Capítulo 53

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Eve sostuvo con firmeza su rostro al día siguiente, luego de una cena familiar las cuatro mujeres estaban listas para regresar a Aberdeen.

Los ojos oscuros de su madre estaban llenos de temor y orgullo en partes iguales, una sombra de reticencia se deslizó sobre ellos cuando le dijo:

-Cuidate.

Marshall le sonrió. Besó su frente y recogió su cálido aroma durante unos segundos, luego deslizó su mejilla por el cabello castaño recordándole que ella le pertenecía tanto como él a ella. Eran familia.

Y seguro cómo el infierno que ella era capaz de abrir el suelo bajo sus pies si la desobedecía.

-Tanya acordó enviarme los resultados -mencionó, después lo liberó.

Su estómago se encogió al recordar el mensaje que la doctora le envió en la mañana. Pensó que tomaría más tiempo, pero al parecer el equipo que trabajaba con sus muestras estaba tan interesado en un ejemplar con posibilidad de heredar una enfermedad genética que habían duplicado sus horas de trabajo.

Conveniente, pensó, la idea de ser algo parecido a un conejillo de indias le resultó repulsiva.

-Te voy a extrañar hermanito -con su voz demasiado dulce y una mueca dramática formando una línea en su frente, Birdie reemplazó a su madre y enroscó su cuerpo alrededor de Marshall.

-Yo soy el mayor -le recordó con un gruñido.

-En el fondo todavía extrañas dormir junto a mi cuna, lo sé -Birdié parpadeó rápidamente, sus finas pestañas parecían revolotear con inocencia.

El calor subió al rostro de Marshall, satisfecha con lo que había hecho, Birdie palmeó su mejilla después de depositar un ruidoso beso y bajó los pies al piso de un salto.

Rebel rodó los ojos y le dio esa mirada. La que siempre usaba para disculparse en nombre de su hermana menor. Ella valoraba el concepto de espacio personal, así que fue Marshall quien dio el primer paso y extendió sus brazos, Rebel se sonrojó y con cautela se acercó.

Sus abrazos siempre eran breves, pero esta vez Marshall decidió extenderlo un poco más.

-¿Sigues enojada? -murmuró.

Las cosas se sentían tensas entre los dos después del incidente al terminar la reunión donde casi todo el equipo médico de la coalición le dijo sus preocupaciones sobre su posible diagnostico.

-No. Solo estoy preocupada.

Rebel era un alma noble, demasiado tranquila a pesar de que en su interior contenía una tormenta. Marshall recordó lo asustado que estaba a su alrededor, temeroso por esa bebé que sólo sabía llorar. Le recordaba demasiado a Dee.

Después el temor dio paso a la cautela, y al mismo tiempo en que Rebel comenzaba a caminar, Marshall empezó a sentirse como un hermano mayor otra vez. Para Rebel era como un tipo de héroe o algo así.

-No estoy en una situación de vida o muerte -bufó.

Pequeñas puntas de garras pincharon su espalda como advertencia.

-No lo minimices -dijo entre dientes.

-No lo hago.

-Idiota.

-Sabelotodo.

-Qué tiernos -Chelsea suspiró detrás.

La leona avanzó hasta detenerse junto a Marshall. Subió sus gafas de sol oscuras hasta dejarlas arriba de su cabeza y recargó el codo en el hombro de Marshall como si se tratara de la rama de un poste. Rebel reclamó su espacio en el momento en que Chelsea dijo:

Ruge por mí (Serie Gold Pride 3)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora