Baki suspiró mientras leía los documentos en, a partir de ahora, su escritorio. Su administración de Kaze no Kuni estuvo plagada de una sensación de inquietud y leve pánico por parte de la gente. Konoha dirigió sus fuerzas directamente sobre su puerta, amenazando sus guarniciones fronterizas. Pequeñas escaramuzas ya estaban estallando a lo largo de las líneas defensivas del norte cuando Konoha las empujó y empujó, sus asaltos poniendo a prueba la voluntad de las tropas y la competencia de los comandantes de campo.
Baki era un comandante, había liderado tropas en la batalla antes. Pero estar a cargo de un solo batallón nunca podría compararse con estar al mando de todos ellos y, aunque no necesitaba preocuparse por la moral de sus hombres, teniendo en cuenta los gritos de indignación y la ira justificada de los rumores de la muerte de Gaara, Temari y Kankuro. durante el ataque de Naruto a Kumo había traído. Las demandas de venganza los impulsaban, pero eso solo los llevaría hasta cierto punto. Konoha tenía más tropas, más armas, más suministros y muchos más barcos en la armada de Kiri, especialmente considerando que Suna no tenía ninguna armada.
Baki conocía sus límites, sabía lo que podía y no podía hacer. Y sabía que no estaba en condiciones de llevar a su nación a la victoria, había demasiado en el bistec, había demasiadas piezas de ajedrez para reunir y organizar a la vez. No podía hacer esto por mucho tiempo, eventualmente lo estropearía, Suna necesitaba un líder. Necesitaban a Gaara. Pero si realmente estaba muerto, Baki no estaba seguro de lo que podían hacer.
En ese momento, se escuchó una pelea fuera de la puerta, jadeos de sorpresa que llegaron a sus oídos antes de que las puertas de la oficina que ocupaba actualmente se abrieran de par en par, revelando el objeto de sus pensamientos parado en la puerta como si hubiera sido convocado. Su cabello rojo sangre destacaba entre la pesada túnica marrón oscuro y el fondo claro que eran los pasillos iluminados por el sol de la oficina. Baki se puso de pie, con la boca abierta mientras luchaba por encontrar las palabras al ver a su antiguo estudiante. "Ka-Kazekage-sama".
Los agudos ojos verdes del pelirrojo se volvieron hacia su viejo sensei mientras asentía, sus zancadas tragaban baldosas mientras caminaba alrededor de su escritorio y hacia su asiento, observando cómo Baki retrocedía para pararse al lado de la mesa, desocuparla. "Baki". Su voz era entrecortada y tensa como el chasquido de un látigo. El jounin inconscientemente se tensó al oírlo. "Temari está siendo prisionera de Konoha, quiero que los guardias fronterizos del norte mantengan firmes las defensas. Ordene a las unidades del noreste que empujen el ataque hacia los puestos avanzados enemigos en River Country y a las fuerzas del noroeste que ataquen a los guardias fronterizos en Kusa y Taki envían tres unidades Anbu a la ciudad comercial de Tsugi. Allí habrá barcos que los estarán esperando para llevarlos a lo profundo del país del té, para atacar Konoha donde menos lo esperan".
Baki, todavía en estado de shock por la repentina reaparición de Gaara, solo podía mirar estúpidamente a su antiguo alumno mientras el hombre volvía a hacerse cargo de la aldea en meros momentos, ajustándose a sí mismo en el papel de alto comandante. Haciendo en segundos lo que había estado en conflicto durante casi dos semanas. Los ojos de Gaara se volvieron hacia él, sus miradas se encontraron mientras él continuaba mirándolo.
"Hoy sería lindo..." Dijo con ironía.
Saliendo de su aturdimiento, el antiguo maestro del Kazekage se sacudió el estupor antes de inclinarse respetuosamente ante su comandante. "Sí, Kazekage-sama". Antes de salir de la oficina.
Algunos hombres nacieron para liderar y otros nacieron para seguir. Gaara era un líder natural, nació para liderar y una chispa de esperanza se encendió en la mente de Baki de que su Kage había regresado y con él, si era más poderoso que el Kyuubi Jinchuriki o no, no importaría, porque Suna lo lograría. su victoria final.
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lost soul
ActionLa víspera del ataque de Kyuubi, Konoha tiene poca fuerza. El consejo acepta convertir a Naruto en un arma viviente. Pero años después, tras la muerte de Sarutobi, ¿seguirá defendiéndolo el arma de Konoha? ¿O empuñará su espada para cortarles la gar...