Quince(Final)

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El frío se alejaba cada vez más, la brisa de la primavera seguía ahí, ya casi todas las flores habían florecido, las hojas en los árboles habían crecido otra vez y la tristeza se disipaba.

Era viernes, Minho le había enviado una dirección a Hyunjin la noche anterior, ahora se encontraba caminando directo hacia esta, salió mucho antes de la hora en la que habían acordado previamente, le gustaba caminar por la ciudad, hacía buen clima y la música que sonaba a través de sus audífonos hacía compañía callando cualquier pensamiento.

Nunca había ido al lugar en donde lo citó Lee, sabía cuáles eran las calles donde se encontraba pero la escasa descripción de su mayor respecto al lugar lo dejaba con la intriga. Sus pasos se guiaban por sí solos entre las aceras, su mente se encontraba tranquila escuchando las canciones que llegaban a sus oídos, le fue tan fácil desconectarse del mundo que lo rodeaba para perderse en la blancura de su mente con las voces de los artistas de fondo a lo lejos.

Hyunjin llegó a su destino, sintiendo como si hubieran pasado diez minutos donde hubo más de treinta minutos de caminata, se quitó sus audífonos y sacó su celular para apagar la música, al levantar la vista vio el letrero del lugar "Cementerio Manguri" el frío lo recorrió de pies a cabeza. No sabía porque Minho lo había citado aquí, pero quería descubrirlo. Guardo su teléfono y entro al cementerio, aún habían hojas secas en el pasto, al avanzar un par de metros las lápidas se hicieron presentes, algunas estaban cuidadas y con flores, otras tenían moho por todas partes con un par de tallos marchitos.

Se acercó a una lápida que se veía más limpia y cuidada que las demás con lo que parecían flores frescas, eran unos lindos tulipanes rojos, cuando estuvo lo suficientemente cerca pudo leer el nombre en la lápida "HAN JISUNG".

-Lo encontraste-Dijo una voz detrás suyo asustándolo.

Al voltear se encontró con los mismos ojos cafés que guardaban miles de estrellas en ellos.

-Hola Minho. Si, lo encontré.

La sonrisa de Minho era amplia, tanto que no parecía que estuviera en un cementerio.

-Sientate-Pidió el mayor mientras sacaba una manta de su bolso y la ponía en el pasto.

-¿Seguro?

-Si, yo vengo aquí todo el tiempo y a los cuidadores no les molesta.

Hyunjin aun dudoso hizo lo que su mayor le indicaba, el silencio se hizo presente aunque solo durará unos cuentos segundos ya que la voz de Minho comenzó a sonar de nuevo.

-Cuando Jisung murió venía aquí todo el tiempo, tanto que los cuidadores me traían café cuando me quedaba hasta tarde, yo pasaba mucho tiempo aquí llorando, después de unos meses de venir todos los días tenía miedo de regresar y ver como el paso del tiempo deterioraba la lápida, me daba miedo pensar que los días pasaban y Jisung siempre seguiría aquí.-Su voz empezaba a cortarse.- Deje de venir por un mes, después regresé y me disculpé muchas veces con él por no venir a visitarlo, limpié su lápida y le dejé flores y no venía todos los días pero dos veces a la semana regresaba y le platicaba cualquier cosa. Algunos meses eran peores que otros y a veces venir aquí me calmaba y otras veces hacía que me tirara a llorar al piso.

Hyunjin escuchaba atentamente lo que Minho decía, se encargó de tomar su mano para hacerle saber que no estaba solo, la primera lágrima que resbaló por la mejilla del mayor fue limpiada por los dedos de Hyunjin.

-Estos meses he estado mejor y Jisung lo sabe, se lo cuento cada vez que vengo, pero está vez quería que tú vinieras, quería que conocieras a Jisung, se que tu probablemente no puedas verlo como yo pero, Han está aquí, no se ve su rostro o su linda sonrisa pero yo sé que el está aquí y que me escucha. Quiero que Han pueda verte, Hyunjin, quiero que te conozca.

Recuerdos del ayer -HyunhoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora