1957, Holmes Chapel.
Harry Styles es un joven que ha conseguido un trabajo en el único museo del pequeño pueblo inglés como guía y, a contra turno, de mesero en un cálido y tranquilo bar en un intento de ayudar económicamente a su familia. Ha dejado...
Quisiera dedicárselo nuevamente a _ECLISSE_ como modo de agradecimiento por tanto apoyo. Gracias, Ale <3
IT JUST FEELS RIGHT. WHEN YOU GIVE ME ALL OF YOUR LOVE, GIVE ME SOMETHING TO DREAM ABOUT <333
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Teóricamente hablando, ese martes Louis regresaba a Holmes Chapel. No sabía a qué hora, en qué momento ni en dónde se encontrarían; pero le había llamado diciéndole que se verían, finalmente. Hasta Niall se había sorprendido de su estado de ánimo, de la manera en la cual el espeso manto de oscuridad estaba siendo penetrado por los débiles rayos del sol, cuando le informó que volvería a ser feliz, a ser Harry con su policía.
Así que se despertó sabiendo que sería un gran día con colores vivos, no como los anteriores que estaban pintados con tonalidades grises. Radiando una alegría envidiable y sumamente notoria, incapaz de ocultar la felicidad que le producía volver a verle.
Llegó al museo antes de tiempo, siendo recibido por Nolan, y lo ayudó a limpiar un poco la sutil capa de tierra que bañaba a algunos de los cuadros a su vez que escuchaban la radio y la voz femenina informando las noticias. Realmente estaba siendo únicamente una delicada molestia para el funcionamiento de su fábrica de pensamientos, un murmullo tedioso del cual no lograba descifrar ninguna palabra; sin embargo era preferible éso antes que el absoluto e incómodo silencio.
No podía dejar de pensar que de nuevo lo vería y pudiese abrazarlo, siendo impregnado por su perfume, sintiendo sus dígitos juguetear entre sus rizos. No había sido consciente de lo dependiente que se había vuelto, de la forma en la cual se sentía un ave enjaulado esperando una llave mágica durante su ausencia; extrañando cada mínimo detalle –sobre todo, su sonrisa, voz y risa–, ni mucho menos de lo tanto que necesitaba estar entre sus brazos. Quería estar con él, sea donde sea, tan sólo que estén ellos dos.
Louis, él, en algún lugar del arcoíris... no sonaba para nada mal.
—¿Está todo bien, Harry?. —oyó la voz del pelirrojo y volteó a verlo, viéndolo abrir las puertas, y emitió un leve "¿Umh?" mientras ladeaba la cabeza. Enserio que si le había hablado antes no lo había escuchado al estar tan sumergido en su mundillo—. Se te nota ansioso, nervioso. ¿Estás bien?. —repitió la pregunta, llamando su atención.
Frunció el ceño, con una sutil sonrisa ladera. —¿Nervioso?. —cuestionó con cierta diversión causado por, precisamente, nervios.
—Hace media hora estás pasando la franela por el mismo lugar, digo. —y le dedicó una sonrisa al notar su sonrojo.
Volvió a mirar la obra y se percató del detalle que era La persistencia de la memoria, haciéndole sonreír sin importar lo tonto que fuera. Todo quería que recordara a Louis, y él no tenía problema en hacerlo porque, si ya vivía en su mente, ¿por qué le molestaría pensar en él?.
«No puedo sacarte de mi mente... No puedo sacarte de mi mente. Ni siquiera he intentado sacarte de mi mente...»
—Hoy regresa Louis... —murmuró con pudor, sin animarse a verle.
