lost soul

Capítulo 47: El asedio de Sakai: Akkisho

2 días desde la segunda batalla de Sakai:

Uno de los guardias que actualmente estaba de servicio alrededor del campamento principal de Konoha para el asedio se sobresaltó cuando sintió que una mano firme lo agarraba por el hombro. Mirando hacia atrás, encontró a Toushiro, el ninja Kiri empuñando un hacha parado detrás de él. El joven Jounin asintió con la cabeza mientras observaba al hombre perder algo de su tensión, los músculos de sus brazos y piernas se relajaron mientras se permitía bajar la guardia y colocar el kunai que había agarrado por reflejo en su funda adecuada.

"Ve a descansar un poco, es mi turno ahora".

El guardia asintió "Sí señor". Habló respetuosamente antes de inclinar la cabeza en una ligera reverencia.

Toushiro se sentó, preparándose para el largo turno. Tratando de no pensar en el estado herido de su padre. Si bien sabía que su padre no era invencible, aún así fue muy desalentador verlo tan herido. Después de todo, su padre era uno de los hombres más fuertes que conocía.

Dejó que sus ojos viajaran hacia el cielo, a juzgar por el amanecer que se avecinaba, los tonos naranjas y púrpuras que decoraban el horizonte sobre los picos irregulares de Iwa, podía suponer que era entre las cinco y media y las seis. Tendría un turno hasta alrededor de las 2:00 o 3:00 donde la siguiente persona tomaría el turno. El aire fresco de la mañana, cubierto con la profunda niebla matutina de las altas montañas. Toushiro no estaba realmente acostumbrado a la niebla. La niebla era húmeda y podía ser cálida en las condiciones adecuadas, la niebla tenía una sensación más seca, más húmeda y simplemente fría.

El joven Jounin a menudo se preguntaba cómo el Iwa Shinobi podría lidiar con eso a esta altitud. Aunque debe admitir que debe hacer maravillas para el entrenamiento de resistencia. El aire era mucho más delgado aquí que en Kiri, lo que significa que su resistencia fácilmente podría reducirse a la mitad si no supieran cómo lidiar con ese entorno. La mayoría de los ninjas que fueron asignados a este asalto habían recibido un curso intensivo de respiración y técnicas de control de chakras menores para ayudarlos a manejar el aire enrarecido mientras sus cuerpos se ajustaban correctamente.

Toushiro se recostó lentamente, apoyando la cabeza contra la pared. Durante los últimos dos días, había habido poca actividad en ambos lados de la pared, simplemente patrullando sus respectivas líneas y asegurándose de que nadie intentara tapar los ojos de los demás. Pero, mientras Toushiro se sentaba un poco más, notó que justo más allá de la niebla de la mañana se podían ver siluetas tenues y sombrías. Sus ojos se entrecerraron mientras se ponía de pie lentamente, obligándose a atravesar el velo fantasmal. Cuando el sol se elevó sobre las colinas y la luz descendió, disipando las sombras, los ojos de Toushiro se abrieron cuando se encontró con la vista de lo que debe haber sido casi todo el ejército Iwa. Sobre la pared, y prácticamente en su puerta.

Miró hacia las otras torres de vigilancia y puntos de exploración, encontrando a Iwa Shinobi en ellos, incluso pudo ver las formas ligeramente distinguidas de lo que parecían bultos grises, posiblemente cuerpos cerca de ellos.

Al sentir una presencia detrás de él, reaccionó al instante. Girando y atrapando con fluidez el cuchillo y la muñeca, el atacante había estado apuntando a sus riñones, a juzgar por el ángulo en el que estaba su mano. Empujando al hombre hacia adelante, el Kiri ninja le dio un codazo rápido en la garganta, escuchándolo vomitar, antes de darle otro codazo al antebrazo extendido del hombre, escuchándolo dar un chasquido enfermizo. El hombre se atragantó con su propio grito antes de que Toushiro le diera otro revés en la cara, tirándolo al suelo mientras su máscara se resquebrajaba. Sacando una de sus hachas, la clavó en el pecho del ninja mientras este caía, rompiéndole las costillas con la fuerza detrás de su golpe. El hombre dio un solo tirón antes de caer inerte.