna. Hacía un calor anormal hoy, incluso para los estándares de Suna. Miró el restaurante al final de la cuadra y decidió dirigirse hacia él.

A medida que se acercaba, las voces comenzaron a avanzar hacia ella, escapando de las paredes de madera del stand. Ella los reconoció débilmente, fue solo un segundo más o menos antes de entrar al puesto que pudo ponerles una cara.

Dentro estaban los cinco gennin de Konoha.

"Entonces, Sakura, ¿qué has estado haciendo últimamente?" Kiba preguntó mientras devoraba un poco de pollo Bar-BQ'ed mientras miraba a su ex compañero de equipo.

Ella se encogió de hombros. "No mucho, he sido voluntario en el hospital y uno de los médicos mayores allí, un ninja médico retirado llamado Chiyo, me está ayudando a aprender algunas técnicas médicas nuevas".

Kiba asintió. "Eso es genial." Miró a Chouji, Ino y Shikamaru "¿Qué hay de ustedes?"

Shikamaru se encogió de hombros. "Hemos estado entrenando principalmente con los pergaminos de nuestra familia, con uno de los Jounin que... vino con nosotros". Eligió sus palabras con cuidado al ver a sus compañeros de equipo ocultar sus respectivos estremecimientos.

Chouji comió un poco más de barbacoa mientras hablaba. "Sí, ya me he acostumbrado a dos Jutsu más". Miró a Ino. "¿Qué tal tú, Ino?"

Ella sonrió, aunque todavía estaba bastante apagada en comparación con lo que era en Konoha, lentamente estaba recuperando su antiguo valor. "Dominé una y comencé a dominar la técnica de codificación mental de mi... papá, él la inventó y dejó algunas notas bastante buenas, así que es bastante fácil.