Capítulo 44.

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Wedding.

Madison.

Los besos que siento alrededor de mi cara me alegran la mañana.

—Nena —murmura deslizando sus manos por mi abdomen hasta mis pechos.

—Umh —me niego a abrir los ojos.

Sube el camisón que tengo puesto y se prende de mis senos. Recobro la conciencia abriendo mis ojos de golpe al recordar que estamos en la mansión de mis suegros.

—No —lo detengo y frunce el ceño—. No vamos a coger en la casa de tus padres.

—¿Por qué?

—Estás loco, qué tal si entra alguien o nos escuchan. —Bajo el camisón y se resigna acostándose a mi lado.

—Podemos hacerlo sin que escuchen, si te cubro la boca ni se darán cuenta —me mira de reojo—, pero si no quieres está bien, no te forzaré.

—Dije coger no, tocar si puedes —me mira dejando salir una risa ronca.

Se abre espacio entre mis piernas posándose sobre mí, pongo mi mano en su nuca y lo acerco a mí empezando a besarlo.

Me besa con posesión y rudeza, nada de hacer el amor, está ansioso por coger. Levanta un poco el camisón y desliza mis bragas empezando a acariciarme. Agradezco mentalmente estar besándolo si no ya estuviese jadeando.

—¿Mojada tan temprano, señorita Blake? —Mete un dedo causándome escalofríos, un gemido se ahoga en nuestro beso.

Malamente, deja de besarme la boca y empieza a besarme el cuello, sabe que eso me excita demasiado.

Debo cubrir mi boca cuando mete otro dedo empezando a moverlos con rapidez.

—Theo... —gimo su nombre empuñando las sabanas tratando de calmarme mientras él está sumergido en besar mi cuello y masturbarme.

Empieza a subir y muerde el lóbulo de mi oreja, siento el clímax llegar, pero quedo fría con la persona que abre la puerta.

«Thiago»

Theo se ríe pegado a mi cuello, estamos cubiertos con una sábana bastante grande, así que no ve que su hermano me está tocando hasta el alma, solo lo ve sobre mí.

—Lamentó interrumpir —se ríe saliendo de la habitación.

Qué puta vergüenza.

—Quítate —empujo a Theo que saca sus dedos de mí lamiéndolos y riéndose—. ¿De qué diablos te ríes? Pobre niño, lo vamos a traumar.

—Mi amor, Thiago ve cosas peores en internet.

—Eso no es lo mismo que ver a tu hermano cogiéndose a tu cuñada. —Me cubro la cara con la almohada y me la quita dejándome descubierta.

—Tú fuiste la que acepto venir a dormir aquí, si estuviésemos en nuestro departamento otra historia sería.

—¿Nuestro? —Pregunto y nota lo que dijo.

—¿Nos duchamos juntos? —Cambia el tema con rapidez. se levanta quedándose a los pies de la cama.

—Vamos. —Me muevo hasta quedar frente a él, su altura es más imponente que nunca porque estoy hincada y él de pie. Abro mis brazos y me abraza. Amo que haga eso.

—Anda ya o terminaré cogiéndote sobre esta cama —echo a reír, me levanto y lo sigo al baño donde entre caricia y caricia los dos terminamos más calientes que un horno.

¿Qué sucede? Parece que hay un tipo de hormonas esparcidas en el aire.

Tengo que ponerme el mismo vestido rojo que tenía anoche porque aquí no hay nada de mujer. Nos quedamos en la habitación que es de Theo cuando se queda en la mansión.

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