Uno

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Minho despertó como de costumbre, se levantó a las 6 am, se dio una ducha y tan pronto se vistió fue directo a su trabajo.

Otro día monótono en su vida, nada andaba bien desde que Jisung había muerto había ocasiones en las que salía de su oficina para ir al baño corriendo y llorar en un cubículo. Habían pasado dos años pero se sentía como se hubiera sido ayer, aún recordaba la sonrisa de su amado y si se concentraba lo suficiente podía verlo al cerrar los ojos, aún dolía.

Había pasado los últimos dos años yendo de su casa al trabajo y del trabajo a su casa, no había más vida para el.

Al salir de su trabajo una vez cumplida su jornada, pasó a la farmacia a comprar más pastillas para dormir debido a que las suyas estaban por terminarse y necesitaba la ayuda de estas para que el sueño llegara a su cuerpo, de lo contrario pasaba noches en vela llorando o mirando a la nada mientras su mente se hundía de lleno en recuerdos. Al llegar a su hogar la noche comenzó a caer, la tristeza llegó a su cuerpo como de costumbre, decidió escuchar algo de música para relajarse, aunque la verdad no estaba funcionando mucho, hasta que comenzó a sonar la canción que solía cantar con Jisung y en ese momento su corazón no pudo resistir más estando roto.

Quería estar con su amado otra vez, no sabía cómo vivir sin él. Han se había llevado el alma de Minho consigo y dejó a un triste cuerpo solitario vagando por el mundo sin rumbo y Lee ya no podía soportar más, no podía seguir levantándose cada mañana fingiendo que su cuerpo no estaba partiéndose en dos, no podía vivir un día más así. Necesitaba a su Jisung de vuelta, necesitaba estar con él más de lo que necesitaba respirar y llegó una idea que llevaba rondando su cabeza desde hace meses, necesitaba acabar con su sufrimiento y reencontrarse con Han en el más allá para pasar el resto de la eternidad a lado de él.

Reproduciendo en bucle su canción con Han,
se levantó del suelo y camino hasta donde guardaba sus pastillas, tomo todas las que pudo encontrar la mayoría eran para dormir y analgésicos. Se sentó en el sillón y tomó una foto de Jisung que estaba en su mueble, Minho no se sentía triste por lo que iba a hacer, sentía al fin que podía acabar con dolor y estar con Han una vez más.

Pasó cada pastilla mientras lloraba y trataba de recordar la dulce voz de Han, ya estando algo mareado por la ingesta de pastillas recordó el día en el que su amor perdió la vida.

-Lo siento Hannie, debí de estar ahí para ti, debí de haber sido yo-las lágrimas caían desesperadamente por sus mejillas.

-Iré contigo mi amor, nunca supe estar sin ti.

-Quiero ir a casa contigo una vez más.

Minho cerró los ojos, la fotografía permanecía aún en su mano, una última lágrima resbaló por su mejilla quedando inconsciente.

                                       ...

Minho y Jisung se encontraban sentados bajo un árbol, Han estaba recostado en las piernas de Lee mientras este le alejaba un par de mechones de su frente delicadamente.

-No sabes cuanto te extrañe Hannie

-Yo también a ti Minho

El castaño bajo su cabeza para plantar un beso en los labios del pelinegro.

Al separarse la expresión del más bajo cambio a una seria.

-Tienes que irte Minho, aún no es tu hora

-Yo quiero estar contigo

-No puedes, tienes que vivir, incluso sin mi ahí

-¿Qué hago yo sin ti Hannie?-Su voz sé quebraba y las dulces gotas de la tristeza se derramaban.

Recuerdos del ayer -HyunhoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora